Las Hormigas.
En
que un hombre muere en paz.
Era una cordillera interminable que bajaba y subía, que subía y bajaba; mas, para el hombre moribundo, apenas si un parpadeo de luz en la breve mancha de sol del limonero: hormigas. Desde su cama las miraba hoy como las había mirado tantos días, sin quererlo, a pesar de sí mismo, fascinado por su trajín incesante y sin objeto. Vendrían, seguramente, desde la tierra, e iban hacia arriba, o volvían; mas él apenas si las veía un momento, cuando cruzaban por donde el sol, burlando el cerco de las hojas, se apoyaba en el tronco. Entonces irritaban su atención con un cosquilleo de sombras fugaces, con un hervor del borde de la luz, que se hacía y se deshacía constantemente a su paso, hasta que él las miraba, y se le apercibían [percibir, observar. DEL] en todo su afán impovidente*, unas cargadas, otras no, ligeras todas, buscándose, huyéndose, tocándose con las antenas como con brazos elocuentes, separándose siguiendo su camino, torciéndolo, cambiando de rumbo a cada instante, si iban viniendo y si venían, yendo: hormigas. ¿Y hacían así el trabajo del hormiguero? Foto: el significado de los sueños.
Era una cordillera interminable que bajaba y subía, que subía y bajaba; mas, para el hombre moribundo, apenas si un parpadeo de luz en la breve mancha de sol del limonero: hormigas. Desde su cama las miraba hoy como las había mirado tantos días, sin quererlo, a pesar de sí mismo, fascinado por su trajín incesante y sin objeto. Vendrían, seguramente, desde la tierra, e iban hacia arriba, o volvían; mas él apenas si las veía un momento, cuando cruzaban por donde el sol, burlando el cerco de las hojas, se apoyaba en el tronco. Entonces irritaban su atención con un cosquilleo de sombras fugaces, con un hervor del borde de la luz, que se hacía y se deshacía constantemente a su paso, hasta que él las miraba, y se le apercibían [percibir, observar. DEL] en todo su afán impovidente*, unas cargadas, otras no, ligeras todas, buscándose, huyéndose, tocándose con las antenas como con brazos elocuentes, separándose siguiendo su camino, torciéndolo, cambiando de rumbo a cada instante, si iban viniendo y si venían, yendo: hormigas. ¿Y hacían así el trabajo del hormiguero? Foto: el significado de los sueños.
[*Vidente; 1. adj. Que ve. 2. com. Persona que
pretende adivinar el porvenir o esclarecer lo que está oculto. DEL]
Similar a “im-posible”: no posible; [Invidente: ciego. No vidente. DEL] *La
palabra “impovidente” NO esta recogida por el DEL.
Quiso virar la cabeza por dejar de observarlas, pero se contentó con quererlo. Tenía la impresión de haberlo hecho, mas no se había movido; no podía. No podía moverse desde hacía ya dos días. Si un deseo lo asaltaba, sentíalo como en pecho ajeno, mientras su cerebro, impasible, lo mascaba: virar la cabeza… Una oleada de inconsciencia lo cubrió lentamente, tocando sus pies primero. Virar… la… ca… be… za…
Allí estaban aún las hormigas, subiendo y bajando, bajando y subiendo. ¿No se cansarían nunca, no morirían jamás, jamás harían un alto en su tarea? Tontas; completamente desorganizadas. Pasos inútiles, vueltas y revueltas, esfuerzos perdidos. Y así eran casi todas las vidas. Hasta la hora en que, muriendo, se ve toda, y lo que se hizo mal se sabe cómo había que haberlo hecho, - cuando es ya demasiado tarde para hacerlo.
Uno a uno, surgían sus errores; aquí fue imprevisión, allí exceso de confianza; ahora un informe falso, ahora… ¿qué? Lo mismo de siempre: él mismo. Impulsivo, obstinado y torpe. Incapaz de esperar, de coordinar el esfuerzo. Inepto para la lucha. Y, sin embargo, él había querido luchar, había luchado. La bala que lo trajo a esta cama se la metieron en el cuerpo por eso. De noche, por la espalda, una mano desconocida; mas quién la armó, y porqué, él lo sabía. Él y todos; pero ya no importaba. Ya no importaba nada, sino lo que pudo hacer bien, y quedaría mal hecho. Sin remedio, mal hecho.
…Llevaban algunas en la boca un algo blanco y diminuto: comida, tal vez, para el hormiguero, o acaso sus hijos, que alguna vez oyó decir que los traían al sol de esa manera; mas no podía precisar qué fuera, ni le importaba mucho. Pasaban un momento por la luz y se movían en ella, para hundirse en seguida en la sombra de que surgían y hacerse otra vez una con la sombra. Mas la mancha de sol seguía parpadeando con su afán incesante e inútil; como si no se hubieran ido, como si se movieran aun en ella, al calor de su trabajo seguía hirviendo.
Quiso virar la cabeza por dejar de observarlas, pero se contentó con quererlo. Tenía la impresión de haberlo hecho, mas no se había movido; no podía. No podía moverse desde hacía ya dos días. Si un deseo lo asaltaba, sentíalo como en pecho ajeno, mientras su cerebro, impasible, lo mascaba: virar la cabeza… Una oleada de inconsciencia lo cubrió lentamente, tocando sus pies primero. Virar… la… ca… be… za…
Allí estaban aún las hormigas, subiendo y bajando, bajando y subiendo. ¿No se cansarían nunca, no morirían jamás, jamás harían un alto en su tarea? Tontas; completamente desorganizadas. Pasos inútiles, vueltas y revueltas, esfuerzos perdidos. Y así eran casi todas las vidas. Hasta la hora en que, muriendo, se ve toda, y lo que se hizo mal se sabe cómo había que haberlo hecho, - cuando es ya demasiado tarde para hacerlo.
Uno a uno, surgían sus errores; aquí fue imprevisión, allí exceso de confianza; ahora un informe falso, ahora… ¿qué? Lo mismo de siempre: él mismo. Impulsivo, obstinado y torpe. Incapaz de esperar, de coordinar el esfuerzo. Inepto para la lucha. Y, sin embargo, él había querido luchar, había luchado. La bala que lo trajo a esta cama se la metieron en el cuerpo por eso. De noche, por la espalda, una mano desconocida; mas quién la armó, y porqué, él lo sabía. Él y todos; pero ya no importaba. Ya no importaba nada, sino lo que pudo hacer bien, y quedaría mal hecho. Sin remedio, mal hecho.
…Llevaban algunas en la boca un algo blanco y diminuto: comida, tal vez, para el hormiguero, o acaso sus hijos, que alguna vez oyó decir que los traían al sol de esa manera; mas no podía precisar qué fuera, ni le importaba mucho. Pasaban un momento por la luz y se movían en ella, para hundirse en seguida en la sombra de que surgían y hacerse otra vez una con la sombra. Mas la mancha de sol seguía parpadeando con su afán incesante e inútil; como si no se hubieran ido, como si se movieran aun en ella, al calor de su trabajo seguía hirviendo.
Así de niño las había visto pasar por un camino.
Era una piedra de cantero, una piedra lisa y blanca por donde tenía su paso el
hormiguero; pero él trazó dos rayas con una amapola, y les prohibió el paso. Cuando una las atravesaba, la
aplastaba con el pulgar ancho y manchado; pero ellas seguían pasando, camino
del trabajo, camino del granero. Seguramente con igual desorganizado
afán que estas otras en el tronco del limonero, iban y venían transponiendo sus
líneas, y él no daba abasto a matarlas. Morían sin que ninguna, acaso ni aun
ellas mismas, supieran que habían muerto; tal vez no sabían tampoco que habían
vivido. Morían cumpliendo su tarea, indiferentemente, y el trabajo seguía
indiferente. Cruzaban sus fronteras, no porque él se los hubiera prohibido,
sino porque les era necesario; y si las mataba, no se percataban de ello. Dejó
de matarlas.
Y aun trabajaban de la misma manera. Pensó que
habría sus ojos para verlas mejor; mas sus ojos permanecieron inmóviles, aunque
se reconciliaba con ellas y con sus yerros. Los suyos tampoco importaban gran
cosa: la Revolución seguiría a pesar de ellos, su camino. La había servido como
había podido, llevando un trecho su carga hacia el granero; pero ahora que un
pulgar arbitrario lo aplastaba no importaba que, procediendo de otro modo,
hubiera podido llevarla un poquito más lejos: otros lo harían. Ahora apenas veía las hormigas;
ahora ya no las veía. La mancha de sol, sin embargo, seguía hirviendo en
la sombra que se tragaba al limonero. También ella se hundió, de pronto, en la
sombra, y no existió más para el hombre que había muerto; mas la cordillera
interminable aun bajaba y subía, aun subía y bajaba, parpadeo de luz en la
mancha de sol del limonero.
Fuente: Cunda y otros poemas,
por Rosa Hilda Zell. De su libro, les ofrezco este cuento (1,938) que
parte de un hecho real.
LAS RECETAS DE LA ABUELA.
“Receta de <Saladitos Para la
Cerveza> de acuerdo al “El Menú de la Semana” por Adriana
Loredo [Rosa Hilda Zell] en la revista Bohemia,
edición que circuló el 3 de julio de 1949.
Estimamos que la cocina cubana es parte de
nuestra cultura y aunque hoy en día posiblemente esta receta no esté del todo
de acuerdo con nuestros hábitos, sí es parte del cómo fue. La presentamos
aquí no como receta de cocina, sino como parte de nuestro legado cultural.
Para servir con cerveza fría (¡y que sea
cubana, por favor!) he aquí unos deliciosos saladitos en cuya hechura para nada
interviene la mantequilla”:
SALADITOS PARA LA CERVEZA.
Dos tazas de harina “de todos los usos”,
cernida; una pizca de sal; media taza de manteca de puerco, - cerdo-, enfriada en el refrigerador; dos
huevos; una taza de queso Gruyere rallado, mezclado con media
cucharadita de mostaza en polvo; dos y media tazas de leche; sal gruesa de
cocina, la que lleve (al
gusto); semillitas de ajonjolí. Foto: El Confidencial.
Método: Cierna juntas la harina y la sal, e incorpóreles
la manteca, cortándola con dos cuchillos, hasta que se vea de la consistencia de una harina de maíz.
Agregue uno de los huevos, batido, a la leche, y dicha mezcla a la harina con
la manteca, amasándola.
Póngalo
todo un par de horas en el refrigerador. Pasado este tiempo, extienda la masa, con movimientos ligeros, a ¼ de
pulgada, <≈½cm>, de espesor, poniendo en la mesa la menor cantidad posible de harina.
Córtela en tiritas finas de tres pulgadas
de largo, -<8 cm>-, (más o menos) por un tercio de pulgada de ancho, -<poco
más de 1 cm>-, más o menos también.
Bata
el huevo que no usó para hacer la pasta, pase por él las tiritas y luego por el queso rallado,
procurando que se les pegue la mayor cantidad de éste que sea posible.
Espolvoréelas con sal gruesa y semillitas
de ajonjolí, y hornee en horno moderado (190º C = 375 grados F) hasta que se
doren. Rinde alrededor de 60 saladitos. ¡A disfrutarlos, con una cerveza cubana
bien fría!
Si desea conocer más sobre esta escritora, abra
este vínculo, que fue publicado originalmente por María Antonio Borroto, en Archipiélago,
en el año 2016. https://www.thefreelibrary.com/Adriana+Loredo%3A+paginas+muy+bien+condimentadas-a0454268921
DEL HOGAR Y ALGO MÁS
El árbol de la canela, conocido como canelo, (1) … es un árbol de hoja perenne, de 10 a 15 metros de altura, procedente de Sri Lanka. Se aprovecha como especia su corteza interna, que se obtiene pelando y frotando las ramas.
El árbol de la canela, conocido como canelo, (1) … es un árbol de hoja perenne, de 10 a 15 metros de altura, procedente de Sri Lanka. Se aprovecha como especia su corteza interna, que se obtiene pelando y frotando las ramas.
Originario de Oriente; además de Sri Lanka,
también se cultiva en India y en otras zonas del
mundo, incluyendo todo el sur de Asia.
Ha sido utilizada antiguamente en la España rural para inducir
sueño a los niños. Era un relajante que empleaban las madres rurales
para dormirlos a la hora de ir al campo a trabajar. Su uso es común en las
mujeres cuando se les retrasa la menstruación, pero este también trae
consecuencias. (4)
…, la canela tiene beneficiosos efectos
contra la diabetes y la
hipercolesterolemia (según investigadores del Departamento de Nutrición
Humana del Centro de Investigación en Beltsville, en Maryland),(5, 6,7)
en primer lugar, la
ingesta de canela ayuda a reducir las cifras de azúcar en sangre en las
personas diabéticas; en segundo lugar, tan sólo media cucharadita puede ayudar a disminuir
asimismo los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.
Sus
propiedades anti inflamatorias
hacen de la canela un gran relajante muscular. Los procesos inflamatorios propios de la práctica de
ejercicio (responsables de dolores musculares. 8) son inhibidos por el alcohol
de cinamilo y el eugenol presentes en la canela Una forma de incorporar esta especia podría ser
añadiéndola en alimentos tales como el café, té, zumos, cereales o tostadas y
chocolate con y sin leche.
Se
usa contra resfriados, gripe y bronquitis por su fuerte efecto como estimulante calorífico. Es utilizada como tónico estomacal, ya que
facilita el buen funcionamiento del sistema digestivo ayudando a la expulsión de gases y a combatir las náuseas, los
vómitos y las diarreas. No conviene a las
personas que sufren de úlcera gastroduodenal. En dosis altas puede provocar
alteraciones nerviosas. (9)
Además, la creencia popular la tilda de
ayudar [contra] la impotencia, en el caso de los hombres, ya que la canela se
ha usado desde antiguos tiempos para distintos fines, pero su poder afrodisíaco la caracteriza
universalmente. (10) Fuente y foto: https://es.wikipedia.org.
INFORMACIONES ÚTILES:
Trazan el mapa de las
conexiones nerviosas del gusano más famoso
ElEspectador.com El gusano Caenorhabditis elegans es una de las especies más
estudiadas por la ciencia. Mide apenas un milímetro. Por primera vez los científicos reconstruyen un
mapa de todas sus neuronas y conexiones. Leer más.
Cómo mantenerse
seguro durante un terremoto Los terremotos ocurren
repentinamente, en forma violenta y sin aviso previo. Si bien no hay garantías
de seguridad durante un terremoto, puede tomar algunas medidas para protegerse.
¿En qué consisten estas medidas? En nuestra página sobre terremotos las
detallamos.
¿Qué es la
espondilosis cervical? La espondilosis cervical ocurre cuando se desgastan los discos y huesos
del cuello, lo que causa dolor cervical crónico. El envejecimiento es el mayor
factor de riesgo. ¿Cómo se trata? Entérese en nuestra página sobre espondilosis cervical.
Receta: Crema de garbanzos al
limón: ¿No tiene hummus? ¡No hay problema! Prepare su propia crema de garbanzos al
limón con esta rica receta. Las
anteriores informaciones son de: Medline Plus.
Hipertensión y diabetes mal tratadas
afectan a la memoria, dice especialista Hoy Los Ángeles. Leer más.
POESÍA.
PARA REFRESCAR.
1. Andrea Bocelli - Concerto.One Night in Central
Park.2011 - рart 9. Dos
horas de buena música, más de 1,5 millones de visitas. https://www.youtube.com/watch?v=YCgTgkTnl4Q
2. Bésame Mucho - André Rieu. Algo más de 3 mt Más de 3,5 millones de visitas. https://www.youtube.com/watch?v=gNCxzbW9mtY
3. Cuba Feliz - Lágrimas Negras. Más de 21 millones de visitas. https://www.youtube.com/watch?v=tozhe0yTAqo
Fuente: YouTube.
1. Dejando de fumar: - Paco ¿dónde estuviste? - En una clínica donde te
quitan las ganas de fumar. - ¡Pero si estás fumando! - Ya... pero sin ganas.
2. Taxista gracioso: Llega un señor y le dice al taxista: - Por favor,
déjeme en el semáforo. Y el taxista le responde: - Yo lo dejo en la esquina, y usted ya verá cómo se sube.
3. Rockero diferente: - ¿De qué trabajas? Soy rockero. - ¿Me tocarías una canción? - No, junto piedras y las vendo.
4. “No hay palabra mal dicha, sino mal entendida.” - Pues mis padres se han
ido de vacaciones a la capital de Siria. - ¿Damasco? - Tú sí que das asco...
5. El “abre fácil” de siempre: Estaba un superviviente en una isla desierta
y le llegó del mar una
caja de latas de comida abre fácil y se murió de hambre... [¿Por qué serán tan difíciles
de abrir los abre fáciles] Fuente: chistescortos.yavendras.com
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Próxima edición: 10-12 de septiembre. Publicado: 21 de agosto
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