“Los hermanos Grimm Jacob Grimm (Hanau, Hesse; 4 de enero de 1,785-Berlín, †20 de septiembre de 1,863) y Wilhelm Grimm (ibidem; 24 de febrero de 1,786-Berlín, †16 de diciembre de 1,859), fueron eruditos*, filólogos, mitólogos**, investigadores culturales, lexicógrafos y escritores alemanes que coleccionaron y publicaron juntos folclore y libros durante el siglo xix. Están entre los primeros y más conocidos coleccionistas de cuentos porque popularizaron relatos orales tradicionales como La Cenicienta , El príncipe rana etc. etc.” https://es.wikipedia.org/wiki/Hermanos_Grimm# *Erudito, ta. 1. adj. Instruido en varias ciencias, artes y otras materias. U. t. c. s. 2. m. y f. Persona que conoce con amplitud los documentos relativos a una ciencia o arte. **Mitólogo: 1. m. y f. Persona que profesa la mitología o tiene en ella especiales conocimientos. D.L.E., RAE.
Los “cuentos” de los hermanos Grimm que
conocemos NO SON los que ellos recogieron en una labor de investigación y
reconstrucción histórica entre la población de los antiguos principados, que
hoy forman la moderna Alemania. Fueron tomados como los narraban en el
siglo XIX la población rural, con un origen en siglos anteriores. Tras adaptar los cuentos a
las exigencias de su siglo alcanzaron gran éxito y divulgación sus cuentos.
“Un aspecto controvertido de este éxito es que en
muchos lugares su versión escrita ha desplazado casi por completo a las que
seguían vivas en la tradición oral local. [Hoy se pueden adquirir ediciones digitales
que conservan el contenido original.]
Los textos se fueron adornando y, a veces,
censurando de edición en edición debido a su extrema dureza. Los Grimm se defendían de las críticas
argumentando que sus cuentos no estaban dirigidos a los niños. Pero, para
satisfacer las exigencias del público burgués, tuvieron que cambiar varios
detalles de los originales. Por ejemplo, la madre de Hansel y Gretel pasó a ser una madrastra,
porque el hecho de abandonar a los niños en el bosque (cuyo significado
simbólico no se reconoció) no coincidía con la imagen tradicional de la madre
de la época. También hubo que cambiar o, mejor dicho, omitir alusiones sexuales
explícitas”. es.wikipedia.org.com Sin más, le ofrecemos este:
BLANCANIEVE
Y ROJAROSA.
Una pobre mujer vivía en una cabaña en medio
del campo; en un huerto situado delante de la puerta, había dos rosales, uno de
los cuales daba rosas blancas y el otro rosas encarnadas. La viuda tenía dos
hijas que se parecían a los dos rosales, la una se llamaba Blancanieve y la otra Rojarosa.
Eran las dos niñas lo más bueno, obediente y trabajador que se había visto
nunca en el mundo, pero Blancanieve
tenía un carácter más tranquilo y bondadoso; a Rojarosa le gustaba mucho más correr por los prados y los campos en
busca de flores y de mariposas. (…) Las dos hermanas se amaban tanto, que iban
de la mano siempre que salían, y cuando (una) decía,
Blancanieve: -No nos
separaremos nunca. Contestaba Rojarosa:
En toda nuestra vida. Y la madre añadía: Todo debería ser común entre
ustedes dos.
Iban con frecuencia al bosque para coger
frutas silvestres, y los animales las respetaban y se acercaban a ellas sin
temor. La liebre comía en su mano, el cabrito pacía a su lado, el ciervo
jugueteaba delante de ellas, y los pájaros, colocados en las ramas, entonaban
sus más bonitos gorjeos.
Nunca les sucedía (algo) malo; si las
sorprendía la noche en el bosque, se acostaban en el musgo una al lado de la
otra y dormían hasta el día siguiente sin que su madre estuviera inquieta.
Una
vez que pasaron la noche en el bosque, cuando las despertó la aurora, vieron a
su lado un niño muy hermoso, vestido con una túnica de resplandeciente
blancura, el cual les dirigió una mirada amiga, desapareciendo en seguida en el
bosque sin decir una sola palabra. Vieron entonces que se habían acostado
cerca de un precipicio, y que hubieran caído en él con sólo dar dos pasos más
en la oscuridad. Su madre les dijo que aquel niño era el Ángel de la Guarda de
las niñas buenas.
Blancanieve y Rojarosa tenían tan limpia la cabaña de
su madre, que se podía cualquiera mirar en ella. Rojarosa cuidaba en verano de la limpieza, y todas las mañanas, al
despertar, encontraba su madre un ramo, en el que había una flor de cada uno de
los dos rosales. Blancanieve encendía
la lumbre en invierno y colgaba la marmita en los llares (sic) (Supongo que sean metales donde se cuelgan las
cazuelas), y la marmita, que era de cobre amarillo, brillaba como unas perlas
de limpia que estaba. Cuando nevaba por la noche, decía la madre:
-Blancanieve,
ve a echar el cerrojo. Y luego se sentaban en un rincón a la lumbre; la madre
se ponía los anteojos y leía en un libro grande; y las dos niñas la escuchaban
hilando; cerca de ellas estaba acostado un pequeño cordero y detrás dormía una
tórtola en su caña (tallo) con la cabeza
debajo del ala.
Una noche, cuando estaban hablando con la
mayor tranquilidad, llamaron a la puerta. -Rojarosa
-dijo la madre- ve a abrir corriendo, pues sin duda será algún viajero
extraviado que buscará asilo por esta noche.
Rojarosa fue a
descorrer el cerrojo y esperaba ver entrar algún pobre, cuando asomó un oso su gran cabeza negra por la
puerta entreabierta. Rojarosa
echó a correr dando gritos, el cordero comenzó a balar, la paloma revoloteaba
por todo el cuarto y Blancanieve
corrió a esconderse detrás de la cama de su madre.
Pero el oso les dijo: -No teman, no les haré daño; sólo les pido permiso para calentarme un
poco, pues estoy medio helado.
-Acércate al fuego, pobre oso -contestó la
madre- pero ten cuidado de no quemarte la piel. Después llamó a sus hijas de
esta manera: -Blancanieve, Rojarosa, vengan; el oso no les hará
daño, tiene buenas intenciones.
Entonces vinieron las dos hermanas, y se acercaron también poco a
poco el cordero y la tórtola y olvidaron su temor.
-Hijas
-les dijo el oso- ¿quieren sacudir la
nieve que ha caído encima de mis espaldas?
Las niñas cogieron entonces la escoba y le
barrieron toda la piel; después se extendió delante de la lumbre manifestando
con sus gruñidos que estaba contento y satisfecho. No tardaron en
tranquilizarse por completo; y aún en jugar con este inesperado huésped. Le
tiraban del pelo, se subían encima de su espalda, le echaban a rodar por el
cuarto, y cuando gruñía, comenzaban a reír. El oso las dejaba hacer cuanto
querían, pero cuando veía que sus juegos iban demasiado lejos, les decía: -Déjenme vivir, no vayan a matar al
pretendiente de ustedes.
(…) Las niñas le abrieron las puertas a la
aurora, y él se fue al bosque trotando sobre la nieve. Desde aquel día, volvía
todas las noches a la misma hora, se extendía delante de la lumbre y las niñas
jugaban con él todo lo que querían, habiendo llegado a acostumbrarse de tal
modo a su presencia, que nunca echaban el cerrojo a la puerta hasta que él
venía.
En la primavera, en cuanto comenzó a nacer el
verde, dijo el oso a Blancanieve: -Me marcho, y no volveré en todo el verano.
-¿Dónde vas, querido oso? -le preguntó Blancanieve. -Voy al bosque, tengo que
cuidar de mis tesoros, porque no me los roben los malvados enanos. Por el
invierno, cuando la tierra está helada, se ven obligados a permanecer en sus
agujeros sin poder abrirse paso; pero ahora que el sol ha calentado ya la
tierra, van a salir al merodeo; lo que cogen y ocultan en sus agujeros no
vuelve a ver la luz con facilidad.
Blancanieve sintió
mucho la partida del oso, cuando le abrió la puerta se desolló (rasgo la piel) un
poco al pasar con el pestillo, y creyó haber visto brillar oro bajo su piel, mas
no estaba segura de ello. El oso partió con la mayor celeridad, y desapareció
bien pronto entre los árboles.
Algún tiempo después, envió la madre a sus
hijas a recoger madera seca al bosque, vieron un árbol muy grande en el suelo,
y una cosa que corría por entre la yerba alrededor del tronco, sin que se
pudiera distinguir bien lo que era. Al acercarse distinguieron un pequeño
enano, con la cara vieja y arrugada y una barba blanca de una vara* de largo. [*Vara: 13. f. Medida de longitud que se usaba en distintas regiones de
España con valores diferentes, que oscilaban entre 768 y 912 mm].
Se le había enganchado la barba en una hendidura del árbol, y el enano
saltaba como un perrillo atado con una cuerda que no puede romper; fijó sus
ardientes ojos en las dos niñas y les dijo:
-¿Qué hacen ahí mirando?
¿Por qué no vienen a socorrerme? -¿Cómo te has
dejado coger así en la red, pobre hombrecillo? -le preguntó Rojarosa.
-Tonta curiosa
-replicó el enano-, quería partir este árbol para tener pedazos pequeños de
madera y astillas para mi cocina, pues nuestros platos son chiquititos y los
tarugos grandes los quemarían; nosotros no nos atestamos de
comida como la raza grosera y tragona de ustedes. Ya había
introducido la cuña en la madera, pero era demasiado resbaladiza; ha saltado en
el momento en que menos lo esperaba, y el tronco se ha cerrado tan pronto, que
no he tenido tiempo para retirar mi hermosa barba blanca que se ha quedado
enredada. ¿Se echan a reír, simples (tontas)? ¡Qué feas son!
Por más que hicieron las niñas no pudieron
sacar la barba que estaba cogida como con un tornillo. -Voy a buscar gente -dijo Rojarosa.
-¿Llamar gente? -exclamó el enano con su
ronca voz- ¿no son ya demasiado ustedes dos, imbéciles borricas?
-Ten
un poco de paciencia -dijo Blancanieve-
y todo se arreglará. Y sacando las tijeras de su bolsillo le cortó la punta
de la barba. En cuanto el enano se vio libre, fue a coger un saco lleno de
oro que estaba oculto en las raíces del árbol, diciendo: -¡Qué animales son
esas criaturas! ¡Cortar la punta de una barba tan hermosa! El diablo las lleve. Después
se echó el saco a la espalda y
se marchó sin mirarlas siquiera.
Algunos meses después fueron las hermanas a
pescar al río; al acercarse a la orilla vieron correr una especie de
saltamontes grande, que saltaba junto al agua como si quisiera arrojarse a
ella. Echaron a correr y reconocieron
al enano.
-¿Qué tienes? -dijo Rojarosa- ¿es que quieres tirarte al río? -¡Qué bestia eres!
-exclamó el enano- ¿no ves que es ese maldito pez
que quiere arrastrarme al agua?
Un pescador había echado el anzuelo, pero por
desgracia el aire enredó el hilo en la barba del enano, y cuando algunos
instantes después mordió el cebo un pez muy grande, las fuerzas de la débil
criatura no bastaron para sacarle del agua y el pez, (…), atraía al enano hacia
sí, quien tuvo que agarrarse a los juncos y a las yerbas de la ribera, a pesar
de lo cual le arrastraba el pez y se veía en peligro de caer al agua. Las niñas
llegaron a tiempo para detenerle y procuraron desenredar su barba,... Fue
preciso recurrir otra vez a las tijeras y cortaron un poco de la punta.
El enano exclamó entonces encolerizado: -Necias,
¿tienen la costumbre de desfigurar así a
las gentes? ¿No ha sido
bastante con haberme cortado la barba una vez, sino que han vuelto a cortármela
hoy? ¿Cómo me voy a presentar a mis
hermanos? ¡Ojalá tengan que correr sin zapatos y se desuellen
los pies! [Desollar:
perder la piel. En desuso.]
Y cogiendo un saco de perlas que estaba
oculto entre las cañas, se lo llevó sin decir una
palabra y desapareció en seguida detrás de una piedra.
Poco tiempo después envió la madre a sus
hijas a la aldea para comprar hilo, agujas y cintas. Tenían que pasar por un
erial lleno de rosas, donde distinguieron un pájaro muy grande que daba vueltas
en el aire… comenzó a bajar poco a poco, concluyendo por dejarse caer de pronto
al suelo. Al mismo tiempo se oyeron gritos penetrantes y lastimosos.
Corrieron y vieron con asombro a un águila
que tenía entre sus garras a su antiguo conocido el enano y que procuraba
llevárselo. Las niñas, guiadas por su bondadoso corazón, sostuvieron al enano
con todas sus fuerzas, y se las hubieron
[enfrentaron] también con el águila que acabó por soltar su presa; pero en
cuanto el enano se repuso de su estupor, les gritó con voz gruñona:
-¿No podían haberme cogido con un
poco más de suavidad, pues han tirado de tal manera de mi pobre vestido que me
lo han hecho pedazos? ¡Qué torpes son!
Después cogió un saco de piedras preciosas y
se deslizó a su agujero en medio de las rosas. Las niñas estaban
acostumbradas a su ingratitud y así continuaron su camino sin hacer caso,
yendo a la aldea a sus compras.
Cuando a su regreso volvieron a pasar por
aquel sitio, sorprendieron al enano que estaba vaciando su saco de piedras
preciosas,…. El sol al ponerse iluminaba la pedrería y lanzaba rayos tan
brillantes, que las niñas se quedaron inmóviles para contemplarlas.
-¿Por qué se quedan ahí embobadas?
-les dijo, y su rostro ordinariamente gris estaba enteramente
rojo de cólera.
Iba a
continuar insultando cuando salió del fondo del bosque un oso completamente
negro, dando terribles gruñidos. El enano quería huir lleno de espanto, pero no
tuvo tiempo para llegar a su escondrijo, pues el oso le cerró el paso.
Entonces le dijo suplicándole con un acento
desesperado: -Perdóname, querido señor
oso, y te daré todos mis tesoros, todas esas joyas que vez delante de ti,
concededme la vida. ¿Qué ganarás con en matar a un miserable enano como yo?
Apenas me sentirías entre los dientes. ¿No es mucho mejor que cojas a
esas dos malditas muchachas, que son dos buenos bocados, gordas como
codornices? Cómetelas, en nombre de Dios.
Pero el oso,
sin escucharlo, dio a aquella malvada criatura un golpe con su pata y cayó al
suelo muerta.
Las niñas se habían salvado, pero el oso les
gritó: -¿Blancanieve? ¿Rojarosa? No tengan miedo, espérenme.
Reconocieron su voz y se detuvieron, y cuando estuvo cerca de ellas,
cayó de repente su piel de oso y vieron a un joven vestido con un traje dorado.
-Soy un
príncipe -les dijo- ese infame enano
me había convertido en oso, después de haberme robado todos mis tesoros. Me había condenado a recorrer los bosques
bajo esta forma y no podía
verme libre más que con su muerte. Ahora ya ha recibido el premio de su
maldad.
Blancanieve se casó con
el príncipe y Rojarosa con un hermano
suyo y repartieron entre todos los grandes tesoros que el enano había
amontonado en su agujero. Su madre vivió todavía muchos años tranquila y feliz
cerca de sus hijas. Tomó los dos rosales y los colocó en su ventana, donde
daban todas las primaveras hermosísimas rosas blancas y encarnadas. Fuente condensada:
https://ciudadseva.com/autor/hermanos-grimm/cuentos/
LAS
RECETAS DE LA ABUELA.
¿POR QUÉ HAY TANTAS SALCHICHAS EN ALEMANIA?
No, no es un tópico: Alemania es el paraíso de las salchichas. Hasta aquí nada nuevo bajo el sol pero, ¿qué factores han hecho de las salchichas la comida más típica de Alemania? Hay tantas razones que lo explican que lo extraño hubiera sido que comieran otra cosa. Toma nota. Y así hasta 1.992 variedades más… Foto: salchicha francesa. No admite Webp. No copie la fuente.
¿Cuántos tipos de salchichas hay
en Alemania?
Como dice Neil MacGregor en Germany, memories of a nation, si
DeGaulle se quejaba de la dificultad de gobernar un país con 246 tipos de quesos,
imagina cómo será hacerlo en uno con 1.200 variedades de salchichas.
La explicación a tanta diversidad es histórica: antes de su unificación
(1,871) Alemania estuvo durante más de un milenio dividida en un mosaico de
pequeños reinos y ciudades independientes rivales que facilitaron la aparición
de innumerables variedades locales de salchichas para orgullo de sus vecinos.
Eso sin olvidar las incontables ventajas gastronómicas de las salchichas en un
medio como Alemania tan distinto, por ejemplo, a nuestras dehesas*. Dehesa 1.
f. Tierra generalmente acotada y por lo común destinada a pastos. D.L.E.,
R.A.E.
¿De qué están hechas las
salchichas alemanas?
Mira que te lo tengo dicho: donde hay bellotas, el cerdo es
el rey. ¿Y qué cubría las bárbaras tierras de los germanos hasta
anteayer? Los tétricos bosques de robles de los cuadros de Friedrich o los
cuentos de los Grimm. Y si esas bellotas se las comen los puercos de nuestras
dehesas, se sacrifican por san Martín y se curan las chacinas* al aire frío y
seco del invierno extremeño, pero si vives en Alemania la humedad no te deja
otra que ahumar o cocer la carne para asegurar su conservación. ¡Voilà! Ahora
ya sabes por qué Alemania no es el Valhalla del jamón sino de las salchichas.
Claro que, no sólo de cerdo vive el hombre…. Chacina: 2. f. Carne de puerco adobada de la que se suelen hacer
chorizos y otros embutidos. D.L.E., R.A.E.
Salchichas de ternera para los judíos de Alemania:
¿Qué aparece en Alemania cuando
se talan los robledales? Pastos, muchos pastos. Pastos de hierbas altas y
flores primaverales para regocijo de judíos y terneras. ¿Judíos? Sí, judíos.
¿Qué otra cosa podrían comer en el imperio de las salchichas de cerdo? Valga
como ejemplo la rindswurst –salchicha
de res- de Frankfurt, no por casualidad una de las ciudades con mayor población
judía de todo Alemania. Apenas viven hoy judíos en Frankfurt, pero las rindswurst continúan siendo todo un
emblema de la ciudad. Lo dicho: no sólo de cerdo vive el hombre, al menos el
que no es cristiano. [Actualmente
las salchichas de vacuno son consumidas por muchas comunidades que tienen
prohibida la carne de cerdo: musulmanes,
hindúes, budistas, etc.]
Las especias de las salchichas alemanas:
Europa entera se pirraba por las
especias en la Baja Edad Media, pero tal vez fuera Alemania el lugar donde esta
pasión fue más fuerte. Las
especias fueron uno de los productos estrella de la Hansa, la liga comercial de
ciudades bálticas y del Mar del Norte responsable, por ejemplo, de que
el azafrán sea tan popular en la repostería germana o escandinava. Al sur de Alemania las especias
llegaban desde Venecia. Fuere donde fuere, las especias son un ingrediente
fundamental de las salchichas alemanas pues servían tanto para diferenciar el sabor
de cada variedad local, como para ayudar –aunque menos de lo que se
piensa- a preservar la carne. De nuevo un buen ejemplo: las rostbratwurst de Núremberg, una de las
variedades más populares de Alemania famosas por su pequeño tamaño -entre 7 y 9
cm- y el uso de mejorana y alcaravea. * Alcaravea. 1. f. Planta anual… que, por ser
aromáticas, sirven para condimento. D.L.E., R.A.E
La dieta de los obreros alemanes:
Decir Segunda Revolución
Industrial es decir Alemania, y aunque el proceso sembró el país de trenes y
cañones a finales del XIX también acabó con las salchichas artesanales. ¡Auf wiedersehen, carnes picadas a mano; willkommen, desechos finamente triturados para cebar al
proletariado! Así fue como
una actividad artesanal, orgullo de villas y ciudades, cedió paso a una
industria alimentaria que lo mismo reducía a picadillo carnes de tercera que a
sus obreros. Estremece pensar que las peores salchichas de Chicago,
aquellas que ni el más famélico de los obreros americanos se comía, se
embarcaban rumbo a Hamburgo. Eso era entonces, porque hoy su destino es el
lineal de tu supermercado, convirtiendo a las frankfurter en el paradigma de las carnes ultra procesadas de la
peor calidad, hundiendo en
la inmundicia el prestigio de las excelentísimas salchichas tradicionales
alemanas.
https://hummussapiens.wordpress.com/2019/10/31/por-que-hay-tantas-salchichas-en-alemania/
DEL
HOGAR Y ALGO MÁS.
CANÓNIGOS:
Los canónigos son unas pequeñas hojas de color verde intenso que sirven para dar textura y sabor a las comidas, especialmente ensaladas, en invierno. Esta planta, originaria de Italia y extendida por toda Europa, resiste muy bien el frío aunque actualmente la podemos encontrar durante todo el año en el mercado. Foto: Pinterest
Los canónigos son crujientes y agradables
de sabor, no obstante, su mayor fuerza se encuentra en la gracia de sus hojas,
idóneas para vestir los platos y hacerlos más atractivos.
Propiedades y beneficios: Los
canónigos son una planta que rica en nutrientes y con escaso aporte
calórico. Por tanto, es muy aconsejable para dietas destinadas a frenar la
obesidad.
Aportan
ácido fólico, indispensable
en embarazadas para prevenir malformaciones en el feto. Asimismo,
también contienen vitaminas A, B, C y E, que contribuyen al buen
funcionamiento del organismo, combaten la oxidación celular, regulan la
circulación sanguínea... La presencia de potasio ayuda al buen
funcionamiento del sistema nervioso al tiempo de que se trata de un producto
digestivo y que ayuda a depurar el organismo, especialmente riñones y sangre.
Canónigos: valor nutricional, (por cada
100 gramos). Calorías: 21 kcal; Hidratos de
carbono: 0,7 gr; Proteínas: 2 gr; Fibra: 2,4 gr; Grasas: 0,4 gr; Hierro: 2 mg; Fósforo: 53 mg; Potasio: 459 mg
Por todo ello considero indispensable incluir los canónigos en todas nuestras
ensaladas.
INFORMACIONES
ÚTILES:
Estos son los síntomas que avisan
sobre una infección del herpes zóster
La Razón. Una
enfermedad rara que queda en nuestro organismo durante décadas y de repente un
buen día aparece. El
herpes zoster tiene su origen en el virus que causa la varicela, que permanece
inactivo en el tejido nervioso cerca de la médula espinal y del cerebro,...
Estos son los diez alimentos que
deberías de evitar sí o sí para evitar los picos de insulina 20minutos. Cuando las personas con
diabetes ingieren alimentos con azúcares de absorción lenta, como los hidratos,
se produce un subidón de azúcar en sangre y de manera muy rápida. Seguir una
dieta adecuada puede ayudar a disminuir los síntomas y el riesgo de...
Hígado graso, la enfermedad que
cambió de nombre y puede llevar a la cirrosis sin tomar una gota de alcohol Clarín.com En cambio, cuando sí hay
inflamación, ésta hace que progrese a cirrosis o enfermedad terminal del
hígado, en cuyo caso estamos hablando de enfermedad asociada a la disfunción
del metabolismo con esteatohepatitis.
MIND, la dieta que diseñó un
grupo de investigadores y prioriza los alimentos que protegen el cerebro LA NACION. Morris y sus colegas observaron
que, en estudios de investigación, las personas que seguían las dietas DASH y
mediterránea (que dan prioridad a las frutas, las verduras, los cereales
integrales, las proteínas magras y las grasas saludables) solían tener...
POESÍA:
¿Qué es la humana existencia?
Es fuego que no abrasa,
Perfume sin esencia,
Sombra de humo que pasa.
Autor: Enrique José Varona, Día de los Difuntos. El Maestro luchó por la Libertad de Cuba en la manigua, participó activamente en la política durante la República. Murió en 1,933.
Fuente: https://www.elcamaguey.org/enrique-jose-varona-dia-de-difuntos
Próxima edición: preferentemente el viernes 25 de noviembre.
El blog https://mangoconarrozdos.blogspot.com/ se hace sin ánimo de lucro. No percibimos ingresos por él. Sólo lo creamos para brindarle información y entretenimiento. Por razones de espacio algunos textos han sido resumidos. Si desea leer completo el tema, debe ir al vínculo del texto. Han sido preservados los datos esenciales. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son de la Editora. El sentido de (…) y de… es indicar que se ha condensado el original. Los comentarios entre [] son de la Editora. Nuestros blogs son posibles por los servicios gratuitos de diferentes empresas internacionales de comunicación, los Alertas de Google y otros medios de información confiables. Gracias.
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