(Imagen de librosylibretas.com).
La Literatura[1] en sí misma y en cualquiera de sus manifestaciones puede ser una bella obra, agradable de leer, y vacía de contenido dramático, económico, social. Muchas así existen y han existido, incluso premiadas con los más altos galardones oficiales, pero no perduran en la memoria del lector ni en la historia de la Literatura de un pueblo o del mundo.
La obra de Juan Rulfo tiene la virtud de romper con la tontería cotidiana, edulcorada, hipócrita y reflejar la realidad de su pueblo en un momento de su historia. Es el peón quien habla, expresa su cruel realidad y lo hace de una manera creíble, verídica, auténtica. De ese brillante y obsesivo escritor, les traemos esta joya tomada de upavpsicopedagogia.com a la que expresamos nuestro agradecimiento por facilitar la obra de Juan Rulfo. Gracias.
“Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros.
Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo.
Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza.
Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca.
Hemos venido caminando desde el amanecer. Ahorita son algo así como las cuatro de la tarde. Alguien se asoma al cielo, estira los ojos hacia donde está colgado el sol y dice:
-Son como las cuatro de la tarde.
Ese alguien es Melitón. Junto con él, vamos Faustino, Esteban y yo. Somos cuatro. Yo los cuento: dos adelante, otros dos atrás. Miro más atrás y no veo a nadie. Entonces me digo: "Somos cuatro." Hace rato, como a eso de las once, éramos veintitantos, pero puñito a puñito se han ido desperdigando hasta quedar nada más que este nudo que somos nosotros.
Faustino dice:
-Puede que llueva.
Todos levantamos la cara y miramos una nube negra y pesada que pasa por encima de nuestras cabezas. Y pensamos: "Puede que sí."
No decimos lo que pensamos. Hace ya tiempo que se nos acabaron las ganas de hablar. Se nos acabaron con el calor. Uno platicaría muy a gusto en otra parte, pero aquí cuesta trabajo. Uno platica aquí y las palabras se calientan en la boca con el calor de afuera, y se le resecan a uno en la lengua hasta que acaban con el resuello.
Aquí así son las cosas. Por eso a nadie le da por platicar.
Cae una gota de agua, grande, gorda, haciendo un agujero en la tierra y dejando una plasta como la de un salivazo. Cae sola. Nosotros esperamos a que sigan cayendo más y las buscamos con los ojos. Pero no hay ninguna más. No llueve. Ahora si se mira el cielo se ve a la nube aguacera corriéndose muy lejos, a toda prisa. El viento que viene del pueblo se le arrima empujándola contra las sombras azules de los cerros. Y a la gota caída por equivocación se la come la tierra y la desaparece en su sed.
¿Quién diablos haría este llano tan grande? ¿Para qué sirve, eh?
Hemos vuelto a caminar. Nos habíamos detenido para ver llover. No llovió. Ahora volvemos a caminar. Y a mí se me ocurre que hemos caminado más de lo que llevamos andado. Se me ocurre eso. De haber llovido quizá se me ocurrieran otras cosas. Con todo, yo sé que desde que yo era muchacho, no vi llover nunca sobre el llano, lo que se llama llover.
No, el Llano no es cosa que sirva. No hay ni conejos ni pájaros. No hay nada. A no ser unos cuantos huizaches[2] trespeleques[3] y una que otra manchita de zacate con las hojas enroscadas; a no ser eso, no hay nada.
Y por aquí vamos nosotros. Los cuatro a pie. Antes andábamos a caballo y traíamos terciada una carabina. Ahora no traemos ni siquiera la carabina.
Yo siempre he pensado que en eso de quitarnos la carabina hicieron bien. Por acá resulta peligroso andar armado. Lo matan a uno sin avisarle, viéndolo a toda hora con "la 30" amarrada a las correas. Pero los caballos son otro asunto. De venir a caballo ya hubiéramos probado el agua verde del río, y paseado nuestros estómagos por las calles del pueblo para que se les bajara la comida. Ya lo hubiéramos hecho de tener todos aquellos caballos que teníamos. Pero también nos quitaron los caballos junto con la carabina. Vuelvo hacia todos lados y miro el Llano. Tanta y tamaña tierra para nada. Se le resbalan a uno los ojos al no encontrar cosa que los detenga. Sólo unas cuantas lagartijas salen a asomar la cabeza por encima de sus agujeros, y luego que sienten la tatema[4] del sol corren a esconderse en la sombrita de una piedra. Pero nosotros, cuando tengamos que trabajar aquí, ¿qué haremos para enfriarnos del sol, eh? Porque a nosotros nos dieron esta costra de tapetate[5] para que la sembráramos.
Nos dijeron:
-Del pueblo para acá es de ustedes.
Nosotros preguntamos:
-¿El Llano?
-Sí, el Llano. To do el Llano Grande.
Nosotros paramos la jeta (cara) para decir que el Llano no lo queríamos. Que queríamos lo que estaba junto al río. Del río para allá, por las vegas, donde están esos árboles llamados casuarinas y las parameras y la tierra buena. No este duro pellejo de vaca que se llama Llano.
Pero no nos dejaron decir nuestras cosas. El delegado no venía a conversar con nosotros. Nos puso los papeles en la mano y nos dijo:
-No se vayan a asustar por tener tanto terreno para ustedes solos.
-Es que el Llano, señor delegado...
-Son miles y miles de yuntas.
-Pero no hay agua. Ni siquiera para hacer un buche hay agua.
¿Y el temporal? Nadie les dijo que se les iba a dotar con tierras de riego. En cuanto allí llueva, se levantará el maíz como si lo estiraran.
-Pero, señor delegado, la tierra está deslavada, dura. No creemos que el arado se entierre en esa como cantera que es la tierra del Llano. Habría que hacer agujeros con el azadón para sembrar la semilla y ni aun así es positivo que nazca nada; ni maíz ni nada nacerá.
-Eso manifiéstenlo por escrito. Y ahora váyanse. Es al latifundio al que tienen que atacar, no al Gobierno que les da la tierra.
-Espérenos usted, señor delegado. Nosotros no hemos dicho nada contra el Centro. Todo es contra el Llano... No se puede contra lo que no se puede. Eso es lo que hemos dicho... Espérenos usted para explicarle. Mire, vamos a comenzar por donde íbamos...
Pero él no nos quiso oír.
Así nos han dado esta tierra. Y en este comal[6] acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará de aquí. Ni zopilotes[7]. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de salir lo más pronto posible de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve y por donde uno camina como reculando.
Melitón dice: -Esta es la tierra que nos han dado.
Faustino dice: -¿Qué?
Yo no digo nada. Yo pienso: "Melitón no tiene la cabeza en su lugar. Ha de ser el calor el que lo hace hablar así.
El calor, que le ha traspasado el sombrero y le ha calentado la cabeza. Y si no, ¿por qué dice lo que dice? ¿Cuál tierra nos han dado, Melitón? Aquí no hay ni la tantita que necesitaría el viento para jugar a los remolinos."
Melitón vuelve a decir:
-Servirá de algo. Servirá aunque sea para correr yeguas.
-¿Cuáles yeguas? -le pregunta Esteban.
Yo no me había fijado bien a bien en Esteban. Ahora que habla, me fijo en él.
Lleva puesto un gabán que le llega al ombligo, y debajo del gabán saca la cabeza algo así como una gallina.
Sí, es una gallina colorada la que lleva Esteban debajo del gabán. Se le ven los ojos dormidos y el pico abierto como si bostezara. Yo le pregunto:
-Oye, Teban, ¿de dónde pepenaste[8] esa gallina?
-Es la mía- dice él.
-No la traías antes. ¿Dónde la mercaste, eh?
-No la merque, es la gallina de mi corral.
-Entonces te la trajiste de bastimento (provisiones), ¿no?
-No, la traigo para cuidarla. Mi casa se quedó sola y sin nadie para que le diera de comer; por eso me la traje. Siempre que salgo lejos cargo con ella.
-Allí escondida se te va a ahogar. Mejor sácala al aire.
Él se la acomoda debajo del brazo y le sopla el aire caliente de su boca. Luego dice:
-Estamos llegando al derrumbadero.
Yo ya no oigo lo que sigue diciendo Esteban. Nos hemos puesto en fila para bajar la barranca y él va mero adelante. Se ve que ha agarrado a la gallina por las patas y la zangolotea a cada rato, para no, golpearle la cabeza contra las piedras.
Conforme bajamos, la tierra se hace buena. Sube polvo desde nosotros como si fuera un atajo de mulas lo que bajará por allí; pero nos gusta llenarnos de polvo. Nos gusta. Después de venir durante once horas pisando la dureza del Llano, nos sentimos muy a gusto envueltos en aquella cosa que brinca sobre nosotros y sabe a tierra.
Por encima del río, sobre las copas verdes de las casuarinas, vuelan parvadas de chachalacas verdes. Eso también es lo que nos gusta.
Ahora los ladridos de los perros se oyen aquí, junto a nosotros, y es que el viento que viene del pueblo retacha (rebota, rechaza) en la barranca y la llena de todos sus ruidos.
Esteban ha vuelto a abrazar su gallina cuando nos acercamos a las primeras casas. Le desata las patas para desentumecerla, y luego él y su gallina desaparecen detrás de unos tepemezquites (árboles)
-¡Por aquí arriendo yo! -nos dice Esteban.
Nosotros seguimos adelante, más adentro del pueblo.
La tierra que nos han dado está allá arriba.”
LAS RECETAS DE LA ABUELA.
Las alubias, frijoles o judías secas, (las lentejas también forman parte de este grupo, pero no se denominan alubias).
Son legumbres con muchas propiedades, conocidas, en todo el mundo, con nombres diversos como judías, habichuelas, fríjoles, o porotos.
(Foto enbuenasmanos.com)
Las alubias pueden variar en tamaño y color pero siempre deben tener una forma arriñonada. Hace más de 7.000 años que se cultivan existiendo cientos de variedades.
Propiedades:
Son una fuente importante de proteínas. Si las unimos con el arroz nos aportan la mayoría de los aminoácidos[9] esenciales.
Las vainas secas de las judías hervidas son un buen remedio que bajan los niveles altos de azúcar (glucosa) en sangre.
Ideales para personas con trabajos físicos intensos o en etapa de crecimiento debido a su gran poder energético y riqueza en proteínas.
Su cantidad de fibra soluble es uno de los mejores remedios para el colesterol y las enfermedades cardiovasculares.
También beneficia a los diabéticos y obesos ya que, aunque las alubias tienen muchos hidratos de carbono, su fibra impide la absorción de los azucares.
El estreñimiento mejora con el consumo de legumbres y esto es muy importante para evitar el temido cáncer de colon.
Información nutricional de las alubias, frijoles o judías secas (por 100 g.).
Entre 150 y 200 calorías (según variedad y forma de cocción)
15 - 20 % de Proteínas.
50 - 60 % de Hidratos de carbono. 15 % de Fibra.
600 U.I. (unidades internacionales) de Vitamina A.
¿Sabías que las alubias, frijoles o judías secas...
-si queremos acortar su cocción, debemos ponerlas en remojo la noche anterior?
-si cocinamos las alubias o frijoles con un trocito de alga Kombu[10] también se cocinan más rápido?
-el comino, hinojo o anís verde añadidos a la cocción de las alubias las hace menos flatulentas (gases)?
Deben cocinarse lentamente para mantener integras sus propiedades. Las legumbres (alubias, lentejas, etc.), en general, es mejor comerlas a mediodía ya que son demasiado pesadas para por la noche. (Extractado de es.Wikipedia.org).
La Receta de la Abuela de hoy:
(Foto de echarren.com)
500 gramos o ½ Kg de Alubias rojas.
1 pimiento rojo mediano.
1 cebolla mediana.
1 pedazo de calabaza de más o menos ⅛ de kg.
1 patata mediana.
1 hoja de laurel.
4 cucharadas de aceite de oliva.
4 dientes de ajo.
Un poco de perejil.
Sal a gusto.
Procedimiento:
1.- Poner las alubias en remojo 12 horas antes con agua que las cubra.
2.- Cocerlas hasta que estén blandas con el laurel y un poco de aceite añadido.
3.- Cuando las encuentre blandas, preparar un sofrito con el pimiento, la cebolla, los ajos bien cortados, el perejil y el aceite. Añadirlo a las alubias conjuntamente con la calabaza y la patata cortadas en trozos pequeños.
4.- Por último, si les falta caldo a las alubias, añadirles un poco más de agua o caldo de vegetales; dejarlas hervir hasta que el grado de espesor sea de su agrado.
A esta receta, si se desea, se le puede añadir carne al poner las alubias a hervir; con el sofrito, se le puede agregar chorizo o si se quiere, distintas verduras que son muy saludables para el organismo.
He aquí un plato muy nutritivo y calórico en estos días de frío.
POESÍA…
Dulce María Loynaz (1902 – 1997). Poetisa y novelista cubana.
Escribe poesía desde muy joven. Con 16 años, en 1919, comienza a publicar sus primeros poemas en varios periódicos de La Habana. En 1927 se doctora en Derecho Civil en la universidad de esa ciudad y ejerce la abogacía hasta 1961, dedicándose paralelamente a la literatura.
En la década de los 30 su casa comienza a convertirse en centro de la vida cultural de la ciudad, acogiendo en las llamadas “juevinas” a diversos intelectuales y artistas, como Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral o Alejo Carpentier.
En 1951 es elegida miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras de Cuba, y ese mismo año es nombrada Hija Adoptiva por el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz (Canarias). Ingresa en la Academia Cubana de la Lengua en 1959 y, nueve años más tarde, en la Real Academia Española.
Tras varios años de retiro publica obras como Poesías escogidas (1984), Bestiarium (1991) y Fe de vida (1994), y recibe el Premio Miguel de Cervantes en 1992. Al año siguiente le conceden la Orden Isabel La Católica y el Premio Federico García Lorca.
Su última aparición pública tiene lugar en abril de 1997, cuando la Embajada de España en Cuba le rinde homenaje en su casa. Fallece ese mismo mes, el 27 de abril de 1997.
Su obra ha sido traducida al francés, italiano, inglés, serbio, noruego, etc., …forma parte de la poesía intimista femenina sudamericana.
Eternidad
En mi jardín hay rosas
Yo no te quiero dar
Las rosas que mañana,
Mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
Con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
Alas para volar.
En mi jardín abejas
Labran fino panal
¡Dulzura de un minuto
No te la quiero dar!
Para ti lo infinito
O nada; lo inmortal
O esta muda tristeza
Que no comprenderás.
La tristeza sin nombre
De no tener qué dar
O quien lleva en la frente
Algo de eternidad.
Deja, deja el jardín
No toques el rosal:
Las cosas que se mueren
No se deben tocar.
(Tomado de grandespoetasfamosos).
PARA REFRESCAR…
(Foto de es.123rf.com)
Síntomas que aparecen con la edad y forma de tratarlos.
A partir de una cierta edad, tenemos casi todos estos síntomas, provocados por la falta de algo que aquí mencionamos.
1. Dificultad de perder peso:
Lo que está faltando: Ácidos grasos esenciales y vitamina A.
DÓNDE OBTENERLO: semillas de linaza, zanahoria y salmón - además de suplementos específicos.
2. Retención de líquidos:
Lo que está faltando: en verdad es un desequilibrio entre potasio, fósforo y sodio.
DÓNDE OBTENERLO: agua de coco, aceituna, durazno, ciruela, higo, almendras, nueces, acelga, cilantro y los suplementos.
3. Necesidad de dulces:
Lo que está faltando: cromo.
DÓNDE OBTENERLO: cereales integrales, nueces, centeno, plátano, espinaca, zanahoria + suplementos.
4. Calambre, dolor de cabeza:
Lo que está faltando: potasio y magnesio.
DÓNDE OBTENERLO: plátano, cebada, maíz, mango, durazno, acerola[11], naranja, tomate y agua.
5. Molestia intestinal, gases, hinchazón abdominal:
Lo que está faltando: bacilos vivos.
DÓNDE OBTENERLO: cuajada, yogurt, yakult[12] y similares.
6. Mala memoria:
Lo que está faltando: acetilcolina[13], inositol[14].
DÓNDE OBTENERLO: lecitina de soya, yema de huevo + suplementos.
7. Hipotiroidismo (provoca aumento de peso sin causa aparente)
Lo que está faltando: yodo.
DÓNDE OBTENERLO: algas marinas, zanahoria, aceite, pera, piña, peces de agua salada y sal marina.
8. Cabellos quebradizos y uñas frágiles
Lo que está faltando: colágeno.
DÓNDE OBTENERLO: peces, huevos, carnes magras, gelatina + suplementos.
9. Flaqueza, indisposición, malestar:
Lo que está faltando: vitaminas A, C, y E y hierro.
DONDE OBTENER: verduras, frutas, carnes magras + suplementos.
10. Desánimo, apatía, tristeza, rabia, insatisfacción:
Lo que está faltando: dinero y sexo...
DÓNDE OBTENERLO: Si llegas a saberlo no seas egoísta y dímelo, joder... mira toda la información que te he pasado. (Colaboración de Jesús B.)
Si este blog ha sido de su agrado recomiéndelo a sus amigos. Gracias. Yskra y Romel. Sacrificamos la sección sobre Ciencia y Técnica para publicar el cuento.
Fuentes: BBC; D.R.A.E.; Gran Diccionario de la Lengua Española; Google; es.wikipedia.org/wiki;
Colaboraciones y sugerencias a: soyyskra@facebook.com.
Esta publicación (mangoconarrozdos) se edita entre lunes y martes; mangoconarroz miércoles a jueves; mangoconarroztres viernes a sábado.
Por razones de espacio, algunos textos de las fuentes han sido resumidos. Si desea leer completo el tema, debe ir al original. Han sido preservados los datos esenciales. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son de los editores. El sentido de (…) es indicar que se ha consensado el texto original. Los comentarios entre ( ) son del editor.
[1] Literatura: 2. f. Conjunto de las producciones literarias de una nación, de una época o de un género. La literatura griega. La literatura del siglo XVI.
huizaches [2] El término es el nombre vernáculo (local) que reciben en México varias especies de la familia de las fabáceas... Las fabáceas (en latín, fabaceae, de faba, "haba") son una familia de árboles, arbustos y hierbas perennes o anuales, antes llamadas leguminosas, y luego papilionáceas, por la forma de su flor, que recuerda una mariposa. es.wikipedia.org y herbolariawiki.com
[3] trespeleques: pobre o raquítico. palabritas.net
[4] tatemar. (Del nahua tlatemati, quemar, poner al fuego).1. México: asar (ǁ tostar).
[5] tapetate: forma vulgar o ignorante de llamar así al tepetata o tapete. (tapete (Del lat. tapete < gr. tapiti.) 1 Cubierta de tela, hule u otro material que se pone en las mesas y otros muebles como adorno o protección: tiene un tapete de ganchillo en la cómoda. 2 Alfombra pequeña. Gran Diccionario de la Lengua Española © Spes Editorial 2003 un tapete. palabritas.net
[6] comal Disco bajo y delgado de barro sin vidriar o metal, que se usa para cocer las tortillas de maíz, para tostar el café y el cacao o para asar cualquier tipo de alimento. Méx., Amér. Central Gran Diccionario de la Lengua Española © Spes Editorial 2003
[7] zopilote Ave falconiforme (...), parecida al buitre, de color negro con reflejos pardos, y la región desnuda de la cabeza y del cuello de tono pardo rojizo oscuro. (Coragyps atratus.). Amér. Gran Diccionario de la Lengua Española © Spes Editorial 2003
[8] pepenar v tr (Se conjuga como amar) 1 Recoger del suelo, una por una, cosas esparcidas en él: «Esta pepenando las migajas dejadas por los comensales» 2 (Coloq) Agarrar, recoger o conseguir alguna cosa en particular: «Anda pepenando firmas y dinero para un desplegado». diccionario.sensagent.com
[9] Aminoácido. 1. m. Química. Sustancia química orgánica (...). 20 de tales sustancias son los componentes fundamentales de las proteínas
[10] El Kombu o konbu, Kombu o konbu), también llamado dashima en coreano o haidai (chino, pinyin: Hǎidài), es una especie comestible de alga ampliamente consumida en el Noreste de Asia. es.wikipedia.org
[11] acerola. 1. f. Fruto del acerolo. Es redondo, encarnado o amarillo, carnoso y agridulce, y tiene dentro tres huesos juntos muy duros.
[12] Yakult es un producto lácteo fermentado que contiene más de 8 mil millones de Lactobacillus casei Shirota, los cuales son capaces de llegar vivos a los intestinos, mejorando las propiedades de la flora intestinal. es.wikipedia.org
[13] La acetilcolina es un neurotransmisor... es.wikipedia.org
[14] El inositol es un compuesto "extraoficial" del grupo vitamínico B. Trabaja en conjunto y de manera íntima con la colina. Además, es un componente esencial de las membranas celulares. Leer más: Inositol http://www.dietas.com/articulos/Inositol.asp#ixzz1nWD8jwcP