Texto leído por Gabriel García Márquez el jueves 18 de septiembre de 2003, fecha en que se cumplió el cincuentenario de la primera edición de El Llano en llamas, en el programa radiofónico De 1 a 3. Fuente: ciudadseva.com. Foto: kamistad.net
El descubrimiento de Juan Rulfo -como el de Franz Kafka- será sin duda un capítulo esencial de mis memorias. Yo había llegado a México el mismo día en que Ernest Hemingway se dio el tiro de la muerte, el 2 de julio de 1961, y no sólo no había leído los libros de Juan Rulfo, sino que ni siquiera había oído hablar de él. Yo vivía en un apartamento sin ascensor de la calle Renán, en la colonia Anzures. Teníamos un colchón doble en el suelo del dormitorio grande, una cuna en el otro cuarto y una mesa de comer y escribir en el salón, con dos sillas únicas que servían para todo.
Habíamos decidido quedarnos en esta ciudad que todavía conservaba un tamaño humano, con un aire diáfano y flores de colores delirantes en las avenidas, pero las autoridades de inmigración no parecían compartir nuestra dicha. La mitad de la vida se nos iba haciendo colas inmóviles, a veces bajo la lluvia, en los patios de penitencia de la Secretaría de Gobernación.
Yo tenía 32 años, había hecho en Colombia una carrera periodística efímera; acababa de pasar tres años muy útiles y duros en París y ocho meses en Nueva York, y quería hacer guiones de cine en México. El mundo de los escritores mexicanos de aquella época era similar al de Colombia y me encontraba muy bien entre ellos. Seis años antes había publicado mi primera novela, La hojarasca, y tenía tres libros inéditos: El coronel no tiene quien le escriba, que apareció por esa época en Colombia; La mala hora, que fue publicada por la editorial Era, poco tiempo después a instancias de Vicente Rojo, y la colección de cuentos de Los funerales de la mamá grande. De modo que era yo un escritor con cinco libros clandestinos, pero mi problema no era ése, pues ni entonces ni nunca había escrito para ser famoso, sino para que mis amigos me quisieran más y eso creía haberlo conseguido.
Mi problema grande de novelista era que después de aquellos libros me sentía metido en un callejón sin salida y estaba buscando por todos lados una brecha para escapar. Conocí bien a los autores buenos y malos que hubieran podido enseñarme el camino y, sin embargo, me sentía girando en círculos concéntricos, no me consideraba agotado; al contrario, sentía que aún me quedaban muchos libros pendientes pero no concebía un modo convincente y poético de escribirlos. En ésas estaba, cuando Álvaro Mutis subió a grandes zancadas los siete pisos de mi casa con un paquete de libros, separó del montón el más pequeño y corto, y me dijo muerto de risa: ''Lea esa vaina, carajo, para que aprenda''; era Pedro Páramo.
Aquella noche no pude dormir mientras no terminé la segunda lectura; nunca, desde la noche tremenda en que leí "La metamorfosis" de Kafka, en una lúgubre pensión de estudiantes de Bogotá, casi 10 años atrás, había sufrido una conmoción semejante. Al día siguiente leí El llano en llamas y el asombro permaneció intacto; mucho después, en la antesala de un consultorio, encontré una revista médica con otra obra maestra desbalagada* La herencia de Matilde Arcángel; el resto de aquel año no pude leer a ningún otro autor, porque todos me parecían menores. [*Dispersa, esparcida, término usado en Andalucía y México. RAE]
No había acabado de escapar al deslumbramiento, cuando alguien le dijo a Carlos Velo que yo era capaz de recitar de memoria párrafos completos de Pedro Páramo. La verdad iba más lejos, podía recitar el libro completo al derecho y al revés sin una falla apreciable, y podía decir en qué página de mi edición se encontraba cada episodio, y no había un solo rasgo del carácter de un personaje que no conociera a fondo.
Más tarde, Carlos Velo y Carlos Fuentes me invitaron a hacer con ellos una revisión crítica de la primera adaptación del Pedro Páramo para el cine. Había dos problemas esenciales: el primero, era el de los nombres. Por subjetivo que se crea, todo un nombre se parece en algún modo a quien lo lleva y eso es mucho más notable en la ficción que en la vida real. Juan Rulfo ha dicho, o se lo han hecho decir, que compone los nombres de sus personajes leyendo lápidas de tumbas en los cementerios de Jalisco; lo único que se puede decir a ciencia cierta es que no hay nombres propios más propios que los de la gente de sus libros; aún me parecía imposible y me sigue pareciendo, encontrar jamás un actor que se identificara sin ninguna duda con el nombre de su personaje. Foto: milenio.com
Lo malo de esos preciosos escrutinios es que las cerrazones de la poesía no son siempre las mismas de la razón. Los meses en que ocurren ciertos hechos son esenciales para el análisis de la obra de Juan Rulfo, y yo dudo de que él fuera consciente de eso. En el trabajo poético -y Pedro Páramo lo es, en su más alto grado- los autores suelen invocar los meses por compromisos distintos del rigor cronológico; más aún, en muchos casos se cambia el nombre del mes, del día y hasta del año, sólo por eludir una rima incómoda, oír una cacofonía, sin pensar que esos cambios pueden inducir a un crítico a una confusión terminante. Esto ocurre no sólo con los días y los meses, sino también con las flores; hay escritores que no se sirven de ellas por el prestigio puro de sus nombres, sin fijarse muy bien si se corresponden al lugar o a la estación, de modo que no es raro encontrar buenos libros donde florecen geranios en las playas y tulipanes en la nieve. En el Pedro Páramo donde es imposible establecer de un modo definitivo dónde está la línea de demarcación entre los muertos y los vivos, las precisiones son todavía más quiméricas, nadie puede saber en realidad cuánto duran los años de la muerte.
He querido decir todo esto para terminar diciendo que el escrutinio a fondo de la obra de Juan Rulfo me dio por fin el camino que buscaba para continuar mis libros, y que por eso me era imposible escribir sobre él, sin que todo esto pareciera sobre mí mismo; ahora quiero decir, también, que he vuelto a releerlo completo para escribir estas breves nostalgias y que he vuelto a ser la víctima inocente del mismo asombro de la primera vez; no son más de 300 páginas, pero son casi tantas y creo que tan perdurables como las que conocemos de Sófocles.
Añado: Este reconocimiento de un grande de la literatura universal a Juan Rulfo y su obra es tan preciso como poético. Rulfo rompe una tradición literaria latinoamericana: sus personajes y la acción de su obra es la de la vida de su pueblo en un momento histórico determinado, con plena autenticidad e identificación con él. Por ello es que abre un nuevo modo de expresión a García Márquez, que lo irá desarrollando por caminos diferentes: lo real maravilloso que es Macondo y Cien Años de Soledad.
No se trata de recoger la lucha contra el hambre, la explotación, o el crimen simple y llano, pues eso lo hicieron antes muchos de nuestros escritores. Por ejemplo, mi madre tiene una Suite Guajira,- Cunda-, donde una jutia* es el personaje a través del cual conocemos la presencia de las compañías azucareras y el despojo de las tierras de los campesinos,- el desalojo habitual-, realizado por la policía militarizada,- la Guardia Rural-, que terminaba con la quema de la vivienda,- el típico bohío de pencas y tablas de palma-, y la muerte de quienes se oponían a él. Pero ese relato está formulado en términos literarios: los campesinos de tierra adentro, se expresan como señoritos educados, lo cual torna falso e impostado lo narrado. Lo dicho por Rulfo es verídico, exacto, retrato absoluto de su realidad. (*jutia: gran roedor que se alimenta de vegetales, propio de Cuba y el Caribe. Foto: ecured.cu)
Confieso que a mí no me impresionó tanto la lectura como a García Márquez, pues éste encontró a través de aquel, un camino para expresar su realidad. Yo admiré la honestidad del escritor y la habilidad para reflejar el drama de un pueblo, que son muchos en Nuestra América. Incluso uno de sus cuentos, donde el luchador muere en un vertedero de basura, aparece literalmente en una película de Andrej Wazda: “Cenizas y Diamantes”. Tanto de la obra como la película, compañeros de la lucha contra la tiranía expresaron su ira contra la injusticia histórica, esa en que el maestro Rulfo brilló y será eterno. r.h.z.
LAS RECETAS DE LA ABUELA.
La palabra “sopa” –al igual que sus cognatos sop, soup en inglés, soupe en francés, zuppa en italiano—, procede del germánico occidental suppa que se refería a una rebanada de pan sobre la que se vertía un caldo. Fue posteriormente latinizado en suppa, en torno a los años 500 d.n.e., conservando su sentido original. A lo largo de la Edad Media pasó a definir a la vez los trozos de pan que se cortaban para remojar en un caldo, y el mismo caldo o líquido que se espesaba con pan.3
Una sopa es una preparación culinaria que consiste en un líquido con sustancia y sabor.1 Ocasionalmente se mezcla la sopa con pipas (semillas de girasol o calabaza). En algunos casos posee ingredientes sólidos de pequeño tamaño sumergidos en su volumen. Una de sus características principales es que se ingiere con cuchara.
Si no tuviera ingredientes sólidos (vegetales o productos cárnicos) se considera un caldo alimenticio, base de todas las sopas. Si se clarifica será un consomé.
La sopa suele proceder de una preparación culinaria con evaporación, como es el cocido, o mediante retención de vapores: estofado. Tradicionalmente, se puede espesar añadiendo al final de la cocción pan o cereales como el arroz , fideos o pasta menuda.
Se suele servir al inicio de cada comida. La primera clasificación suele hacerse en función de la temperatura de servir, es decir en sopas frías, o sopas calientes. Las sopas toman su nombre de los ingredientes empleados, con propiedades nutricionales y saporíferas (que dan sabor) característico: sopa de pescado, sopa juliana, sopa de espárragos, sopa de arracacha, etc. Suelen incorporar productos locales que están al alcance de la mayoría, como en el caldo del "Sancocho", de diversas gastronomías como la de República Dominicana o Andalucía (España),1 [en Cuba ajiaco] que se prepara con carnes, plátanos, patatas, vegetales y ajos, pero sin fideos. Fuente: es.wikipedia.org
ZURRUKUTUNA. (Sopa Vasca de Bacalao) Foto: mundoderecetas.com
Ingredientes:
1 y ½ cabeza de ajo.
5 o 6 huevos.
½ lb ≈ ¼ kg de pan de varios días.
250 gr.= ¼ lb de chorizo, no picante.
250 gr.= ¼ kg de jamón o una punta de jamón.
250 gr. de migas de bacalao sin sal.
3 litros de agua hirviendo.
½ cucharadita de pimentón dulce.
Procedimiento:
1.-Ponemos una olla o cazuela grande con aceite que cubra el fondo, cuando esté caliente echamos todos los ajos y removemos bien para que no se quemen, durante más o menos por 2 minutos, echamos el chorizo y el jamón y seguimos removiendo por 3 ó 4 minutos más y lo apartamos del fuego.
2.-Debemos separar el exceso de aceite y grasa de los sólidos ajos, chorizo y jamón, para lo cual podemos pasar todo por un colador que retenga los productos y deje escurrir la grasa, la cual podemos utilizar para otros fines, si nos interesa conservarla. Una vez separada la grasa, agregamos el pimentón, con la cazuela fuera del fuego, removemos bien y, después de haber mezclado el pimentón, la ponemos al fuego, añadimos el pan troceado, removemos 3 minutos más a fuego fuerte, agregamos todo al agua hirviendo y continuamos revolviendo bien.
3.-El pan sube, pero no importa; mantenemos a fuego fuerte y destapado 10 minutos, bajamos el fuego transcurrido ese tiempo, siempre removiendo para deshacer los migotes de pan, que ya verán cómo se van deshaciendo, y soltando un olor delicioso; entonces lo tapamos dejando una rendijilla, y bajamos el fuego. Cada 10 minutos removemos un poco. Los ajos acabarán por deshacerse.
4.-Pasada una hora y cuarto aproximadamente agregamos el bacalao y removemos bien, ¡ahora sí que va a oler! Dejamos media hora más a fuego suave y removemos de vez en cuando.
5.-A las 2 horas, batimos bien los huevos, abrimos la tapa y los echamos en hilillo, despacio, removiendo por 10 minutos. Apagamos, dejamos reposar. ¡Ya está lista para saborear la sopa vasca de bacalao! Fuente: receta modificada de mundorecetas.com
DEL HOGAR Y ALGO MÁS…
El salvado es el resultado de una parte de la molienda de los granos de cereales, en concreto procede de las cinco capas más externas del grano o hemicelulosa, proteínas, grasas, minerales y agua.
Comprende alrededor del 15% del peso del cereal y es un producto derivado de la molienda de los granos para obtener la harina. Se presenta como granulado y también en polvo. Proporciona fibra insoluble en agua, aunque (según su origen) otros tienen fibra hidrosoluble….
Quizá el más utilizado sea el salvado de trigo, pero hay otros cereales como los salvados de avena, centeno, arroz, etc.
En la actualidad (siglo XXI) se ha hecho frecuente el uso de muchos de ellos debido a la gran cantidad de nutrientes y fibras dietéticas que contienen, y los convierten en especialmente aptos para una nutrición más completa en la dieta alimenticia del Hombre, incrementando el tamaño del bolo alimenticio.
(…) La fibra insoluble en el organismo aumenta la velocidad de tránsito intestinal. La fibra insoluble se llama así porque en contacto con el agua no forma geles viscosos, como la celulosa, la hemicelulosa o la lignina. Alimentos ricos en este tipo de fibras son los cereales integrales, las legumbres y en menor proporción algunas verduras y hortalizas como alcachofas, espinacas, acelgas, judías verdes, lechuga, zanahoria y tomate crudo.
(…) Al favorecer el tránsito intestinal, disminuye la presión abdominal, evitando que la pared del colon se debilite. Por este motivo, al tomar salvado de trigo hay menos riesgo de sufrir estreñimiento y hemorroides, dos problemas cada vez más frecuentes en nuestros días.
Otras ventajas de la incorporación de fibra insoluble en la dieta son sus beneficios sobre enfermedades como la diabetes o la hipercolesterolemia. Incluso se ha visto que una ingesta adecuada de salvado de trigo contribuye a prevenir el desarrollo de cáncer de colon. Fuente es.wikipedia.org
Si se consumen a diario suficientes alimentos ricos en fibra (legumbres, verduras y cereales integrales) seguramente no será necesario consumir salvado de trigo, ya que es un complemento dietético, por lo que nunca podrá sustituir a un alimento. Antes de ingerirlo, conviene valorar en primer lugar la cantidad de fibra que se toma a través de los alimentos en la dieta diaria. (…) Si se detecta una falta evidente de estos alimentos, antes de optar por un complemento, conviene revisar los hábitos. En caso de no mejorar el estreñimiento se puede plantear la incorporación de salvado de trigo como complemento a la dieta y en cada persona habrá que valorar la cantidad necesaria.
La ingesta adecuada de salvado de trigo se establece entre 20 y 30 gramos al día. Si se sobrepasan los 30 gramos se producirá flatulencia (gases estomacales), distensión abdominal y digestiones pesadas. Además, el salvado de trigo contiene en su composición fitatos, unas sustancias que tomadas en exceso pueden impedir la absorción del hierro, sobretodo del hierro no hemo, [hemato, hierro no sanguíneo] aquel que se encuentra en el huevo, en las legumbres y en los frutos secos.
Cómo tomarlo: mezclando los granos con la leche o con el yogur de manera que se ablandan y resultan más apetecibles. También junto con los cereales de desayuno. Añadiendo unos granos a una macedonia de frutas o a un batido de frutas. En la elaboración de postres caseros como un bizcocho o unas magdalenas (panque), se puede incorporar salvado de trigo para aportarle los beneficios de la fibra. De esta forma se obtiene un producto integral con un color, un sabor y un aspecto muy apetecible. Fuente: consumer.es
POESÍA.
La gran terna de la poesía puertorriqueña la componen los poetas Evaristo Ribera Chevremont (1896-1976), Luis Lloréns Torres y Luis Palés Matos. El primero de los tres,… hijo de padres españoles, es uno de los más grandes poetas antillanos. Hizo varios viajes a España y entabló amistad con distintos círculos de escritores. Fue muy apreciado por sus dones poéticos. Varias de sus obras fueron publicadas en ese país.
(…) escribió mucho en formas tradicionales, específicamente en el soneto, estilo que manejó con suma maestría, como son los Sonetos del Mar, del Amor, de la Soledad, de la Muerte, de Dios, etc. Su producción es muy amplia y extensa, y su genio incuestionable. Biografía y poesía de: los-poetas.com; foto: galiciaunica.es
Cubana de caña de azúcar,
cubana de rosa y clavel,
cubana de río y palmera,
con sol y salina en la piel.
Especias que pican y encienden
son menos que tú en el danzón,
cubana de dientes preciosos,
precioso y febril corazón.
Cubana, guajira y meneo
con rítmico y rápido pie,
la falda incendiada de sexo,
la boca olorosa a café.
El seno apretado y mordiente,
de brusco y carnoso temblor,
cortado de beso y mordisco,
quemado de sangre y sudor.
Cubana caliente y bonita,
bonita y caliente eres tú,
suave de hierbas y erguida
en tallo de fino bambú.
Y el dejo en la voz cariciosa,
untada de tórtolas
y sedosa de plumas y espumas
al darme los mimos a mí.
Cubana en la espesa manigua
con negro, mosquito y calor,
sonidos de huecas maracas
y truenos de congo tambor.
Cubana, guajira y refresco
de piña y de coco, y el son
batido, el tabaco veguero
y el vaso amarillo de ron.
PARA REFRESCAR.
Foto: Piscina natural en Chichén Itzá, México. Colaboración de Albert L., Pineda del Mar, Barcelona, Catalunya.
OFICINA DE SERVICIO CANARIO DE EMPLEO.
Un sin trabajo va a la Oficina de Empleo de Las Palmas de Gran Canaria, buscando uno y ve un anuncio en un stand en el que se solicita un "Asistente para Ginecólogo".
Interesado se acerca al mostrador y le dice al celador:
- "¿Me puede dar más detalles acerca de este puesto?"
El celador revisa sus archivos y dice:
-"¡Ah! sí, ¡aquí está! El empleo requiere que se prepare a las damas para su examen con el ginecólogo. Debe ayudarles a desnudarse, lavar con delicadeza sus partes íntimas, aplicar espuma y rasurarles con cuidado el vello púbico, y después untarles con aceites suavizantes las ingles y los senos para que las revise el doctor. Pero, se ofrece un sueldo mensual para empezar, de apenas solo mil euros (1,300 USD) y si le interesa hay que ir hasta Maspalomas”. (60 km)
-“No hay problema”, interrumpe el muchacho, “trabajar en Maspalomas es como trabajar en Las Palmas de Gran Canaria”.
Ante la respuesta, el celador responde con voz irónica: -“El trabajo es aquí en Las Palmas de Gran Canaria, gilipollas*, lo que va por Maspalomas es la cola para entregar la solicitud. ” (*Gilipollas: tonto, lelo, comemierda) Colaboración de Jesús B., Madrid, España.
Si este blog ha sido de su agrado recomiéndelo a sus amigos. Gracias. Yskra y Romel.
Información: los blogs mangoconarroz, mangoconarrozdos y mangoconarroztres se hacen sin intención de lucro. No percibimos ingresos por ellos. Sólo los creamos para intentar brindarle información y entretenimiento, del cual disfrutamos los editores. Colaboraciones y sugerencias en el buzón del blog. Gracias.
Por razones de espacio, algunos textos de las fuentes han sido resumidos. Si desea leer completo el tema, debe ir al original o ir al vínculo al pie del texto. Han sido preservados los datos esenciales. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son de los editores. El sentido de (…) y de … es indicar que se ha condensado el texto original. Los comentarios entre [ ] son del editor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario