Por Rosa Hilda Zell1.
Nota de la Editora: el cuento que te ofrecemos es parte de un grupo de ellos que la autora tituló “Cunda” (Una suite guajira) editado en 1962. Son siete narraciones sobre la vida en el campo cubano de animales y personas. El regreso de Cunda es la continuación de Un nombre, el de Cunda, que es dado a una jutia. En él se desarrolla la trama simultánea de amor campesino y la lucha contra los poderosos intereses azucareros que tratan de quitar su tierra a éstos, lo que finalmente logran a sangre y fuego. Es lo que encuentra Cunda en su regreso al hogar. Al final del cuento encontraran una explicación de los términos utilizados. ¡Qué lo disfruten!
Cunda2 al crecer fue adquiriendo algunos hábitos extraños. Gustaba de esconderse bajo la almohada (entre ésta y la funda), chupaba los huevos de las nidadas, venía a la cocina, tan pronto sentía que alguien se movía en ella, y si era ese alguien don Reinaldo poniase muy seria a su lado, dándole tironcitos al pantalón o mordisqueándole las botas para que le diera una galleta de sal o un pedazo de casabe3, que el viejo gustaba de mojar en el café carretero4.
Decía Brunilda que por él está Cunda tan malcriada que al cabo de los años le remordía la conciencia por tantas jutías5 como había matado “cuando la guerra” 6 y por eso consentía a ésta y la enseñaba mal. Pero don Reinaldo, acariciando al animalito, la dejaba decir y a la postre, para callarla, preguntábale:
-¿Diréis pues que también yo la enseño a irse al monte?
Para eso no tenía Brunilda respuesta. Cunda, en efecto solía irse de la casa, a veces por unas horas, a veces por tres o cuatro días. Volvía siempre, es verdad, pero siempre producía su ausencia la misma ansiedad. Temía la moza que algún goloso le tendiera una trampa, viéndola tan cebada; y quiso encerrarla en una jaula o amarrarla, como un perro con cadena. Mas no lo consintió él que había sido insurrecto:
-¿Querrías vos la vida sin libertad?
Y Cunda siguió yendo y viniendo.
Brunilda decía que presentía la lluvia, e iba a guarecerse de ella en el hueco de algún palo alto. Su padre nada decía, pero el día en que regresaba era para él de fiesta. Le hacía zambumbia7 (de la que él tomaba luego casi toda), le daba un buen trozo de cazabe aunque quedara poco, la sentaba en la mecedora enana que para ella había hecho y la mecía como un niño pequeño. Cunda se dejaba querer, y Brunilda, viendo contento al viejo, se olvidaba de regañarla. Ahora volvía de una de sus largas excursiones. Cerraba el crepúsculo, y ella, presintiendo la noche, aligeraba el paso. De trecheo en trecho se detenía a oliscar el aire en que palpitaba un silencio hosco. Cosa rara, en el batey8 ningún perro ladraba. Que tampoco rasgara Facundo su guitarra no le extrañaba, pues de un tiempo acá parecía haberse olvidado de ella, como Brunilda de cantar, y todos a una andaban con cara de pocos amigos; esto es, todos los que aún quedaban en la finca, pues Facundo y los suyos no se veían ya por ella. Pero ese silencio perruno le daba mala espina. Temiendo algo, redobló su cautela.
Cerca ya de la casa. ¿Por qué no está el farol encendido? Todo callado, todo oscuro. Y, sin embargo, sigue adelante, recelosa.
La puerta del gallinero está abierta, y no hay en él una gallina. El bebedero está volcado, roto el garrafón; el agua no se ve, debe haberla secado el sol. ¿Cómo es posible…?
Luego, la puerta del bohío9 abierta, y en el patio mesas, camas, taburetes, todo tirado patas arriba, revuelto, roto. ¿Brunilda…? ¿Don Reinaldo…? ¿Región…?
Como contestando a su pensamiento, el perro aúlla dentro del bohío. Y viendo que no hay nadie, Cunda se arriesga a entrar.
Está allí, en la cocina, tirado en medio de su sangre, herido y sin curar. El olor de la muerte llena la casa y triunfa de tantos olores extraños como flotan en ella, testigos elocuentes de lo que allí ha pasado. Huele a sudor, a pólvora, a sangre y a violencia. Cunda comprende que no verá más al viejo que le daba cazabe y a la moza que le ponía al cuello lazos azul celeste. El perro, aunque lo vio todo, nada comprende. Dio la vida por ellos; en vano, porque al fin los echaron fuera los rurales10 y tuvieron que irse. Ahora Cunda lo mira y él mira a Cunda como a través de una bruma. Todo gira en torno suyo, y huele a muerte. Cierra los ojos; ya no volverá a ver a los que ama.
Y Cunda, cautelosa, se vuelve paso a paso por donde mismo vino. No está triste, sino hambrienta perpleja. El bosque allá lejos, la llama desde hace tiempo con la voz poderosa del instinto. En él están el amor, la libertad y la vida. Fuente: Cunda y otros poemas. Éste cuento se publicó en el blog mangoconarrozdos nº 2
1. Rosa Hilda Zell: nació y murió en La Habana. (1910-1972). Tuvo la doble ciudadanía cubano-norteamericana hasta 1932, cuando renunció a la estadounidense por su participación en la lucha contra el tirano machado, lo cual fue objetado por embajador de EE.UU. El dominio del inglés le permitió más tarde ganarse la vida como traductora. Muy joven comenzó su labor periodística. Sus cuentos y poesías se encuentran dispersos en distintas revistas y en el libro “Cunda y otros Poemas”. En Cunda… los animales son los personajes que dan vida a la sociedad campesina, tanto en la narración de su lucha contra los desalojos de sus tierras por los terratenientes dueños de las fábricas de azúcar (centrales), como de las leyendas asociadas a ellos (El canto del Gallo), y temas sociales como El Camino de Damasco. Su otro libro, Arroz con Mango es una selección de sus crónicas en la prestigiosa revista Bohemia desde 1948 hasta 1960. En su sección semanal El Menú de la Semana no se trataba solo de cocina y repostería, sino muchos artículos eran sobre sanidad alimentaria o la falta de ella, protección al consumidor, El Quijote, Lope de Vega, José Martí, etc. Tal vez alguien los recuerde por la firma de Adriana Loredo, uno de sus muchos seudónimos literarios. Ambos libros son hoy rarezas bibliográficas.
2. Cunda es una jutia y el personaje de dos cuentos sobre la vida campesina en el primer cuarto del XX en Cuba. Publicado también en el tomo dos de Cuentos Cubanos del siglo XX, Ediciones Huracán.
3. casabe: “cazabe. (Del arahuaco cazabí, pan de yuca).1. m. Torta que se hace en varias partes de América con una harina sacada de la raíz de la mandioca. DRAE (En Cuba y el Caribe, se escribe casabe que es el nombre de esta especie de pan que se hace con la raíz, pelada y reblandecida en agua durante varios días. Es necesario cambiar varias veces el agua pues la yuca (raíz de la mandioca) tiene un componente venenoso. Muy útil pues se conserva comestible durante meses. Se utilizaba en las flotas en sustitución del pan marinero o galleta. Todavía se come en Cuba sirviendo sobre ella carne molida, adobada, formando un rollito. Algo similar al “taco” mexicano, sin picante o muy poco.
4. Café carretero: muy fuerte y abundante; se hervía el grano molido en el agua. Se colaba en una especie de embudo de tela de algodón. Desayuno habitual de los hombres de campo e invitación obligada para todo visitante.
5. jutia: Cavia que habitan el Caribe. Se conocen 20 especies y la mitad está en riesgo de extinción. …las especies más grandes alcanzan varios kilogramos de peso. Tienen cola, desde vestigial a prensil. (…) Muchas especies son herbívoros, aunque algunas comen pequeños animales. En vez de cavar cuevas, hacen nidos en los árboles o en cavidades rocosas. Son cazados para carne en Cuba, donde suelen cocerse en grandes cacerolas con avellanas silvestres y miel. Una especie de jutía está referenciada en la Base Naval de Guantánamo como "rata de los bananos. es.wikipedia.org
6. “cuando la guerra”: alusión a la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y la de Independencia (1895-98), más los pequeños alzamientos intermedios.
7. Zambumbia: 1. f. Cuba. sambumbia (ǁ bebida refrescante). DRAE.
8. Batey: (De origen Caribe).1. m. En los ingenios y demás fincas de campo de las Antillas, lugar ocupado por las casas de vivienda, calderas, trapiche, barracones, almacenes, etc. DRAE.
9. Bohío: Voz de las Antillas. En Cuba y el Caribe, vivienda techada con hojas y paredes de madera de palma; generalmente piso de tierra, puede tener ventanas y más de un local.
10. Rurales: (Guardia rural) Policía militarizada en zonas agrícolas. Creada por la Intervención de EE.UU. en 1898, contribuyó a detener los desmanes de ladrones, cuadrillas y asaltantes. Poco a poco se convirtió en el brazo armado de la represión contra los campesinos, el instrumento que asesinaba a los dirigentes de estos, desalojaba a aquellos que trabajaban tierras que interesaban a las empresas azucareras y los terratenientes criollos. Muy odiada y corrupta.
LAS RECETAS DE LA ABUELA.
El frijol o alubia es uno de los alimentos más antiguos conocido del hombre y ha formado parte importante de la dieta humana desde tiempos remotos. El frijol común empezó a cultivarse hace aproximadamente siete mil años a.n.e. en el sur de México y Guatemala. En México, los nativos cultivaron los frijoles blancos, negros y todas las demás variedades de color.
Puesto que las culturas mesoamericanas de México se expendieron por el continente americano, estos frijoles y las prácticas de cultivo se propagaron poco a poco por toda Sudamérica a medida que exploraban y comercializaban con otras culturas. Cuando los conquistadores de la Península Ibérica llegaron al Nuevo Mundo, florecían diversas variedades de frijoles. Cristóbal Colón les llamó “faxónes” y “favas” por su parecido a las habas del Viejo Mundo, los aztecas los llamaban “etl”, los mayas “búul” y “quinsoncho”, los incas “purutu”, los cumanagotos de Venezuela “caraotas”, en el Caribe les denominaban “cunada”, los chibchas “histe” (González, 1987). Los primeros exploradores y comerciantes llevaron posteriormente las variedades de frijol americano a todo el mundo, y a principios del siglo XVII, los frijoles ya eran cultivos populares en Europa, África y Asia.
Los frijoles poseen un alto contenido en proteínas y en fibra, siendo una fuente excelente de minerales. También cabe destacar la elevada cantidad de folatos que aporta y el contenido equilibrado en demás vitaminas del grupo B exceptuando la cianocobalamina. Fuente: es.wikipedia.org
Añado: estos frijoles o alubias negras no son de consumo común en España, aunque sí en A. Latina, especialmente el Caribe y Centro América. Como ocurre con todos los productos, existen frijoles más agradables al gusto que otros. En general, los de tamaño pequeño son más blandos y de sabor menos ácido. Se consumen como un plato independiente o con arroz blanco. El espesor del caldo es al gusto, pero generalmente se prefieren espesos. La editora. Foto: cibercuba.com
Frijoles Negros Dormidos.
Ingredientes:
½ kg de frijoles negros.
1 taza de aceite (preferiblemente de oliva).
2 pimientos verdes grandes o 6 pequeños.
2 dientes de ajo.
1 hoja de laurel.
1 cucharadita de café de orégano (molido o en hojas).
1 ramita de cilantro1.
1 cucharadita de café de vinagre.
1 pizca de azúcar morena.
Sal al gusto.
Procedimiento:
Se dejan en remojo los frijoles negros por 10 o 12 horas. Cumplido este paso.se ponen hervir a fuego medio con abundante agua,-un par de dedos por encima de su nivel, durante 20 o 25 minutos (en olla de presión o común), agregándole el comino, la hoja de laurel y el orégano.
Cuando estén los frijoles bien blandos, se añaden los pimientos, el ajo, la cebolla (todo cortado en pedazos pequeños) y el aceite. Se continúan hirviendo a fuego medio, hasta que estén comenzando a espesar. En ese momento, se deben agregar, la pizca de azúcar, el vinagre y la sal y,- cuando estén en el punto deseado de espesor y sabor-, se retiran del fuego, agregándoles entonces las hojas de cilantro, (ya que si se hierven, pierden su sabor característico).
Pueden comerse de inmediato pero, para esta receta, deben dejarse reposar hasta el otro día para que estén bien dormidos (espesos, reposados). Pueden comerse con arroz blanco, puré de patatas, etc.
Como toda receta, existen muchas variantes: agregar tomates, panceta, tocino, carne de cerdo, etc., cada cual le adiciona su sello personal, pero está es la Receta de la Abuela, que la disfruten…
1. Cilantro: 1. m. Hierba (…) aromática y de virtud estomacal.
DEL HOGAR Y ALGO MÁS…
La mostaza hace referencia generalmente al condimento envasado con apariencia externa pastosa y de sabor picante que se elabora de las semillas de varias plantas del género Sinapis, familia de las crucíferas, que también incluye las coles y los nabos. Asimismo, hace referencia también a la pequeña semilla de mostaza, usada como especia y que se emplea frecuentemente en algunas gastronomías, como por ejemplo: la alemana, la india o la francesa, entre otras.
Se cree que fueron los romanos quienes desarrollaron el preparado de mostaza que conocemos hoy. Mezclaban zumo de uva sin fermentar, conocido como "mosto" con semillas de mostaza, llamadas sinapis para formar el mustum ardens o "mosto ardiente". La empleaban como condimento gastronómico. Plinio la menciona como un aditamento en los vinos especiados, como también confitaban en vinagre sus hojas, era empleado en la elaboración del moretum (queso especiado). También se empleaba como planta medicinal aplicada en remedio contra los dolores de cabeza o simplemente como digestivo. Los griegos la empleaban como condimento. Pitágoras recomendaba su consumo ya que tenía la convicción que aumentaba la memoria y le daba alegría al ánimo, se sabe también que el botánico Teofrasto la cultivaba en los jardines
Se puede considerar este periodo como el primer auge de esta especia. De hecho, se empieza a emplear como condimento de carnes (sobre todo vacunas) y tal vez para ocultar el sabor de la carne en mal estado.
Es en el siglo XIII cuando aparece en casi todos los platos de la gastronomía europea, y su cultivo se intensificó, así se puede comprobar en las ciudades de Cremona en Italia y Dijon en Francia; en esta última la producción continúa hoy en día, y se considera una de las primeras del mundo (una gran parte de la producción mundial proviene de esta región de la Borgoña y, la otra, de Canadá).
Ya en la época moderna nos encontramos numerosas recetas de elaboración diversas por país. En España en el siglo XVII, por ejemplo, el cocinero de los reyes de la Casa de Austria, Francisco Martínez Motiño, menciona una receta española1 de elaboración de la mostaza. Posteriormente en el siglo XX se hace famosa por una simple semejanza de olor con la iperita que tiene el gas mostaza (no tiene otra cosa en común). Hoy se emplea como salsa acompañante de salchichas (especialmente los perros calientes) y es un integrante importante de las hamburguesas. También se emplea en algunos sándwiches.
Propiedades la mostaza es una salsa baja en calorías y colesterol. Su semilla tiene un alto contenido proteico y de minerales. Además posee propiedades antisépticas y digestivas.
POESÍA.
Delmira Agostini Nació en Montevideo, Uruguay en 1887 colaboró en, numerosas publicaciones nacionales e internacionales, murió trágicamente en Montevideo en 1914. Para conocer más ver su extensa biografía en: los-poetas.com, de donde procede la poesía que les ofrecemos. Imagen: nachofrutos.es.
LA ESPERANZA
Soy el dulce consuelo del que sufre,
Soy bálsamo que alienta al afligido,
Y soy quien muchas veces salva al hombre
Del crimen o el suicidio.
Yo le sirvo al mortal que me alimenta
Contra el dolor de sin igual muralla,
Soy quien seca su llanto dolorido
Y calma su pesar ¡Soy la Esperanza!
PARA REFRESCAR.
1. Mosquitos.
Un niño que le grita a su padre: -"¡Papa los zancudos no me dejan dormir me están picando!
A lo que el padre responde: -Bueno hijo, apaga la luz y duerme...
El niño apaga la luz, cuando de pronto entra en su habitación una luciérnaga y grita de nuevo: -¡Papá ahora me están buscando con una linterna! Colaboración de Diana F., Caracas, Venezuela.
2. ¡Adrenalina en El Gran Cabaret! ¡No dejar de verlo, una maravilla! Al finalizar, 12 vídeos más. Colaboración de Marcinha M. Paraná, Brasil.
http://www.youtube.com/watch_popup?v=W3yBvamQVJE&vq=medium
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