martes, 16 de octubre de 2018

317. Cuento.

MUJER, POBRE, INDÍGENA.

Rosario en mano, Jacinta va desgranando avemarías como cada noche, desde hace más de mil cien días. Sus dedos se deslizan lentamente por las gastadas cuentas; su voz, pausada y apenas audible, suena lastimera. Al fondo del cuartucho donde está, una imagen de la Virgen de Guadalupe, escasamente iluminada por una mortecina veladora, parece atenta a las súplicas. Pero las últimas jaculatorias* son interrumpidas por una de las celadoras del centro de reclusión donde se encuentra. [*2. f. Oración breve y fervorosa. DRAE]

Prepare sus cosas. Creo que ya la van a dejar ir –le dijo.

Jacinta no cabe de asombro. Su corazón se estremece. Es la noticia que ha estado esperando desde que la confinaron en este lugar que la ha separado de su familia. El rosario tiembla en sus manos. Al intentar ponerse en pie sus piernas se niegan a sostenerla. Vuelve a caer sentada al camastro. Cierra sus ojos, anegados ya en lágrimas, y musita una acción de gracias*. [Acción de gracias: f. Expresión o manifestación pública de agradecimiento normalmente dirigida a la divinidad. DRAE]

Recuerda cómo inició esta dolorosa historia que ahora ya parece tocar fin. Aquel domingo 26 de marzo, para los habitantes de la comunidad indígena de Mexquititlán parecía ser como cualquier otro. En la plaza central del pueblo, a un costado de la iglesia de Santiago Apóstol, desde temprano, los comerciantes se habían instalado para ofrecer toda suerte de productos: hortalizas, guajolotes* y gallinas, huevos, maíz, frijoles, tortillas, tejidos, pulque**… además de los artículos de manufactura china que desde hace algunos años iban ganando terreno en el gusto de aquella gente[*Guajalote: ave de América, de un metro de altura, parecida a las gallinas. Pulque: 1. m. Ecuad. y Méx. Bebida alcohólica, blanca y espesa, del altiplano de México, que se obtiene haciendo fermentar el aguamiel o jugo extraído del maguey con el acocote (calabaza) DRAE.]

Aquel ritual de compraventa, tan colorido como ancestral, hermanaba a todos los habitantes: era el espacio de encuentro,… Jacinta había salido de la misa de mediodía y permaneció unos minutos más para dar algunas informaciones a sus compañeras de cofradía,... Después iría al puesto de helados y aguas frescas, propiedad de la familia, donde su hija mayor ya la esperaba para que la relevara en el trabajo.

La algarabía y convivencia pacífica del tianguis [mercado] fue rota cuando llegó un grupo de hombres, vestidos como cualquier civil, que, sin mediar palabra, empezó a despojar de sus mercancías a los vendedores, con lujo de violencia, con el argumento de que eran productos “piratas”. Los agresores lanzaban al suelo los artículos y los pisoteaban. El hecho enardeció a los comerciantes.

Bastaron un par de silbidos, una especie de código comunicativo, que se fueron replicando por el mercado, para que casi todos los vendedores y una gran cantidad de transeúntes se arremolinaran en torno a aquellos hombres que perpetraban ese desmán. Cuando los violentos se vieron copados dijeron ser policías federales; entonces los comerciantes les exigieron identificarse y exhibir la orden que avalara su proceder, pero los agentes se negaron. Aumentó la tensión.

Jacinta llegó en ese momento. Solidaria con los suyos, también recriminaba a los hombres que han hecho los destrozos. En la turba, algunos opinaban que deben retenerlos para ser juzgados según los usos y costumbres del pueblo. Temeroso, el jefe del grupo policial, intentó calmar los ánimos de la gente: dijo que hablaría con sus supriores para ver cómo dar solución al altercado. Los comerciantes dijeron que la única manera de reparar el mal que les habían hecho era pagando los artículos que les habían destrozado.

Al poco tiempo llegó el jefe regional de la policía para dialogar con los afectados y ofrecieron pagar en efectivo los daños causados por los elementos policiacos, pero argumentaron que debían trasladarse a una ciudad cercana para conseguir el pago. Los comerciantes aceptaron el trato y el jefe policial ordenó a uno de los agentes que permaneciera en el pueblo como garantía de que regresarían.

Las horas pasaron y cuando la noche empezaba a cubrir con su negro manto la población, regresaron los miembros de la policía…, junto a su jefe. Parecía el punto final de la historia y que todo quedaría en el anecdotario del pueblo. Los comerciantes levantaron sus puestos y, en un ambiente de camaradería, se dirigieron a sus hogares. La jornada había sido larga y extenuante.

Pasaron cinco meses. El pueblo siguió con su vida cotidiana, en su lucha por la vida. Un día Jacinta barría el frente de su casa. El olor a tierra mojada impregnaba el ambiente. Las gallinas deambulaban por el patio rascando la tierra en busca de algún grano que les sirviera de alimento.

De pronto, frente a su casa se estacionó una gran camioneta negra, de la que bajaron algunos hombres. Era un grupo de agentes del ministerio público. Le mostraron una fotografía y preguntaron si conocía a alguna de las personas que aparecían ahí. Jacinta sonrió, ingenua, y dijo: “Soy yo”.

Entonces el que parecía ser el jefe del grupo le dijo que querían preguntarle algo acerca de un árbol que recientemente había sido derribado en la comunidad y querían saber quiénes fueron los autores del hecho. Jacinta les explicó que era un árbol viejo, y que de la noche a la mañana había amanecido tirado. El agente le pidió que le ayudara, que testimoniara eso que les contaba,... tendrían que llevarla a la capital del estado, que no se preocupara, que para la tarde ya estaría de vuelta. Amable como ella es, accedió a acompañarlos. En el camino recogieron a otras dos mujeres, vecinas de la comunidad.

Las llevaron a un juzgado. A la entrada del edificio ya las esperaban muchos fotógrafos. De inmediato las mujeres se sintieron cohibidas. Así empezó la verdadera pesadilla. Las sentaron frente a un gran escritorio y, sin misericordia, las bombardearon con preguntas de un asunto que no entendían: les pedían explicaciones de cómo había sucedido el secuestro de seis agentes de la policía hace cinco meses en su pueblo,…

Ellas, indígenas, no comprendían todo lo que les decían porque no hablaban bien el español. En la mente de Jacinta revoloteaba la palabra “secuestro”; no hallaba una palabra en su idioma que se le pareciera o le diera una idea de qué era eso. Balbuceaba algunas cosas en su maltrecho castellano…
los dedos de las secretarias se movían con velocidad sobre las máquinas de escribir. Agobiadas, les dieron a firmar las declaraciones, pero como no sabían escribir, les tomaron la mano e impusieron sus huellas digitales en los papeles. Tardarían un tiempo en entender bien qué estaba pasando.

Esa noche, el ministerio público convocó a todos los medios de comunicación de la localidad. Jacinta y sus dos compañeras fueron presentadas ante la opinión pública como culpables de haber secuestrado a seis agentes policiacos durante los hechos ocurridos cinco meses atrás. Las únicas pruebas para sentenciar a la mujer, eran una fotografía publicada en un periódico local, donde ella aparece detrás de los agentes y las declaraciones de los seis. La policía que aquella vez había sido obligada a pagar sus fechorías, ahora se estaba cobrando la factura.

En la averiguación previa se decía que en el reporte rendido por los policías el mismo día de los hechos, estaba asentado que “un grupo de gente los rodeó” y eso implicaba una retención, un secuestro. A Jacinta le acusaron falsamente de querer linchar y quemar al agente que se quedó en el pueblo mientras sus superiores conseguían el dinero para pagarle a los tianguistas [comerciantes] los daños causados.

En el pueblo se corrió la voz de que Jacinta había sido detenida por una fotografía donde aparecía; y que había muchas fotos más. Los comerciantes se llenaron de miedo y prefirieron no exponerse. Cuando los familiares de Jacinta les pedían apoyo para hacer frente a la injusticia, los demás tianguistas se disculpaban pero no se atrevieron a hacer fuerza con ellos. Lo mismo pasó cuando fueron a ver al párroco del lugar: dijo que él no se metía en política y que si estaba en el reclusorio sería porque evidentemente sería culpable.

Pasaron más de dos años y Jacinta siguió en la cárcel. El abogado de oficio que le consiguieron nada pudo hacer en defensa de la mujer: fue sentenciada a 21 años de prisión, condena máxima que se le aplica a un secuestrador. La familia quedó desecha. Gracias a una nota en un periódico, un Centro de Derechos Humanos se enteró del caso de Jacinta y asumieron su defensa. En sus indagatorias se dieron cuenta que el proceso persistía en graves desigualdades del sistema de justicia, como la falta de acceso a un traductor y la negación de su derecho a la presunción de inocencia, los cuales tienen efectos de mayor intensidad en las mujeres indígenas debido a la triple discriminación de que son objeto: por ser indígenas, mujeres y pobres. La investigación sacó a relucir las deficiencias de la impartición de justicia.

El Centro de Derechos Humanos, emprendió una campaña de solidaridad en favor de Jacinta y sus dos compañeras, que suscitó numerosas adhesiones. Así, la comunidad se sintió con valor y empezó a exigir a las autoridades que pusieran fin al encarcelamiento de las mujeres. Al poco tiempo, Amnistía Internacional declaró a Jacinta “prisionera de conciencia”. La presión social obligó a que las instancias judiciales presentaran conclusiones no acusatorias en el proceso que enfrentaban las mujeres por el delito de secuestro. Tuvieron que pasar tres años para que Jacinta pudiera recobrar su libertad.

El día que Jacinta fue puesta en libertad, las autoridades del reclusorio quisieron hacerlo con mucha discreción. Pretendieron sacarla por la puerta trasera, a altas horas de la noche. Sin embargo, los activistas de derechos humanos, algunos periodistas que habían dado a conocer los atropellos de los impartidores de justicia, y cientos de vecinos y simpatizantes de la mujer, hicieron un plantón frente el centro de reclusión y exigieron que saliera por la puerta principal.

El director del penal, fue por Jacinta y la acompañó a la puerta. Secamente le tendió la mano y le dijo: “Usted disculpe”, y regresó de inmediato al edificio. Al ver a Jacinta los presentes estallaron en gritos de júbilo. La que entró como delincuente salió de la prisión como heroína.

Hoy, Jacinta sigue siendo “peregrina a pie al Tepeyac”*, pero ahora entiende su ser de cristiana desde una nueva óptica: está comprometida con la causa de los derechos humanos, particularmente de las mujeres y los indígenas. [*El Tepeyac es célebre por haber sido, de acuerdo con la fe católica, el sitio donde la Virgen de Guadalupe presuntamente se habría aparecido al nativo Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Actualmente a los pies del cerro se encuentran la Basílica de Guadalupe y el complejo monumental del santuario que le fue dedicado, que cada año recibe a millones de peregrinos, especialmente el día 12 de diciembre. es.wikipedia.org] 
Basado en un hecho real. Autor: Gilberto Hernández García. Chiapas, México. Fuente condensada: Mujer, pobre, indígena - Servicios Koinonia

LAS RECETAS DE LA ABUELA.
La gastronomía mexicana es el conjunto de platillos y técnicas culinarias de México que forman parte de las tradiciones y vida común de sus habitantes, enriquecida por las aportaciones de las distintas regiones del país, que deriva de la experiencia del México prehispánico con la cocina europea, entre otras. El 16 de noviembre de 2010, la gastronomía mexicana fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. (12)​

El guacamole* es una salsa típica e incondicional de la comida mexicana. ¿Lo mejor? Es muy fácil preparar guacamole en casa. Sólo hay que seguir los siguientes pasos. [* 1. m. Am. Cen. y Méx. Salsa espesa que se prepara con aguacate molido o picado, al que se agrega cebolla, tomate y chile verde.]


Ingredientes:
2 aguacates.
½ cebolleta.
½ diente de ajo.
1 tomate grande.
1 chile fresco, (ají picante).
Unas gotas de limón verde, aceite de oliva y sal al gusto.
2 ramitas de cilantro picadas.

Preparación:
1.- Lo primero es pelar los aguacates, extraer toda la carne con su jugo del interior y después triturarla utilizando el tenedor añadiéndole unas gotas de limón verde.

2.-A continuación picamos la cebolleta en trozos muy pequeños, también el ajo, el cilantro y el tomate. Añadimos el chile cortado en rodajas pequeñas a la mezcla realizada y lo unimos con el aguacate triturado; removemos muy bien y le añadimos un toque de sal, y si es necesario, un toque de aceite de oliva.

Y ¡Listo! Y ahora que ya tienes la salsa hecha, puedes utilizarla para acompañar
cualquiera de tus platos de comida mexicana favoritos.

Como algo personal, puede agregarle al guacamole terminado, perejil, tomates u otras ocurrencias. Fuente y foto: https://www.verema.com

DEL HOGAR Y ALGO MÁS.
Salvia es el género más numeroso de la familia de las lamiáceas, con 700 a 900 especies de arbustos, herbáceas perennes y anuales. (23)​ Comúnmente también se denominan salvia, aunque generalmente este nombre se asocia más a la especie Salvia officinalis, conocida popularmente por su uso en gastronomía, como planta ornamental y medicinal. Es uno de varios géneros comúnmente conocidos como salvia.

El término “salvia” proviene de la palabra latina “salvare”, que significa “curar”, en referencia a las propiedades curativas de la hierba. El primer autor conocido en describir una planta llamada salvia por los romanos fue Plinio el Viejo,…

La salvia tiene usos ornamentales, medicinales y gastronómicos, empleándose como condimento, especialmente en Italia y en las recetas de influencia italiana.

Es considerada una planta especialmente beneficiosa para la mujer, puesto que contiene unas sustancias llamadas fitoesteroles que tienen un efecto estrogenito*. Sirve para suavizar los síntomas de la menopausia, en especial los sofocos, para disminuir los dolores antes y durante la menstruación, o en los casos de periodos irregulares o escasos. [*El estrógeno es un grupo de hormonas que juegan un papel importante en el desarrollo sexual y reproductivo normal en las mujeres.]

En España es habitual tomarla en infusión, (7)​ para lo que se dejan utilizan quince gramos de flores y hojas en 1 litro de agua hirviendo durante tres minutos aproximadamente; luego se deja reposar durante 15 minutos más antes de su consumo, pudiendo edulcorarse o mezclar con otras hierbas.

En Chile, específicamente en la Patagonia, se usan las hojas de la salvia como aromatizador y saborizante para tomar mate dulce, así como también se reproduce y siembra para ornamentar sus jardines y fachadas. La salvia interviene en la maceración del Orujo de hierbas (8)​ gallego.

Su aroma tiene tonos amargos y sutilmente picantes, y entre las aplicaciones culinarias en las que interviene la salvia figuran recetas como: Besugo al horno, Saltimbocca, Pasta con Prosciutto y Parmesano, Atún mechado, Ensalada de alubias blancas con salvia, Cordero a la romana (Abbacchio alla ca tucciatora), Trucha aromatizada con salvia, Iscas (receta portuguesa de hígado de cerdo) o Risotto de setas. [Nota de la Editora: no confundir con “sábila”. f. Ant., Hond., Méx. y Ven. áloe (ǁ planta liliácea). DRAE]
Fuente condensada y foto: https://es.wikipedia.org/wiki/Salvia

INFORMACIONES ÚTILES:

Estados Unidos amplía uso de vacuna contra el cáncer cervical uterino. El Nuevo Diario.com La vacuna fabricada por Merck hasta ahora era permitida sólo hasta los 26 años. Las autoridades la han extendido hasta los 45.

Cuide su manguito rotador del hombro: causas de estos problemas y cómo se trata. Medine Plus.

Así es como 10 minutos de ejercicio pueden ayudarte a mejorar tu memoria 24Horas.cl. Un equipo de investigadores de la Universidad de California comprobó que solo 10 minutos de actividad física ligera eran suficientes para potenciar la conectividad cerebral y para ayudar a las personas a distinguir entre recuerdos muy similares.

¿Qué hacer para aliviar la picazón? La picazón es un síntoma de muchas afecciones de salud, incluyendo alergias, enfermedades de la piel, reacción a cosméticos y hasta ciertos tipos de cáncer,… Entérese cómo tratar la picazón. Medine Plus.

Conozca el índice glucémico de los alimentos. El índice glucémico mide la rapidez con la que un alimento puede elevar el nivel de azúcar (glucosa) de la sangre. ¿Sabía que solo los carbohidratos tienen un índice glucémico? Conocer los alimentos que tienen un índice glucémico alto y bajo puede ayudarle a controlar su nivel de glucosa. Medine Plus.

Los hispanos y el cáncer: ¿Sabía que el cáncer es la principal causa de muerte de hispanos en los EE.UU.? De hecho, los latinos tienen más probabilidades de presentar cáncer relacionados a infecciones, por ejemplo de hígado, de estómago o de cuello uterino. Sepa más sobre el cáncer y los latinos.

POESÍA.

Fuente: VayaBoca
PARA REFRESCAR.
Youtuber español estafó a sus subscriptores en Sitges [Original estafa. Todos los días sale un nuevo pícaro.]

Edificios Abandonados tan evocadores que son pura Poesía Hoy te mostramos 23 espectaculares edificios que cayeron en desuso y en el olvido, por una razón u otra. Estos lugares, que alguna vez fueron fructíferos y prósperos, han sido conquistados por la naturaleza y el resultado es extrañamente fascinante.

Cuantos días que hay que trabajar para comprar el iPhone El iPhone XS, un móvil de última generación que cuesta más de 1.000 euros en las tiendas. Bellas fotos de cada país. [Los tres vínculos son de Taringa.net]

Riccardo Muti dirige el Coro de los Esclavos, de Nabucco. Vídeo de la RAI. 8 mtos http://www.youtube.com/embed/G_gmtO6JnRs ¡Precioso!

1. Taxista gracioso: Llega un señor y le dice al taxista: - Por favor, déjeme en el semáforo. Y el taxista le responde: - Yo lo dejo en la esquina, y usted ya verá como se sube.

2. Parecido: ¿En qué se parecen la PlayStation y los pechos? Pues en que ambos son para los niños, pero casi siempre son los hombres los que terminan jugando con ellos.

3. Colmo: - ¿Cuál es el colmo de un vidriero? - Que su negocio quiebre.

4. Trabalenguas: Un socorrista le dice a una bañista:- Oiga, ¿usted no nada nada? Y la bañista le contesta:- No, es que no traje traje.

5. Preferencias: - Oye, ¿cuál es tu plato favorito y porqué? - Pues el hondo, porque cabe más comida… Fuente: 1 al 5 son de chistescortos.yavendras.com

Si este blog ha sido de su agrado recomiéndelo a sus amigos. Gracias. Yskra y Romel.

Próxima edición: 13 a 15 de noviembre. Publicado: 16 de octubre.

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