lunes, 24 de octubre de 2011

11. Cuentos de la Alhambra, de Washington Irvin.

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“Washington Irving (…17831859) fue un escritor estadounidense del Romanticismo.

Fruto de su actividad como hispanista fueron The Life and Voyages of Christopher Columbus (Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón, 1828), Chronicles of the Conquest of Granada (1829), Voyages and Discoveries of the Companions of Columbus (1831) y sus celebérrimos y harto traducidos Cuentos de la Alhambra (Tales of the Alhambra) (1832), donde refunde para el público inglés las más conocidas leyendas hispano-arábigas sobre el Castillo Rojo”. es.wikipedia.org

Leyenda del Gobernador y el Notario.

Entre las autoridades que gobernaron la Alhambra, se destacó, hace muchísimos años, un viejo y valiente militar que, habiendo perdido un brazo en una célebre batalla, era conocido por el nombre de "El gobernador manco".

Ufano de su gloria y coraje, irritable y severo en sus actos, resultaba imponente con los largos y erguidos mostachos que casi le llegaban a los ojos, altas botas y larguísima espada.

Aplicaba con toda exactitud los reglamentos y ordenanzas que establecían a la Alhambra como fortaleza real. No se podía entrar con ninguna clase de armas, a no ser algún noble caballero, y los jinetes debían desmontar al llegar a la puerta y conducir por la brida a su cabalgadura.

Como el gobernador no hacía excepciones y mantenía con estricto rigor su autoridad, muy pronto se indispuso con el capitán general que mandaba en la provincia y que no toleraba que en su jurisdicción existiera otro Estado que resistiese a su poder.

Esta enemistad, agriada por continuas discusiones, exasperaba y enfurecía cada vez más a las celosas autoridades.

"El gobernador manco" alcanzaba cierta ventaja sobre su rival, porque el suntuoso palacio de la capitanía, situado al pie de la colina en que se levantaba la Alhambra, era dominado por una de las salientes de la fortaleza y allí, en horas en que mayor era la cantidad de gente que iba y venía, se paseaba erguido, espada al cinto, con desdeñoso gesto de superioridad militar.

Cada vez-que bajaba hasta la ciudad, lo hacía con gran pompa, en la vieja carroza tirada por ocho mulas y con numerosa escolta de caballerizos y lacayos. Esta exhibición le causaba cierto placer, sobre todo al observar a los impresionados habitantes de Granada contemplarlo con gran temor y respeto. Pero no reparaba en las sonrisas de los amigos del capitán general, que burlándose de tanto aparato lo llamaban: "El rey de los mendigos", de acuerdo con la pobreza y mísero vestir de sus vasallos.

Pero el principal motivo de tanta enemistad lo proporcionaba el derecho que tenía el gobernador de pasar las provisiones para la fortaleza libres de todo impuesto provincial.

Este privilegio provocó que numerosas bandas de contrabandistas hicieran grandes negocios en connivencia con los soldados de la guarnición.

La situación llegó a tal extremo, que el capitán general decidió un día ponerle fin. Para resolver el asunto, llamó a un solapado notario que atendía la secretaría y que se distinguía por tramar toda clase de enredos y pleitos contra la autoridad de la Alhambra.

Después de estudiar el caso, el astuto secretario le aconsejó que insistiera en detener y registrar cuanto cargamento pasara por la ciudad.

Para afirmar sus derechos, redactó un extenso memorial que debía enviarle al gobernador.

Recibirlo el viejo militar y poner el grito en el cielo fue todo uno.

-Al diablo -exclamó furioso- con leyes y notarios. ¡Qué pobre capitanejo ha de ser el que pretende asustarme con papeluchos y escritos de un ave negra! ¡Ya le demostraré lo que vale una espada frente a un tinterillo!

Y sin más, contestó al largo escrito sosteniendo sus derechos al libre tránsito y amenazando con castigar a los plebeyos aduaneros que se atraviesen a detener cualquier cargamento destinado a la Alhambra.

Planteada tan grave situación, llegó un buen día una mula cargada con víveres para el gobernador. El cabo que mandaba el pelotón, custodio del animal, era como su jefe, testarudo y valiente. Al llegar a las puertas de la ciudad puso sobre la carga la bandera de la Alhambra, y con aire de desafío hizo avanzar sus cuatro soldados.

Habían caminado muy pocos pasos cuando sonó el "¿quién vive?" del centinela.

-Fuerzas de la Alhambra -contestó con aire marcial el cabo.

-¿Qué lleváis?

-¡Víveres para el gobernador!

-Pasad...

clip_image003 (Foto de photaki.es) El cabo dio la voz de marcha y apenas el reducido convoy caminó unos metros, cuando varios aduaneros que permanecían ocultos en el puente los rodearon en forma amenazadora.

-¡Deteneos! -Grito el que parecía el jefe-. No podéis pasar sin que hayamos visto lo que lleva ese animal.

Sin dejarse atemorizar, el cabo ordenó atención, preparar las armas y seguir avanzando.

-No sois ciegos para ver la bandera de la Alhambra y por tanto lo que llevamos escapa a todo registro. -

-¡Al diablo con tu bandera y para de una vez!

-No reconozco vuestra autoridad y si la queréis imponer os va costar caro.

Dicho esto, fustigó a la mula, pero el jefe de los aduaneros se adelantó y la tomó de las riendas. El cabo, después de dar la voz de alto, disparó el fusil, hiriéndolo de muerte.

Los aduaneros cayeron sobre el viejo militar, que después de sufrir las iras del populacho, traducidas en puntapiés, palos y golpes de puño, fue cargado de cadenas y encerrado en la cárcel.

Sus soldados, que a favor de la confusión habían emprendido una estratégica retirada, retornaron en busca de la mula, cuya carga había sido registrada y aliviada.

Al enterarse el gobernador de los pormenores del grave episodio, el insulto a su bandera y la prisión de un jefe de sus tropas, su cólera alcanzó límites insospechados. Pensó enclavar cañones en la saliente que dominaba a su enemigo y bombardear la capitanía general, pero como aquel plan no era factible porque la artillería estaba fuera de uso, se conformó con enviar a un soldado exigiendo - la entrega del cabo por considerar que únicamente él podía castigar los delitos cometidos por sus súbditos.

El capitán general, aconsejado por el solapado notario, contestó, después de muchos días, que como el hecho había ocurrido en la ciudad y la víctima era uno de sus servidores, no cabía ninguna discusión ni duda sobre sus derechos a juzgar al autor del crimen.

Insistió el gobernador en lo que creía justo y contestó el capitán general con nuevos argumentos legales, cosa que ponía fuera de sí al viejo militar, que odiaba todas las mañas y argucias de los defensores de la ley.

Mientras se cruzaban pedidos y negativas, el astuto notario, que se divertía en provocar la ira del gobernador, continuaba con toda rapidez la instrucción del sumario. El autor del hecho detenido en un pequeño calabozo, consumía su impaciencia asomándose a una ventana cruzada con gruesos barrotes por donde conversaba o recibía regalos de sus amigos.

Después de llenar cientos de hojas con declaraciones de testigos, antecedentes y reconstrucciones, el falso notario consiguió enredar en tal forma al cabo, que sin saber cómo terminó por confesarse autor del delito de asesinato, que se castigaba con la muerte en la horca.

Al saber el gobernador el fin que aguardaba a su fiel soldado, llegó al colmo de la furia y lanzó toda clase de amenazas contra la ciudad. Pero sus autoridades parecieron ignorarlas y el día antes del señalado para cumplir la sentencia el cabo fue puesto en capilla.

Llegadas las cosas a tal extremo, el gobernador no vaciló en resolver personalmente este asunto. Hizo disponer la carroza, y escoltado por soldados y servidores bajó a la ciudad como si fuese a visitar amigos.

Después de recorrer algunas calles, dirigióse hacia la casa del notario.

Se detuvo ante ella y ordenó que lo llamaran hasta la puerta.

-Según noticias, ha sido condenado uno de mis soldados -gritó el gobernador.

-Así es, señor -contestó con socarrona sonrisa el notario-. No se ha hecho más que, cumplir las disposiciones de la ley, como fácil os será comprobarlo leyendo las declaraciones y la confesión del autor.

-Quisiera convencerme de esa justicia, si no tenéis inconvenientes - pidió el gobernador.

El notario, inflado de vanidad, al poder demostrar su saber e inteligencia en asuntos de esa clase, no tardó en regresar con el voluminoso expediente. Acercándose a la carroza se puso a leer, dándose mucho tono y autoridad, las principales partes del juicio. Lo hacía con tanta teatralidad, que pronto los vecinos empezaron a rodearlo llenos de curiosidad.

-Si podéis, haced el favor de subir a la carroza -le interrumpió el gobernador-. Me distrae este corrillo de abribocas y no puedo seguir vuestra lectura.

Aceptó el notario de buen grado la proposición del gobernador, pero no había terminado de sacar el segundo pie del estribo, cuando en contados segundos se cerró con fuerza la puerta de la carroza, el conductor sacudió varios latigazos a las mulas y coche, escolta y servidores, ante el asombro de los vecinos, partieron a toda velocidad hasta llegar a la Alhambra y encerrar al prisionero en uno de los mejores calabozos.

Después de tener asegurada tan valiosa presa, el gobernador envió a un oficial con bandera de parlamento, proponiendo a su enemigo el canje de los prisioneros.

El capitán general, herido en su dignidad, rehusó en forma altanera esa proposición y ordenó se aceleraran los trabajos para levantar una gran horca en el centro de la plaza.

-¿Con que ésas tenemos? -dijo el viejo militar, mandando se construyese otro patíbulo en la parte de la fortaleza que dominaba la plaza.

Cuando estuvo listo, envió un nuevo mensaje advirtiéndole que en cuanto el cabo fuese ahorcado, el pérfido notario bailaría al extremo de una cuerda.

El capitán no varió sus propósitos. Hizo formar las tropas, mientras redoblaban los tambores y tocaban las campanas anunciando la ejecución.

El gobernador no se quedó en menos. Mandó formar la guarnición de la fortaleza al son de tambores y campanas que participaban la próxima muerte del notario.

Su esposa, que seguía con desesperadas lágrimas toda la ceremonia, cruzó acompañada de sus numerosos hijos la muchedumbre, que no apartaba los ojos de lo que iba a ocurrir en lo bajo y en lo alto de Granada, para caer de rodillas frente -al capitán general y pedirle aceptase la proposición del enemigo.

-Bien conocéis -dijo- que el gobernador cumplirá con su palabra y mi esposo será ahorcado. Comprended, señor, que por un capricho me priváis de sostén y condenáis a la miseria a mis numerosos hijos.

Conmovióse el capitán general por tantas lágrimas que lo ayudaban a no perder tan ladino consejero, y dio orden a un oficial para que condujera hasta la Alhambra al arrogante cabo, que aun vestido con la ropa de ajusticiado no dejaba de ir con la frente erguida y marcial continente, y pidió se cumpliese el canje solicitado.

No se demoró mucho en sacar al notario del calabozo. La socarrona sonrisa había desaparecido y el terror se reflejaba en sus ojos. Sus cabellos encanecieron y fuertes temblores sacudían su cuerpo.

El gobernador, con agria sonrisa, observó un momento su lamentable estado, y apoyando su brazo en la espada, dijo con severo tono:

-Veo que sufrís las consecuencias de mandar gente a la horca. Y aunque estéis amparado en la ley, la confianza nunca debe cegaros, sobre todo cuando sintáis deseos de provocar con esas chanzas a un viejo militar.

Según dicen los viejos habitantes de Granada, el capitán general no tuvo, desde ese entonces, malos consejos y la paz volvió a reinar entre tan celosas autoridades. (Fuente: librosgratis.com)

clip_image005LAS RECETAS DE LA ABUELA.

(Foto de maíz.org)

Propiedades del maíz: (tomado de enbuenasmanos.com)

Su alto contenido en hidratos de carbono de fácil digestión, lo convierten en un alimento ideal para los niños y los deportistas. Aconsejable en personas con deficiencia de magnesio.

Su harina es idónea cuando existen problemas de alergia o intolerancia al gluten.

Las sedas o estigmas de maíz[1], son utilizadas como infusiones diuréticas, excelentes en la hipertensión, en la retención de líquidos o cuando queremos aumentar la producción de orina como en las infecciones urinarias. Su aporte en fibra, favorece la digestión y reduce el colesterol.

También nos ofrece vitaminas del grupo B, específicamente B1, B3 y B9, las cuales actúan ante el sistema nervioso.

Información nutricional del maíz (por 100 g. cocido):

123 calorías; 4 g. de proteínas; 25 g. de hidratos de carbono; 3 g. de fibra; 2,5 g. de grasas poliinsaturadas; 260 mg. de potasio; 240 mg. de betacaroteno; 38 mg. de magnesio.

“Tamal (del nátuatl tamali), que significa envuelto, es un nombre genérico dado a varios platillos americanos de origen indígena, preparado generalmente con masa de maíz cocida normalmente al vapor, envuelto en hojas de maíz e incluso papel de aluminio…”. (wikipedia.org) Si lo desea, se añade picante, según el gusto del consumidor.

Receta para hacer tamales: (4 personas)

Ingredientes:

8 o 10 hojas de mazorcas de maíz.
500 gr.de maíz tierno bien molido (1/2 kg o 1 libra).
½ kg. de carne de cerdo o panceta(recortes de cerdo con su grasa).
2 cucharadas de grasa de cerdo.
1 cebolla mediana.
1 pimiento rojo pequeño.
6 cucharadas de tomate natural triturado.
2 dientes de ajo grandes.
Sal al gusto.
Hilo grueso o cordel de algodón fino para atar los tamales.

Procedimiento:

Se corta la carne de cerdo en trozos.

Se prepara un sofrito con los ajos, el pimiento y la cebolla y el tomate.

En una cacerola se pone la masa de maíz y se le incorpora el sofrito, y la sal, revolviéndose bien de forma que toda la masa de maíz pueda coger el sabor.

Se entrecruzan  las hojas del maíz una contra otra de forma que quede cerrado por una parte y abierto por la otra por la que iremos echando la masa de maíz ya sazonada e introduciremos uno o dos trozos de la carne de cerdo antes de cerrar cada envase de hojas de maíz atándolo con el hilo o cordel con una o dos vueltas.

Al mismo tiempo tendremos una cacerola grande o un recipiente metálico con agua hirviendo donde introduciremos los cartuchos o tamales más o menos durante dos horas.

Pasado ese tiempo se sacan, se refrescan y se sirven.

Les podemos decir por experiencia ya lejana (porque en España no es fácil conseguir maíz molido tierno) que son muy sabrosos y nutritivos.

En próxima receta les hablaremos del majarete, dulce del jugo del maíz tierno.

DE MEDICINA, CIENCIA, TÉCNICA Y ALGO MÁS…

clip_image007 (Foto de solostocks.com) ¿Otro invento de Da Vinci? Christian Fraser. BBC. El artista y científico italiano del Renacimiento, Leonardo Da Vinci, podría haber diseñado las figuras de ajedrez que se encuentra en la mayoría de los tableros de hoy en día.

Varios investigadores creen que las ilustraciones sobre cómo jugar al ajedrez -encontradas en el tratado renacentista más famoso sobre este juego- pudieron haber sido dibujadas por el artista italiano.

Los especialistas se basan en que Da Vinci era un amigo muy cercano del fraile matemático franciscano Luca Pacioli, autor del manuscrito "De ludo scacchorum", (Sobre el juego de ajedrez) encontrado en una biblioteca privada el año pasado y que data de 1500. En esa época Pacioli, y Da Vinci trabajaban y colaboraban entre ellos.

coroninismall (Fuente: ajedrezescolar.es. Foto AP/ Cortesía de la Fundación Coroninismal Cronberg, HO) Otro de los argumentos es que se piensa que Da Vinci tenía conocimientos de ajedrez y hasta lo pudo haber jugado. Además, usó términos técnicos del juego en muchos de sus manuscritos.

En cualquier caso, las piezas de las ilustraciones son muy parecidas a las que con frecuencia se usan en la actualidad. El manuscrito contiene 48 páginas con diagramas muy detallados en los que se exponen distintos escenarios y las soluciones que Pacioli ofrecía.

Éste no fue el primer tratado que se escribió sobre el ajedrez. Su novedad estuvo en las demostraciones prácticas y las exquisitas ilustraciones.

El rey, la reina, el alfil y el caballo estaban representados por símbolos elegantes y distintivos, coloreados con tinta negra y roja tan finamente trazados que pronto estuvo claro que eran de la mano de otro artista.

Para asegurarse de que estos dibujos son efectivamente de Da Vinci, los expertos pidieron a un grupo independiente estadounidense que analizara las ilustraciones. Se cree que la copia encontrada en Gorizzia de "De ludo scacchorum" es la única que existe en el mundo. Y si se comprueba que sus dibujos son de Leonardo Da Vinci… su valor no se podría cuantificar.

POESÍA…

¿Por qué las banderas de Puerto Rico y Cuba son tan parecidas? Esta pregunta es frecuente y también que quede sin respuesta, aun en esta época de Wikipedia y la información global. Su historia es interesante: demuestra tanto el amor a la libertad de ambos pueblos, como su hermandad permanente.

Resulta que “en 1892 se fundó el Club Borinquén” integrado por… patriotas exiliados en New York, afiliados al Partido Revolucionario Cubano (PRC). (Fundado por José Martí) Se trataba de una alianza de cubanos y puertorriqueños que luchaban por la independencia de las dos Antillas mediante una estrategia conjunta.

(…) La reunión constituyente de la Sección Puerto Rico del (PRC) tuvo lugar el 22 de diciembre de 1895… De las actas de la reunión surge: "Terreforte, uno de los supervivientes del Grito de Lares, presentó la nueva bandera que es de la misma forma de la cubana, con la diferencia de haber sido invertidos los colores: franjas blancas y triángulo azul en vez de rojo, con la misma estrella blanca solitaria en el centro.

Adoptada la bandera puertorriqueña fue utilizada por primera vez en la Intentona de Yauco el 24 de marzo de 1897. El Partido Nacionalista la acogió como su emblema en las elecciones de 1932. Blanca Canales proclamó la República de Puerto Rico en Jayuya en 1950 utilizando esta bandera y Lolita Lebrón la desplegó durante el ataque al Congreso en 1954. En los años 1916, 1922, 1927 y 1932 las cámaras legislativas trataron de oficializar la bandera sin éxito. Cien años después la bandera es oficial en el corazón de todos los puertorriqueños”. Para ampliar esta síntesis consulte: Breve Historia de la Bandera de Puerto Rico. (Versión recopilada por el Proyecto de Afirmación Puertorriqueña).

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Conocida es la estrofa: “… Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas..” perteneciente a la poetisa Lola Rodríguez Tío, que nació en San Germán, Puerto Rico en 1843 y murió en La Habana en 1924. En 1884 escribe los versos "La Borinqueña" el himno nacional puertorriqueño. De "Mi libro de Cuba" son estos versos…

clip_image011(Fuente servimg.com)

¡Vuestros dioses tutelares
Han de ser también los míos!
Vuestras palmas, vuestros ríos
repetirán mis cantares...
Culto rindo a estos hogares
Donde ni estorba ni aterra
El duro brazo que cierra
Del hombre los horizontes...
¡Yo cantaré en estos montes
Como cantaba en mi tierra!
Cuba y Puerto Rico son
De un pájaro las dos alas,
Reciben flores y balas
Sobre el mismo corazón...
¡Qué mucho si en la ilusión
Qué mil tintes arrebola,
Sueña la musa de Lola
Con ferviente fantasía,
¡De esta tierra y la mía,
Hacer una patria sola!
Le basta al ave una rama
Para formar blando lecho:
Bajo su rústico techo
¡Es dichosa porque ama!
Todo el que en amor se inflama
Calma en breve su hondo anhelo:
Y yo plegando mi vuelo,
Como el ave en la enramada,
Canto feliz, Cuba amada,
¡Tu mar, tu campo y tu cielo!

(Fuente: .amorpostales.com)

PARA REFRESCAR…

Un señor manda su ropa interior a la lavandería y pone una nota:
- 'Usar más jabón en los bóxer"...
Cuando recoge su ropa encuentra una nota que decía:  
- "Usar más papel en el culo"...

En el gimnasio

Le dice un viejo de 65 al entrenador en el Gimnasio: "¿Que maquina debo usar para impresionar a una chica de 30?"
El tipo lo mira y dice... ¡Yo le recomiendo el cajero automático!

Colaboración de Francisco R.

Ayuda al lector: Es aconsejable ampliar el texto con el zoom a 125-150% para facilitar la lectura. Un clic lo lleva a la referencia y otro sobre ella, lo trae de nuevo al texto que leía. Igualmente, si hace clic sobre las imágenes, casi siempre aparecerá, a tamaño original, el material donde fue tomada. Si desea volver al texto, debe hacer clic sobre la flecha superior izquierda de la pantalla. Siempre que nos es posible, preservamos el “vínculo” de origen de los materiales que utilizamos, por respeto al trabajo ajeno y su divulgación.

Fuentes: BBC; Google; es.wikipedia.org/wiki;

Colaboraciones y sugerencias a: soyyskra@facebook.com. Esta publicación se edita entre lunes y miércoles de cada semana. http://mangoconarroz.blogspot.com entre miércoles y domingo.

Información: Este blog se lee en países donde algunas palabras utilizadas en España no son de uso común. Por ello, explicamos el contenido o la intención de las que pensamos necesarias. El nº delante de la palabra indica la acepción tomada del Diccionario de la Real Academia. Por razones de espacio, algunos textos de las fuentes han sido resumidos. Si desea leer completo el tema, debe ir al original. Han sido preservados los datos esenciales. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son de los editores. El sentido de (…) es indicar que se ha consensado el texto original.

 Si este blog es de su agrado, le agradecemos lo recomienda a personas que lo puedan disfrutar. Gracias. Yskra y Romel.

[1] sedas, estigmas o barbas del maíz son los largos pelillos que sobresalen o se encuentran entre las hojas y la mazorca del maíz. casapia.com

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