Colaboración de Albert L., Pineda del Mar, Catalunya, España.
Cuento: La isla de las emociones.
Jorge Bucay: Buenos Aires, 1949, escritor famoso, autor de numerosos libros de autoayuda. De él hemos publicado en los nº 59 y 101. Fuente: es.wikipedia.org Para ustedes uno de sus cuentos:
“Hubo una vez una isla donde habitaban todas las Emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían, por supuesto, el Temor, la Sabiduría, el Amor, la Angustia, la Envidia, el Odio. Todos estaban allí. A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible. A veces la Rutina hacía que el Aburrimiento se quedara dormido, o el Impulso armaba algún escándalo, pero muchas veces la Constancia y la Conveniencia lograban aquietar al Descontento.
Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el Conocimiento convocó una reunión. Cuando la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó al lugar del encuentro, todas estuvieron presentes.
Entonces, el Conocimiento dijo: -Tengo una mala noticia que darles: la isla se hunde.
Todas las Emociones que vivían en la isla dijeron: -¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!
El Conocimiento repitió: La isla se hunde.
¡Pero no puede ser! ¡Quizá estás equivocado!
El Conocimiento casi nunca se equivoca -dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad-. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde.
¿Pero qué vamos a hacer ahora? -se preguntaron las demás.
Entonces, el Conocimiento contestó: -Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla… Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella.
¿No podrías ayudarnos? -preguntaron todas, porque confiaban en su capacidad.
No -dijo el Conocimiento-, la Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla más cercana.
Las emociones dijeron: -¡No! ¡Pero no! ¿Qué será de nosotros?
Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia, y llevando de polizón al Miedo, que como no es tonto se había escondido en el motor, dejaron la isla.
Todas las Emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero… Todas… salvo el Amor.
Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo: -Dejar esta isla… después de todo lo que vivía aquí… ¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahh…, compartimos tantas cosas…
Y mientras las Emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Tocó cada piedra… y acarició cada rama…
Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor: -Quizá la isla se hunda por un ratito… y después resurja… ¿Por qué no?
Y se quedó durante días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible…
La isla se hundía cada vez más…
Sin embargo, el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que sólo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería.
Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande, y que aun cuando se hundiera un poco, él siempre podría refugiarse en la zona más alta… Cualquier cosa era mejor que tener que irse. Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para él.
Así que, una vez más, tocó las piedritas de la orilla… y se arrastró por la arena… y otra vez se mojó los pies en la pequeña playa que otrora fue enorme… Luego, sin darse cuenta demasiado de su renuncia, caminó hacia la parte norte de la isla, que si bien no era la que más le gustaba, era la más elevada…
Y la isla se hundía cada día un poco más…
Y el Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño… Después de tantas cosas que pasamos juntos… -le reprochó a la isla.
Hasta que, finalmente, sólo quedó una minúscula porción de suelo firme; el resto había sido tapado completamente por el agua.
Justo en ese momento, el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendió que, si no dejaba la isla, el amor desaparecería para siempre de la faz de la Tierra…
Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el Amor se dirigió a la bahía. Ya no había posibilidades de construirse una salida como la de todos; había perdido demasiado tiempo en negar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco ante sus ojos.
Desde allí podría ver pasar a sus compañeras en las embarcaciones. Tenía la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeras le comprendiera y le llevara. Observando el mar, vio venir el barco de la Riqueza y le hizo señas. La Riqueza se acercó un poquito a la bahía.
Riqueza, tú que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote…
Y la Riqueza le contestó: -Estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento… -y siguió su camino sin mirar atrás.
El Amor siguió observando, y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos, caireles1, mármoles y florecitas de todos los colores. Llamaba mucho la atención.
El Amor se estiró un poco y gritó: ¡Vanidad…! Vanidad… ¡Llévame contigo!
La Vanidad miró al Amor y le dijo: Me encantaría llevarte, pero… ¡Tienes un aspecto!… ¡Estás tan desagradable… tan sucio y tan desaliñado…! Perdón, pero creo que afearías mi barco -y se fue.
Y así, el Amor pidió ayuda a cada una de las Emociones. A la Constancia, a la Serenidad, a los Celos, a la Indignación y hasta al Odio. Y cuando pensó que ya nadie más pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza.
Tristeza, hermana -le dijo-, tú que me conoces tanto, tú no me abandonarías aquí, eres tan sensible como yo… ¿Me llevarías contigo?
Y la Tristeza le contestó: Yo te llevaría, te lo aseguro, pero estoy taaaaaaaaan triste… que prefiero estar sola. -Y sin decir más, se alejó.
Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, él y la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer. Entonces, se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final… De pronto, el Amor escuchó que alguien chistaba: chis-chis-chis…
Era un desconocido viejito que le hacía señas desde un bote de remos. El Amor se sorprendió: -¿A mí? -preguntó, llevándose una mano al pecho.
Sí, sí -dijo el viejito-, a ti. Ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo.
El Amor le miró y quiso darle explicaciones: Lo que pasó fue que me quedé…
Entiendo -dijo el viejito sin dejarle terminar la frase-, sube.
El Amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla. No pasó mucho tiempo antes de ver cómo el último centímetro que quedaba a flote terminó de hundirse y la isla desaparecía para siempre.
Nunca volverá a existir una isla como ésta -murmuró el Amor, quizá esperando que el viejito le contradijera y le diera alguna esperanza.
No -dijo el viejo- como ésta, ninguna.
Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo. Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo. Giró sobre sus pies para agradecerle al viejito, pero éste, sin decir una palabra, se había marchado misteriosamente como había aparecido.
Entonces, el Amor, muy intrigado, fue en busca de la Sabiduría para preguntarle: ¿Cómo pudo ser? Yo no lo conozco y me salvó… Nadie comprendía que me hubiera quedado sin embarcación, pero él me ayudó, él me salvó y yo ni siquiera sé quien es…
La Sabiduría lo miró a los ojos un buen rato y dijo: Él es el único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir adelante. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse. El que te salvó, Amor, es el Tiempo. Fuente: crecimientopositivo.es
1. caireles: 4. m. Trozo de cristal que adorna candelabros, arañas, etc. Fuente: significadode.org (Palabra del idioma autóctono argentino llamado “lunfardo”. Muy curioso.)
LAS RECETAS DE LA ABUELA.
Lomo relleno al horno:
Ingredientes:
Un lomo de cerdo de 1 kilo = 2.2 lb.
Sal y pimienta al gusto.
100 gramos de tocino con poca grasa, picado.
2 cebollas, picadas.
150 gramos de champiñones, picados.
150 gramos de nueces, picadas.
2 cucharadas de pimientas de diferente color.
4 cucharadas de aceite de oliva preferiblemente.
50 gramos de mantequilla.
Preparación:
1.-Coloca el lomo de cerdo sobre una superficie limpia. Presiona firmemente con la palma de tu mano y corta a lo largo, aproximadamente a 1 o 2 centímetros de la base. Rebana en forma de mariposa, cuidando de no llegar hasta el otro extremo del lomo. Rebana de nuevo en el lado más grueso a fin de formar un rectángulo largo.
2.-Aplana con un aplanador de carne hasta tener un grosor uniforme. Reserva.
3.-Fríe el tocino a fuego medio hasta que empiece a soltar su grasa. Luego agrega la cebolla y los champiñones, y cocina hasta que la cebolla se vea transparente. Añade 100 gramos de nuez picada y cocina 5 minutos más.
4.-Precalienta el horno a 180 ºC. (350º F.)
5.-Extiende el relleno sobre el lado aplanado del lomo. Enrolla desde el extremo corto. Ata con hilaza sus dos extremos para que conserve su forma.
6.-Tritura el resto de las nueces y las pimientas de colores. Cubre con esta mezcla todo el exterior del rollo.
7.-Calienta el aceite en una sartén grande. Agrega el lomo relleno y sella por todos lados hasta que se vea dorado. Colócalo dentro una fuente de horno (sobre una parrilla) y barniza la superficie con la mantequilla. Hornea durante 1 hora a 180º C. = 350º F. Fuente: foto y receta de allrecifes.mx
DEL HOGAR Y ALGO MÁS…
25 de Diciembre y las fiestas paganas. El día de Navidad es el 25 de diciembre, cuando se conmemora el Nacimiento de Jesucristo en Belén según los Evangelios de San Mateo y San Lucas. Después de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año eclesiástico.
Como los Evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera ese día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad.
De esta manera se seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de invierno (21 de diciembre, la noche más larga del año) y la llegada de la primavera.
La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y banquetes.
Al mismo tiempo, se celebraba en el Norte de Europa una fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor de los dioses para conseguir que el Sol brillara con más fuerza.
Edad Media, nacimientos y villancicos. Una vez incorporados estos elementos, la Iglesia añadió posteriormente en la Edad Media el nacimiento y los villancicos a sus costumbres. En esta época, los banquetes eran el punto culminante de las celebraciones. Todo esto tuvo un abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos prohibieron la Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época victoriana.
Siglo XIX, árbol y postales de Navidad: La Navidad, tal como la conocemos hoy, es una creación del siglo XIX. El Árbol de Navidad, originario de zonas germanas, se extendió por otras áreas de Europa y América. Los villancicos fueron recuperados y se compusieron muchos nuevos (la costumbre de cantar villancicos, aunque de antiguos orígenes, procede fundamentalmente del siglo XIX). Las tarjetas de navidad no empezaron a utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846.
Santa Claus y el Espíritu de Navidad. La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás y figura medieval, el espíritu de navidad. En Rusia lleva tradicionalmente un cochinillo rosa bajo el brazo.
Navidad hoy día: Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares. En Occidente se celebra la Misa del Gallo en iglesias y catedrales. En los países de América Latina, de arraigada tradición católica, se celebra especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales También se acostumbra asistir a la Misa del Gallo y celebrar con cohetes y fuegos artificiales. Fuente: navidadlatina.com
POESÍA.
José Ángel Buesa nació en 1910. En Cruces, ciudad de la antigua provincia de Las villas, ahora Cienfuegos, Cuba. Buesa se ve obligado a abandonar Cuba para empezar una peregrinación por varios países: España, Islas Canarias, El Salvador, y Santo Domingo, Republica Dominicana, donde muere en 1982. Para ampliar su biografía ver los blogs 73 y 78. Para conocer los motivos de su salida de Cuba, consultar el 108. Datos biográficos y poesía de los-poetas.com
Amor Tardío.
Tardíamente, en el jardín sombrío,
tardíamente entró una mariposa,
transfigurando en alba milagrosa
el deprimente anochecer de estío.
Y, sedienta de miel y de rocío,
tardíamente en el rosal se posa,
pues ya se deshojó la última rosa
con la primera ráfaga de frío.
Y yo, que voy andando hacia el poniente,
siento llegar maravillosamente,
como esa mariposa, una ilusión;
pero en mi otoño de melancolía,
mariposa de amor, al fin del día,
qué tarde llegas a mi corazón.
PARA REFRESCAR.
1. Fantástico barco de investigación marina. Una gran obra de ingeniería e ingenio. Colaboración de Albert L., Pineda del Mar, Catalunya. España.
http://rincondeluruguayo.blogspot.com.es/2012/07/el-barco-se-hundenosolo-esta-haciendo.html?m=1
2. En el blog 50 les ofrecimos este precioso vínculo con 12 interpretaciones diferentes del Ave María, acompañadas por la orquesta de André Reus. Nada mejor que Navidad para disfrutar de ellas. Colaboración de Ángels T., Ripollet, Catalunya, España.
http://www.youtube.com/watch_popup?v=TkY9HtwXNU8&vq=medium
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