lunes, 4 de marzo de 2013

82. Cuento: Manualidades.

Para un querido niño en el Día de Reyes. Por Romel H. Zell.

imageHabían trabajado duro, con poco tiempo, aun así el resultado era bueno. Primero fue conseguir la base, lo que parece fácil, pero no lo es. Después impregnarla de un pegamento ligero, pero que retuviera la arena. Aquí si las pasaron “verdes y maduras1” para encontrar la adecuada: no podía ser de grano grande, ni tampoco polvo. Tras muchas vueltas y revueltas, hallaron la adecuada, pero tuvieron que teñirla de amarillo, como se supone es la arena del desierto. Logrado el efecto, construir una pirámide aceptable, aunque no podían realizarla proporcional al tamaño de la base y de los animales que poblarían aquel territorio.

Bueno, no quedo del todo bien: no tenían materiales para hacerla mayor ni tiempo para buscarlo. Sí, era un poco pequeña pero semejaba bastante las que se ven en fotos, tal vez no tan “piramidal”, con un poco de curvas en el material hacia dentro y hacia fuera pero era evidente, que correspondía al desierto.

Faltaban hombres, camellos, pozos, palmas e ingenio y habilidad para construir todo eso. Pero la imaginación de la pareja y su amor al peque lograrían crearlos. Así fue: los hombres cierto no lo parecían, pero con buena voluntad se podía decir que lo eran. Lo más simple fue el pozo: un poco de plastilina redondeada, echa un anillo. Con un palillo de dientes, simular los ladrillos del brocal; más complejo fue la polea y su sostén. Con el cubo no hubo mayores dificultades: un dedal oxidado sirvió perfectamente. Los que eran casi imposibles de hacer fueron los camellos: ni modo. Las patas muy finas. Se caía la bestia. Cuando estaban bien, el cuello no había forma de sostenerlo: pasados unos minutos, poco a poco, bajaba lentamente en busca de las patas. Probaron una y otra vez, sin resultado, hasta que idearon moldearlo sobre un palito que, introducido en el cuerpo del “animal” podía aguantar el largo cuello sin ceder. Cierto que la cabeza era un asco, sin ojos y más redonda que alargada, pero eso ya era un detalle menor.

El lunes debía entregarse en la escuela y los padres estaban orgullosos de lo realizado. El peque, interesado a medias en algo que para él no tenía mucho sentido, salvo ver a sus padres trabajar juntos, alegres y contentos, discutiendo detalles que no entendía, pero que debían ser importantes por el afán que ponían en que todo quedará bien. Con dos años y medio no se le puede pedir más.

Los veía trajinar desde lejos, sin meterme en sus cosas: no di consejos, ni me los pidieron. Miraba todo aquello un poco desconcertado. Se suponía que era un trabajo para el niño, no de los padres pero, ¿alguien podía suponer que él lo iba a realizar? Tal vez, razonaba para convencerme, el propósito “pedagógico” fuera ese: que los padres lo hicieran e implicaran en las tareas del cole. Si, puede ser que ese fuera el objetivo de los maestros.

Cuando terminaron, orgullosos, lo mostraron al niño y a mí: poco caso hizo el pequeño a la maravilla egipcia. Yo, como debía ser, educadamente lo celebré y todos contentos.

Aquello me recordó la niñez perdida, los juguetes con los que soñé y nunca tuve, también el castillo que me construyó mi padre.

imageÉramos pobres casi de solemnidad. Mi madre, enferma, traduciendo novelas cortas de detectives del inglés para ganarse unos pesos. Mi padre, carpintero de oficio y dirigente sindical de profesión, era poco lo que aportaba a la casa. Nunca celebramos Navidad ni Reyes. En ocasiones, cuando perdía un diente de leche, el ratoncito, acudía a mi cama y dejaba bajo la almohada una moneda, por el diente perdido. Gran alegría al despertar; pero en ninguna ocasión siendo niño Papa Noel, Santa Claus o los Reyes del Oriente me visitaron. Foto: galería.dibujos.net

Recuerdo con claridad, como si fuera hoy a pesar de los setenta años transcurridos, las ocasiones en que acompañaba a mi madre a la redacción de la Revista Ellas, donde comenzó trabajando de redactora y terminó de Jefe de Redacción. Aquel ambiente me atraía. Oír discutir a los mayores sobre “el emplane”, “el artículo de fondo” o el número del próximo mes. Era algo que estaba fuera de mi comprensión, pero me atraía el interés y seriedad que los mayores ponían. Además, mi madre me mostraba algunos artículos que había hecho sobre historia de Cuba, “Motivos del Mes” era su título. Cuando aprendí a leer, los buscaba porque eran de una prosa fácil, agradable e inteligible, además de interesante.

De la revista salíamos caminando hacia la transitada y siempre convulsionada calle Neptuno, avenida que unía el centro de la ciudad con los barrios del norte: el Vedado, Miramar, La Sierra. Ella entraba en un lugar misterioso e interesante: un mercado de productos estadounidenses, con un olor característico de apio, que no existía en ningún otro lugar. Se llamaba “American Grocery” y en él había muchas cosas que no existían en otros lugares, como fresas. Cuando teníamos dinero, Mima compraba algunas cosas, pocas, que le recordaban su formación en el Sur y su familia norteamericana. De allí, seguíamos hasta la calle Belascoín, subíamos por ella y entrabamos en lo que entonces comenzaba como una cadena de tiendas, La Mía, donde compraba o más bien miraba. En una esquina había una librería, donde vi por vez primera una enciclopedia juvenil, uno de cuyos títulos era El libro de los porque, donde se daba respuesta a los miles de ¿por qués? que tenía en la mente. Nunca olvide aquella colección de libros verdes, no demasiado gruesos, que tenían tantas cosas que enseñarme.

Al salir del mercado, nos dirigíamos a casa de mi tío, pero pasábamos por una ferretería que estaba una o dos calles más arriba de la calle Zanja, en cuya vidriera exponían un gran barco, un trasatlántico comprendí de mayor. Siempre parábamos a ver el barco de mis sueños. Una alcancía fue la solución para poderlo adquirir. En ella ponía cuanto menudo encontraba abandonado o me regalaba tío. Pronto descubrí que nunca se llenaba la alcancía, en ocasiones desaparecía. Si, con lo poco que había en ella, tiempos hubo en que era lo que nos permitía comer algo.

Pasó aquel sueño, como pasa el tiempo, sin darme cuenta y sin olvidarlo jamás. Un día mi padre me hizo un castillo de regalo, como el que hacían mis hijos ahora para el suyo.

Sobre la dura tapa de cartón de una agenda de trabajo de mi madre, puso masilla de carpintero, buscó un vidrio cuadrado para el techo, hizo los muros defensivos con más masilla y ondeó una bandera en mi castillo. Lo conserve durante años, era mi preferido, tal vez olvidado para mis padres. Aun hoy lo veo con los ojos del corazón: huelo la masilla, la siento endurecida y ya oscura, aún así, disfruto de esa visión tan querida como perdida.

Si, cariño, hoy te han construido un hermoso castillo, tal vez mañana desaparezca materialmente, pero siempre estará en tu vida porque esas pequeñas cosas nunca se olvidan.

Este es el regalo que te envía tu abuelo con los Reyes del Oriente, para cuando puedas leer y comprender lo que te digo con mi alma adolorida.

1)a las verdes y las maduras”: comerse las frutas en el estado que se encuentren hasta que lleguen tiempos mejores.

LAS RECETAS DE LA ABUELA.

Niçoise Salad: (Ensalada Nicolás) es una mezcla de ensalada de tomates y judías verdes cubiertas con atún y anchoas y vestida con una salsa vinagreta. Se sirve directamente en un plato o en un bol, con o sin una cama de lechuga. [ 1 ] El atún puede ser cocido o enlatado. Los huevos duros y aceitunas Niçoise (negras) son un acompañamiento.

Un clásico, así es como se puede definir esta estupenda ensalada. Y es que cuando un plato de verduras y pescado adquiere nombre propio, por algo será. Por eso la ensalada Niçoise tiene un puesto de honor en la cocina francesa. Es tan completa, que no se debe prepararla como guarnición, sino como plato único para alguna de nuestras cenas.

Procedente de Niza, en su origen se elaboraba sólo con vegetales crudos. Pero el paso del tiempo y distintas cocinas, le han ido incorporando nuevos ingredientes como las judías verdes y las patatas cocidas al vapor, aunque es bien cierto que en su versión francesa siguen siendo ingredientes no cocidos.

Al contrario de lo que se suele ver en diferentes restaurantes esta tradicional ensalada no incluye entre sus ingredientes arroz, patata, queso, pasta, ni verduras salteadas. Fuentes: es.wikipedia.org y directaalpaladar.com

Ensalada Niçoise.

imageIngredientes:

Sal y pimienta molida al gusto.
450 gr. de ejotes (judías verdes).
2 cucharaditas de mostaza.
4 cucharaditas de vinagre de vino.
1 chalote*, picado.
¼ taza de aceite de olivo extra virgen.
2 latas (de 140 gr. cada una) de atún en aceite.
1 lechuga.
4 huevos cocidos, cortados a la mitad.
6 tomates, partidos a la mitad o en cuartos.
½ taza de aceitunas griegas (negras).

Preparación:

1. Calienta agua con sal en una sartén grande. Cuando esté hirviendo agregar las judías verdes manteniéndolas ahí por tres minutos. Retíralas del fuego y enjuágalas en agua fría.

2. En un tazón pequeño mezcla la mostaza, el vinagre, el chalote y el aceite. Sazona con sal y pimienta.

3 Mezcla el atún con la mitad de la vinagreta que creaste en el paso 2.

4. Divide las hojas de lechuga en cuatro tazones. Sirve la mezcla del atún y la vinagreta. Coloca una mitad de huevo, una mitad o cuarto de tomate y un par de aceitunas en cada plato. Sazona con sal y pimienta y baña con la salsa de vinagreta restante.

*Chalota – chalote (echalote).- Hortaliza de bulbo… Sus caracteres generales son los de la cebolla. http://glosario.itematika.com

DEL HOGAR Y ALGO MÁS…

… cosas que probablemente no conocías. BBC:

image1. David Hemler aparecía en la lista de los hombres más buscados. Reapareció tras casi tres décadas. Hemler desertó de la Fuerza Aérea estadounidense cuando tenía 21 años. Se escondió en Suecia bajo otro nombre, se casó y tuvo tres hijos, pero finalmente, la verdad salió a la luz.

Clic ¿Cuál fue esa verdad? Léala acá

2. Una casa millonaria. Tiene siete plantas, 45 habitaciones y unos 20.000 metros cuadrados. Y está en venta. Los expertos señalan que esta propiedad puede ser la de mayor valor vendida en la historia de Reino Unido y esperan que el edificio pueda alcanzar casi los US$ 490 millones.

Clic Lea más sobre este costoso edificio

3. Un constructor atrevido. Con el objetivo de cumplir un sueño personal, un empresario ucraniano construyó en la ciudad de Odesa su propio submarino. Y, lleno de euforia, ¡se lanzó al agua!

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image4. Famosas y peligrosas. Shakira y Sofía Vergara: latinas, famosas y también ciberestrellas peligrosas.

La cantante Shakira y la actriz Sofía Vergara no sólo tienen en común que son colombianas, famosas y dos de las mujeres latinas más poderosas del mundo según la revista Forbes.

También están en la lista de las diez ciberestrellas más peligrosas del mundo.

Clic Descubra por qué son tan peligrosas

POESÍA.
Francisco Gómez de Quevedo y Villegas,… nació en Madrid en 1580 en el seno de una familia de la aristocracia cortesana. Escritor español, que cultivó con abundancia tanto la prosa como la poesía y que es una de las figuras más complejas e importantes del Siglo de Oro español.

Hombre de acción envuelto en las intrigas más importantes de su tiempo, era docto en teología y conocedor de las lenguas hebrea, griega, latina y modernas. Destacaba por su gran cultura y por la acidez de sus críticas; acérrimo enemigo personal y literario del culterano Luis de Góngora, el otro gran poeta barroco español.

El año 1606 vuelve a su Madrid natal en busca de éxito y fortuna a través del duque de Osuna que se convierte en su protector… Se traslada a Italia en el año 1613, llamado por el duque de Osuna, entonces virrey de los reinos de Nápoles y Sicilia, el cual le encarga importantes y arriesgadas misiones diplomáticas con el fin de defender el virreinato que empezaba a tambalearse; entre éstas intrigó contra Venecia y tomó parte en una conjura. El duque de Osuna cayó en desgracia en 1620 y Quevedo fue arrastrado en la caída y desterrado a sus posesiones de La Torre de Juan Abad, después, sufrió presidio en el monasterio de Uclés (Cuenca) y arresto domiciliario en Madrid. Por defender con virulencia la propuesta que el Apóstol Santiago fuese elegido el patrón de España, en pugna con los carmelitas que proponían a Santa Teresa, se vuelve a ver Quevedo castigado al destierro de nuevo en La Torre de Juan Abad. Esta etapa azarosa y desgraciada marcó todavía más su carácter agriado y además entró en una crisis religiosa y espiritual, pero desarrolló una gran actividad literaria. Con el advenimiento del reinado de Felipe IV cambia algo su suerte; el rey le levanta el destierro pero el pesimismo ya se había apoderado de él.

De nuevo se siente tentado por la política, pues ve el desmoronamiento que se está cerniendo sobre España… es detenido en 1639 y encarcelado en el monasterio de San Marcos (León), —hoy convertido en parador turístico de lujo— prisión tan miserable y húmeda, que provoca grandemente la merma de su salud.

Cuando es liberado, en 1643, es un hombre acabado y se retira a sus posesiones de La Torre de Juan Abad para después instalarse en Villanueva de los Infantes donde el 8 de septiembre de 1645 murió.

Su obra literaria es inmensa y contradictoria. Hombre muy culto, amargado, agudo, cortesano, escribió las páginas burlescas y satíricas más brillantes y populares de la literatura española, pero también una obra lírica de gran altura y unos textos morales y políticos de gran profundidad intelectual, que le hace ser el principal representante del barroco español. Su obra está entroncada con su forma de vida: desenvuelta y alegre en las sátiras de su juventud —letrillas burlescas y satíricas como "Poderoso caballero es don Dinero"— es el Quevedo más conocido y popular. Criticó con mordacidad atroz los vicios y debilidades de la humanidad, y zahirió de una manera cruel a sus enemigos, como en el conocido soneto, paradigma conceptista: "Erase un hombre a una nariz pegado...".

En su poesía amorosa,… en la que lo que cuenta es la hondura del sentimiento, Quevedo vio una posibilidad de explorar el amor como lo que da sentido a la vida y al mundo, ejemplo de ello es el soneto "Cerrar podrá mis ojos la postrera..." que es uno de los sonetos más bellos de las letras españolas, en el cual la muerte no vence al amor que permanecerá en el amante como queda evidente en el último terceto. Es un poeta genial, cuya permanente actualidad, maravillosa capacidad creadora del idioma castellano, honradez moral y elevada lírica, le dan un lugar preeminente en la poesía española.

Entre sus poesías hay un sinnúmero de sonetos endecasílabos, pero también abunda el romance octosílabo y la redondilla. La poesía titulada "Epístola satírica y censoria..." es un alarde magistral de tercetos endecasílabos encadenados. Para saber más lea los-poetas.com Poesía de cuentosyfabulas.com; foto: edu.glogster.com

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Salmo XVII
Miré los muros de la Patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de larga edad y de vejez cansados,
dando obediencia al tiempo en muerte fría.

Salíme al campo y vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados,
porque en sus sombras dio licencia al día.

Entré en mi casa y vi que, de cansada,
se entregaba a los años por despojos.
Hallé mi espada de la misma suerte;

mí vestidura, de servir gastada;
y no hallé cosa en que poner los ojos
donde no viese imagen de mi muerte.

PARA REFRESCAR.

1. Algunos nos pasamos de listos, agradables o simpáticos. Este es un ejemplo divertido, sobre todo para las muchachas porque él, ¡¡¡ni se da por aludido!!! Colaboración de Marcinha M.

http://www.youtube-nocookie.com/embed/ItXKGyO6cRA?rel=0

2. Con la música de fondo de “Only you”, ríase un rato. Colaboración de Ángels T.

http://www.youtube-nocookie.com/embed/ItXKGyO6cRA?rel=0

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Por razones de espacio, algunos textos de las fuentes han sido resumidos. Si desea leer completo el tema, debe ir al original o al vínculo que ponemos al final. Han sido preservados los datos esenciales. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son de los editores. El sentido de (…) es indicar que se ha condensado el texto original. Los comentarios entre ( ) son del editor.

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