viernes, 7 de febrero de 2014

131. Cuento de Navidad.

image

Autor: Ray Douglas Bradbury (1920-2012) nació en Los Ángeles, California, fue un escritor estadounidense de misterio del género fantástico, terror y ciencia ficción. Principalmente conocido por su obra Crónicas marcianas. Para conocer más, ver es.wikipedia.org

El día siguiente sería Navidad y, mientras los tres se dirigían a la estación de naves espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño realizaría por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más agradable posible. Cuando en la aduana los obligaron a dejar el regalo porque pasaba unos pocos kilos del peso máximo permitido y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta. El niño esperaba a sus padres en la terminal. Cuando éstos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios.

-¿Qué haremos?-Nada, ¿qué podemos hacer?

-¡Al niño le hacía tanta ilusión el árbol!

La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre fueron los últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.-Ya se me ocurrirá algo -dijo el padre.

-¿Qué...? -preguntó el niño.

El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer "día". Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó y dijo:

-Quiero mirar por el ojo de buey.

-Todavía no -dijo el padre-. Más tarde.

-Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.

-Espera un poco -dijo el padre.

El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en la fiesta de Navidad, en los regalos y en el árbol con sus velas blancas que había tenido que dejar en la aduana. Al fin creyó haber encontrado una idea que, si daba resultado, haría que el viaje fuera feliz y maravilloso.

image-Hijo mío -dijo-, dentro de media hora será Navidad.

La madre lo miró consternada; había esperado que de algún modo el niño lo olvidara. El rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.

-Sí, ya lo sé. ¿Tendré un regalo? ¿Tendré un árbol? Me lo prometieron.

-Sí, sí, todo eso y mucho más -dijo el padre. Foto: oceanoestelar.blogspot.com

-Pero... -empezó a decir la madre.

-Sí -dijo el padre-. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento. Vuelvo pronto.

Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía. -Ya es casi la hora.

-¿Puedo tener un reloj? -preguntó el niño.

Le dieron el reloj, y el niño lo sostuvo entre los dedos: un resto del tiempo arrastrado por el fuego, el silencio y el momento insensible.

-¡Navidad! ¡Ya es Navidad! ¿Dónde está mi regalo?

-Ven, vamos a verlo -dijo el padre, y tomó al niño de la mano.

Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los seguía.

-No entiendo. Ya lo entenderás -dijo el padre-. Hemos llegado.

Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llamó tres veces y luego dos, empleando un código. La puerta se abrió, llegó luz desde la cabina, y se oyó un murmullo de voces. -Entra, hijo.

-Está oscuro.

-No tengas miedo, te llevaré de la mano. Entra, mamá.

Entraron en el cuarto y la puerta se cerró; el cuarto realmente estaba muy oscuro. Ante ellos se abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio de alto por dos de ancho, por la cual podían ver el espacio. El niño se quedó sin aliento, maravillado. Detrás, el padre y la madre contemplaron el espectáculo, y entonces, en la oscuridad del cuarto, varias personas se pusieron a cantar.

-Feliz Navidad, hijo -dijo el padre.

imageResonaron los viejos y familiares villancicos; el niño avanzó lentamente y aplastó la nariz contra el frío vidrio del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato, simplemente mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas.” Foto: taringa.net Tomado de: El Libro Total. Fuente: www.ciudadseva.com; Mes de febrero: colaboración de Albert L., Pineda del Mar, Barcelona, España.

LAS RECETAS DE LA ABUELA.

El origen de la Ropa Vieja es de las Islas Canarias (España), que fueron el último lugar en que los barcos de España se detendrían en el camino a las Américas o de regreso a España. Debido a esto, la cultura culinaria canaria es muy similar a la del Caribe, así como España.

Así es como ropa vieja llegó a la isla de Cuba, con los inmigrantes de Canarias. En la versión original de ropa vieja figuran restos de comida, pero más tarde se convirtió en un plato de carne desmenuzada con garbanzos y patatas en las Islas Canarias.

Algunas versiones en las Islas contienen carne de res, de pollo o de cerdo, o una combinación de cualquiera de los tres. El plato nacional es una característica de Cuba, y no tiene garbanzos o las patatas. En Cuba, es sólo la carne desmenuzada en salsa.

Ropa Vieja o Carne ripiada:

image

Ingredientes:

½ kg = 1 lb de carne res (falda) cocida deshebrada.
1 cebolla cortada en rodajas finas.
1 pimiento verde cortado en tiras.
3 dientes de ajo machacados.
Sal y pimienta a gusto.
¼ de cucharadita de comino.
1 lata de salsa de tomate, o 4-5 tomates naturales.
3 cucharadas de aceite preferentemente de girasol.
½ vaso de vino tinto o blanco.
1 vaso de caldo de res.

Procedimiento:

1.-Ponga a cocer la carne por una hora en agua con un poco de sal, la hoja de laurel y el comino.

2.-Cuando se haya enfriado lo suficiente, deshebre, o deshilache la carne sobre una fuente y reserve.

3.-En una cacerola grande, caliente el aceite sobre fuego moderado y sofría la cebolla, el pimiento y los ajos por unos 3 o 4 minutos.

4.-Añada la carne y revuelva bien. Agregue los tomates picaditos o la lata de tomate natural con su jugo, el vino, la sal y la pimienta (al gusto). Mezcle todo bien y cocine a fuego bajo, tapado por unos 30 minutos.

5.-Puede servir la Ropa Vieja con arroz congrí*, o arroz blanco, puré de patatas, y frijoles negros. También puede acompañarlo con plátanos maduros fritos, al estilo de Cuba. Fuente: receta modificada misrecetas.org ¡Qué les aproveche! *Congrí: receta en el blog no. 130.

DEL HOGAR Y ALGO MÁS…

Las setas, hongos comestibles o (champiñones) incluyen muchos tipos de hongos o setas que son recolectados, y otros que no son cultivados fácilmente (como la trufa y el matsutake), que son muy apreciados en la gastronomía.

imageLa primera evidencia fiable del consumo de setas data de varios siglos antes de nuestra era, en China se apreciaban las setas tanto por sus propiedades medicinales como por las alimenticias. Los griegos y los romanos comían setas, principalmente las clases más adineradas. Los Césares romanos tenían catadores de comida para asegurarse de que no fueran venenosas. Las setas también se pueden conservar fácilmente, e históricamente han proporcionado nutrición adicional durante los inviernos.

Propiedades más importantes de las setas:

-Alto contenido en proteínas de valor biológico e importante proporción de sales minerales: fósforo, hierro y potasio, siendo bajas en sodio.

-Fuente excelente de oligoelementos: cloro, azufre, boro, manganeso y zinc.
-Estimulan la actividad nerviosa y cerebral.-Ideal en dietas de adelgazamiento y anemia. Por lo que es muy recomendable ingerirlas. La editora. Foto naturian.net

POESÍA.
Ramón Modesto López Velarde Berumen nació en Zacatecas, en 1888-Ciudad de México, murió en 1921, conocido popularmente como Ramón López Velarde, su obra como poeta se encuadra en el postmodernismo literario. En México alcanzó gran fama, y llegó a ser considerado el poeta nacional. Fuente: es.wikipedia.org, Foto: fondox.net

image

A UN IMPOSIBLE

Me arrancaré, mujer, el imposible
amor de melancólica plegaria,
y aunque se quede el alma solitaria
huirá la fe de mi pasión risible.

Iré muy lejos de tu vista grata
y morirás sin mi cariño tierno,
como en las noches del helado invierno
se extingue la llorosa serenata.

Entonces, al caer desfallecido
con el fardo de todos mis pesares,
guardaré los marchitos azahares
entre los pliegues del nupcial vestido.

PARA REFRESCAR.

image

Colaboración de Luis Z., Aranjuez, C. de Madrid, España.

imageEjercicio con los dedos de las manos para evitar... ¡LA DEPRESIÓN Y EL ESTRÉS!

Es una técnica ancestral... Se ha descubierto que unos simples movimientos de los dedos de las manos funcionan para combatir la depresión y el estrés.

- Normaliza la presión arterial.
- Activa la producción de serotoninas que aumentan el placer y la alegría.
- Activa la circulación sanguínea y estabiliza la presión arterial.
- Activa la libido.
- Elimina de raíz las crisis de pánico.
- Combate las fobias.
- Y... ¡muchos beneficios más!
Resumiendo: ¡CURA PRÁCTICAMENTE TODO! Colaboración de Diana F., Caracas, Venezuela.

Si este blog ha sido de su agrado recomiéndelo a sus amigos. Gracias. Yskra y Romel.

Información: los blogs mangoconarroz, mangoconarrozdos y mangoconarroztres se hacen sin intención de lucro. No percibimos ingresos por ellos. Sólo los creamos para intentar brindarle información y entretenimiento, del cual disfrutamos los editores. Colaboraciones y sugerencias en el buzón del blog. Gracias.

Por razones de espacio, algunos textos de las fuentes han sido resumidos. Si desea leer completo el tema, debe ir al original o ir al vínculo al pie del texto. Han sido preservados los datos esenciales. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son de los editores. El sentido de (…) y de … es indicar que se ha condensado el texto original. Los comentarios entre [ ] son del editor.

free counters

No hay comentarios:

Publicar un comentario