Catalina II de Rusia,
llamada La Grande se llamaba Sofía Federica Augusta, fue una princesa
alemana de rango menor. Nació en lo que era tierra alemana en aquella época,-
Stettin, Pomerania-, hoy Polonia. De acuerdo con la costumbre imperante entonces
entre la nobleza alemana, su educación fue impartida principalmente por
tutores franceses [lo que tendría gran importancia en su futuro.]
Foto: es.wikipedia.org
El padre de Catalina,
Cristián Augusto, príncipe de Anhalt-Zerbst, era un general prusiano que ejercía de Gobernador de la
ciudad de Stettin en nombre del rey de
Prusia. La madre de Sofía Augusta, Juana Isabel de Holstein-Gottorp, una inteligente y ambiciosa mujer, estaba tan cegada por la
ambición de convertir a su hija en emperatriz de Rusia, que logró enfurecer a la
emperatriz Isabel [de Rusia] quien la obligó a salir del país acusándola de
espiar para el rey de Prusia. La imagen histórica de la madre de Catalina ha
quedado como la de una mujer emocionalmente fría, así como una trepadora social
que amó las intrigas y los chismes de la corte. No obstante, a Isabel siempre le
gustó la hija Sofía Augusta, y finalmente el matrimonio se celebró en 1,745.
“La princesa Sofía no escatimó
esfuerzos para congraciarse no sólo con la emperatriz Isabel y con su marido,
sino también con el pueblo ruso. Se dedicaba con
tal celo al aprendizaje de la lengua rusa que se levantaba
por la noche y caminaba descalza para repasar las lecciones. Esto dio lugar a un
grave ataque de neumonía, en marzo de 1,744.
Cuando escribió sus memorias reprodujo cómo había formado su mente al llegar
a Rusia para hacer todo lo que fuese necesario a fin de estar calificada para
llevar la corona.” Un lustro más tarde era proclamada Catalina La
Grande, título que no usó jamás, pero que la convertía en la
auténtica sucesora de Pedro El Grande, como lo fue a lo largo de 34 años
de reinado.
Sofía Augusta fue llevada a Rusia a
los 15 años como novia del Gran Duque Pedro, sobrino de Pedro el Grande y
heredero de la emperatriz Isabel. Federico de Prusia promovía la relación:
quería aumentar su influencia en Rusia y debilitar la de Austria. El intento
fracasó, pero Sofía se había ganado ya el afecto de la emperatriz y poco más de
un año le bastó para ser recibida por la Iglesia Ortodoxa de Moscú -fue
rebautizada Ekaterina, Catalina- y convertida en esposa del príncipe
heredero.
Pedro no era precisamente un marido
atractivo. Se cuenta de él que disfrazaba de soldados a sus criados y los
sometía a una parodia de instrucción militar, que jugaba a las muñecas, bebía, y
hablaba,- hasta con su novia-, de sus relaciones con muchachas que se destacaban
por su fealdad y pobre cuna. Para muchos,- entre ellos, al parecer-, Catalina-
sus capacidades físicas y psíquicas eran bastante inferiores a lo normal. “El
fracaso del matrimonio fue debido a la impotencia y la inmadurez del gran duque
Pedro, que contaba con 18 años el día de su boda y no pudo consumarlo durante
ocho años. Para entonces el distanciamiento de la pareja parece definitivo.”
El tiempo transcurrido entre
1,745 y 1,762, año en que murió la emperatriz, fue un duro período de formación,
de preparación, de conquista de posiciones y simpatías dentro y fuera de la
corte: era el momento de perfeccionar el idioma, de leer a Voltaire y a
Montesquieu, a Platón y a Plutarco, a Bayle y a Tácito. Y de seducir a
todos. El matrimonio solo tuvo un hijo, Pablo, que nació en 1,754, cuya
paternidad algunos adjudicaron a Soltikov, uno de los amantes de Catalina. Otros
aducen que fue efectivamente hijo de Pedro.
Está dicho que la vida sentimental de
Catalina constituía el escándalo de la corte y de toda Europa. Muchos de sus
más fieles agentes y ministros fueron sus amantes, pero no por eso consiguieron
dominarla; por el contrario, ellos se volvían dóciles instrumentos de su
política.
Los 17 años transcurridos
entre su casamiento y la muerte de la emperatriz, habían desgastado a tal
extremo su relación conyugal, que Catalina temía ser encerrada en un convento
luego de que su marido accediera al trono con el nombre de Pedro III. Las
circunstancias, sin embargo, no pudieron serle más favorables: en un mes Pedro
se peleó con la Iglesia, se colocó poco menos que bajo la protección de Federico
de Prusia y trató de divorciarse de su esposa. Pero lo hizo sin orden ni mesura,
atropelladamente.
Catalina, en cambio,
movilizó todos sus recursos con extrema prudencia y cuando Pedro se retiró a una
residencia situada a pocos kilómetros de San Petersburgo, Gregorio Orlov, amante
de Catalina, convenció a la guardia y a sectores de la aristocracia de la
conveniencia de desprenderse del monarca, evidentemente desacreditado.
Al concretarse el golpe de Estado,
Catalina fue escoltada al Palacio y aclamada como emperatriz. Esa misma noche
marchaba a la cabeza de sus tropas hacia el lugar de retiro de su marido, quien
abdicó al día siguiente.
De un natural encanto,
atrayente, agradable, Catalina era realmente querida por sus allegados, incluso
por los sirvientes. No era vengativa; no mostró hostilidad hacia los consejeros
de su esposo después que éste abdicó. Y en más de un caso quienes fueron sus
amantes dejaron de serlo sin perder por eso la estimación de la
emperatriz.
El más notorio en ese sentido fue
Gregorio Potiomkin con quien contrajo matrimonio a fines de 1,774; se separaron
dos años después aunque él siguió siendo su amigo y consejero.
Pero más allá de sus
condiciones de carácter estaba su formación intelectual. Discípula y amiga de
los enciclopedistas franceses, mantenía correspondencia con Voltaire, con
D’Alembert, con Diderot -a quien llevó a la corte- con Federico Grimm, el
crítico literario y diplomático germano que la conoció personalmente y encontró
su conversación aún más brillante que sus cartas. Y se estaba refiriendo a un
epistolario lleno de gracia, ingenio y agudeza para encarar los problemas
políticos, diplomáticos y sociales de su tiempo.
En el fondo su intención era dar a la
sociedad rusa la cultura y el refinamiento que veía reflejados en París y Berlín
Otorgaba gran importancia a la educación, creó los primeros internados para
la formación de jovencitas que tuvo Rusia, recurrió al asesoramiento de
entendidos para iniciar colecciones de obras y objetos de arte, y ella misma se
dedicó a la pintura y la escultura. Y también a la literatura; con tanto empeño
que sus escritos, incluida su correspondencia, sus memorias y otros trabajos
ocupan más de 12 tomos.
Admiradora del despotismo
ilustrado, en algún momento se mostró dispuesta a intentar ciertas reformas
de orden social en su imperio, pero su origen extranjero y la forma en que
ascendió al trono la hicieron depender fundamentalmente de la buena voluntad de
los nobles, cuyos privilegios terminó por ampliar en perjuicio de los siervos.
Las sublevaciones de campesinos, agobiados por la opresión, fueron sofocadas con
una saña que guardaba muy poca relación con las teorías que la emperatriz había
trazado en un famoso conjunto de “Instrucciones” que escribiera al poco
tiempo de iniciar su reinado.
Así y todo adoptó medidas
tendientes a paliar la situación de los indigentes, algunas de ellas de carácter
sanitario y aun médico, llegando a vacunarse ella misma para dar ejemplo a sus
súbditos. Hasta intentó convertir a la escuela en monopolio del Estado,
accesible a las clases populares, pero la indignación de la aristocracia
coartó sus propósitos. Por supuesto que, más allá de toda ideología, era
partidaria de la monarquía absoluta y, a pesar de sus simpatías por los
enciclopedistas franceses, jamás se avino a aceptar los cambios de la Revolución
Francesa [1,789].
En sus manos Rusia alcanzó una
potencia nunca igualada hasta entonces. En eso, como en otras cosas, fue
una continuadora de las ambiciones nacionales de Pedro el Grande. Manejó la
política exterior personalmente y supo ir en cada caso todo lo lejos que las
circunstancias le permitían. Bajo su gobierno pasó a Rusia no solo a la parte
étnicamente rusa de Polonia sino también la que no lo era. Y en las dos
guerras que inició contra los turcos, Rusia ganó Crimea y el acceso al Mar
Negro.
Puede decirse que a su habilísima
diplomacia se debió que muchos territorios conquistados aseguraran a Rusia
límites definitivos tanto en el oeste como en el sur. Es que tuvo a su lado
la inapreciable ayuda de los mejores hombres, a quienes recurrió aun cuando
muchos no se avenían a lo que ella deseaba.
A los 44 años, cuando se enamoró
perdidamente de Potiomkin, su segundo marido, Catalina comenzaba a adquirir
cierta corpulencia que más adelante había de convertirse en obesidad. Tenía
incluso problemas circulatorios. Pero nadie como ella para renovarse
continuamente y gustar de la vida con una frescura de espíritu realmente
admirable. “Ah, señor Potiomkin-escribía-, qué milagro hacer vacilar a una
cabeza considerada hasta ahora como la más fuerte de Europa. ¡Qué vergüenza!
¡Qué pecado! Catalina II víctima de semejante pasión. Adiós, Infiel, Moscovita,
Cosaco, no te quiero.” Murió 23 años después, de un ataque de
apoplejía.
(Polonia, 2 de
mayo de 1,729 - San Petersburgo, Imperio ruso, 17 de noviembre de 1,796 según el calendario gregoriano) fue
emperatriz de Rusia durante 34 años, desde
el 28 de junio de 1,762 hasta su muerte, a sus 67 años. [La vida sexual de
Catalina La Grande fue tan intensa como se puede esperar de su personalidad,
pero ello no corresponde a este tema. Sólo expresar que fue asombrosa. Puede
leer más en: CATALINA LA GRANDE: EL PODER DE LA
LUJURIA...]
Nota: Una biografía
menos personal fue publicada en el nº 175. Aquella contiene otros aspectos, como
la guerra campesina que aquí no se tratan.
LAS RECETAS DE LA
ABUELA.
La ensalada rusa, también conocida como ensalada Olivier, es un plato típico de Rusia. Se elabora con patatas y puede combinarse con otras verduras, atún o pollo. Según cuenta su historia, la receta original fue elaborada en los años 1,860 por Lucien Olivier, el chef del restaurante Hermitage, (1) muy conocido en Moscú por entonces.
La ensalada rusa, también conocida como ensalada Olivier, es un plato típico de Rusia. Se elabora con patatas y puede combinarse con otras verduras, atún o pollo. Según cuenta su historia, la receta original fue elaborada en los años 1,860 por Lucien Olivier, el chef del restaurante Hermitage, (1) muy conocido en Moscú por entonces.
Los ingredientes principales son: la
patata (previamente cocida en
una salmuera) y cortada en cubos
de un centímetro de grosor… (Puede darse cualquier medida) mezcladas con
mayonesa. En las variantes mediterráneas (pero nunca en Rusia) suele añadirse
una cierta cantidad de atún en conserva de aceite, además de algunas verduras cocidas,
principalmente dados de zanahoria y guisantes. El resto de los
ingredientes es importante, pero depende de los cocineros, y suelen ser unos
huevos duros, huevo rallado
(en algunas zonas estos son ingredientes fundamentales), espárragos, pimientos del piquillo
(pimiento rojo o en lata), opcionalmente ajo, gambas; también pueden
contener algún tipo de ingrediente que acentúe su acidez: aceitunas enteras sin hueso o
picadas, pepinillos en vinagre picados.
Menos tradicional, aunque también con cierto éxito en la receta actual, es
añadir surimi.
Ensaladilla Rusa
Ingredientes:
Patatas, un kilo.
Zanahorias, 400 gramos.
5 huevos, grandes.
300 gramos de guisantes.
Mayonesa, sal, al gusto.
Pimiento morrón y aceitunas (opcional).
Patatas, un kilo.
Zanahorias, 400 gramos.
5 huevos, grandes.
300 gramos de guisantes.
Mayonesa, sal, al gusto.
Pimiento morrón y aceitunas (opcional).
Preparación:
1.- Comenzamos cociendo las patatas y las zanahorias, hasta que estén bien tiernas. Foto: www.mundorecetas.com
1.- Comenzamos cociendo las patatas y las zanahorias, hasta que estén bien tiernas. Foto: www.mundorecetas.com
2.- Al mismo tiempo,
vamos a cocer los huevos, hasta a dejarlos listos.
3.- Utilizaremos
mayonesa de bote, aunque si quieres usar una casera, prepárala mientras cueces
los ingredientes. Los guisantes los tomamos de lata, que dan buen resultado y no
hay que cocerlos.
4.- Una vez que tengamos
cocidas las patatas y las zanahorias, le añadimos la sal y las removemos.
5.- A esta mezcla
añadimos los guisantes bien escurridos, los huevos cocidos troceados, de los que
reservamos un par de yemas, y la mayonesa al gusto de cada uno… y a mezclarlo
todo lo mejor posible, comprobando el punto de sal.
6.- Ponemos esta mezcla
en una bandeja o recipiente; por encima añadimos una capa fina de mayonesa,
decorándola con las yemas desmigadas, los morrones cortados en tiras;
opcionalmente puedes añadir unas aceitunas cortadas en rodajas. La guardamos en
la nevera y dejamos enfriar bien antes de servir. Y a disfrutar de esta rica
ensaladilla rusa. Fuente:
www.recetaensaladillarusa.com
DEL HOGAR Y ALGO
MÁS…
La almendra es el fruto del
almendro (Prunus dulcis). Posee una película de color canela que la
envuelve, además de una cáscara exterior que no es comestible, cuando tiene un
color rosado amarillento, y es de sabor dulce y que representa un peso
importante de la almendra, por la cual la parte comestible de este fruto se
reduce a un 40% (2). Foto:
llenatucesta.es
El término castellano almendra
procede de una arabización de mandorla…, (1) La Marcona es la
variedad más conocida. Una almendra redonda y gorda, dulce y con poco porcentaje
de amargor. Es una de las más
utilizadas, la más cara y la más demandada por la industria repostera y
turronera. (4) Desprovista de sus
envueltas, se tuesta hasta que adquiere el tono deseado para la elaboración de
turrones duros o blandos. Sirve de base para las Denominaciones de Origen
Jijona y Alicante, así como para la
Denominación de Calidad Mazapán de Toledo y los
tradicionales guirlaches aragoneses
además de la Tarta de Santiago. Asimismo,
al tener en su composición menos aceite, se suele destinar a la producción de
almendras fritas. Fuente: es.wikipedia.org
INFORMACIONES ÚTILES PARA MEJORAR NUESTRA
SALUD:
Anemia causada por bajo nivel de hierro en bebés y niños
pequeños Todos los vínculos son de
HealthDay, si no se especifica otra fuente.
POESÍA.
Gioconda Belli, poetisa, ensayista y narradora, nació en Nicaragua en 1,948. Considerada la escritora más completa de Nicaragua en las últimas décadas. De ella hemos publicado un poema en el blog 188,- repetido por error nuestro en el 189. Traemos éste publicada en el blog 13 por su fuerza y contenido. Además, algunos nuevos lectores no lo conocerán.
Gioconda Belli, poetisa, ensayista y narradora, nació en Nicaragua en 1,948. Considerada la escritora más completa de Nicaragua en las últimas décadas. De ella hemos publicado un poema en el blog 188,- repetido por error nuestro en el 189. Traemos éste publicada en el blog 13 por su fuerza y contenido. Además, algunos nuevos lectores no lo conocerán.
Uno no escoge el país donde
nace;
pero ama el país donde ha nacido.
pero ama el país donde ha nacido.
Uno no escoge el tiempo para venir al
mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.
pero debe dejar huella de su tiempo.
Nadie puede evadir su
responsabilidad.
Nadie puede taparse los ojos, los
oídos,
enmudecer y cortarse las manos.
enmudecer y cortarse las manos.
Todos tenemos un deber de amor que
cumplir,
una historia que hacer
una meta que alcanzar.
una historia que hacer
una meta que alcanzar.
No escogimos el momento para venir al
mundo:
ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.
ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.
PARA
REFRESCAR.
1. Lo más de lo más, del mundo vegetal La flor más grande del mundo. Mide 2.74 mts. de altura. Su olor no es agradable.
1. Lo más de lo más, del mundo vegetal La flor más grande del mundo. Mide 2.74 mts. de altura. Su olor no es agradable.
5. Absurdas leyes de Estados Unidos [Todos los Estados tienen leyes de otros tiempos que no han sido
derogadas. Conozca cuáles de los EE.UU.]
6. Pareja no se corta el pelo por 10 años, mira como
están... [Para gustos se han hecho
colores…] Del 1 al 6 son de Taringa.net
7. Escuela ideal de
Pepito: En la escuela, la maestra dice: - A ver Pepito, ¿cómo te imaginas la
escuela ideal? - ¡Cerrada, maestra!
8. Pelea de Pepito: Le
dice la mamá a Pepito: - Pepito, ¿por qué le pegaste a tu hermana con la silla?
¡Porque el sofá estaba muy pesado!
9. Pepito en la Iglesia:
Erase una vez Pepito que se puso a vender huevos dentro de una iglesia: -
¡Huevos, huevos, a 10 pesos cada uno! Y el párroco muy molesto grita: -
¡Saquen a ese niño de los huevos! Y Pepito asustado le dice: - ¡Padre, mejor
de la orejita!
10. Pepito y las canas:
La madre le dice a Pepito: - A ver si te portas bien, porque cada vez que haces
algo malo me sale una cana. - Ahhh, entonces tú debiste haber sido tremenda,
porque fíjate cómo está la abuela. Chistes 7 al 10
son de chistescortos.yavendras.com
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blog ha sido de su agrado recomiéndelo a sus amigos. Gracias. Yskra y
Romel.
Información: los blogs
mangoconarroz, mangoconarrozdos y mangoconarroztres se hacen sin ánimo de
lucro. No percibimos ingresos por ellos. Sólo los creamos para intentar
brindarle información y entretenimiento, del cual disfrutamos los Editores. Por
razones de espacio algunos textos han sido resumidos. Si desea leer completo el
tema, debe ir al vínculo al pie del texto. Han sido preservados los datos
esenciales. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas,
itálicas, y subrayados son del Editor. El sentido de (…) y de… es
indicar que se ha condensado el original. Los comentarios entre [ ] y en letra
de 10 puntos son del editor. Gracias.