domingo, 22 de julio de 2012

50. Cuento: El viejo y el mar.

Ernest Miller Hemingway (18991961) fue un escritor y periodista estadounidense, y uno de los principales novelistas y cuentistas (en idioma inglés) del siglo XX. Ganó el Premio Pulitzer en 1953 por El viejo y el mar y al año siguiente el Premio Nobel de Literatura por su obra completa. es.wikipedia.org (Añado: La extensa, intensa y compleja vida de este gran escritor queda totalmente fuera de nuestras posibilidades de espacio. En Wikipedia encontrará una biografía seria muy completa. Una visión más integral y breve podrá leerla en tierra.free.people.net

Hemingway, como todo ser humano, tenía lados oscuros, defectos y virtudes que nos acercan o alejan del Hombre. Como escritor utilizó el inglés de forma brillante, clara, directa y amena. En las traducciones se pierde parte de su belleza. Fue un defensor de la justicia social, de España en particular y un gran amigo de los cubanos.

EL VIEJO Y EL MAR.

clip_image001(Fragmento traducido del inglés).

Fuente: confiar.coop

Era un viejo que pescaba solo en un bote en el Gulf Stream[1] y hacía ochenta y cuatro días que no cogía un pez. En los primeros cuarenta días había tenido consigo a un muchacho. Pero después de cuarenta días sin haber pescado, los padres del muchacho le habían dicho que el viejo estaba definitiva y rematadamente salao[2], lo cual era la peor forma de la mala suerte, y por orden de sus padres el muchacho había salido en otro bote que cogió tres buenos peces la primera semana. Entristecía al muchacho ver al viejo regresar todos los días con su bote vacío, y siempre bajaba a ayudarle a cargar los rollos de sedal o el bichero y el arpón y la vela arrollada al mástil. La vela estaba remendada con tela de sacos de harina, y arrollada, parecía una bandera en permanente derrota.

El viejo era flaco y desgarbado, con arrugas profundas en la parte posterior del cuello. Las pardas manchas del benigno cáncer de la piel que el sol produce con sus reflejos en el mar tropical estaban en sus mejillas. Estas pecas corrían por los lados de su cara hasta bastante abajo y sus manos tenían las hondas cicatrices que causa la manipulación de las cuerdas cuando sujetan los grandes peces. Pero ninguna de esas cicatrices era reciente. Eran tan viejas como las erosiones de un árido desierto.

Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos tenían el mismo color del mar y eran alegres e invictos.

-Santiago -le dijo el muchacho trepando por la orilla desde donde quedaba varado el bote-. Yo podría volver con usted. Hemos hecho algún dinero.

El viejo había enseñado al muchacho a pescar y el muchacho le tenía cariño.

-No -dijo el viejo-. Tú sales en un bote que tiene buena suerte. Sigue con ellos.

-Pero recuerde que una vez llevaba ochenta y siete días sin pescar nada y luego cogimos peces grandes todos los días durante tres semanas.

-Lo recuerdo -dijo el viejo-. Y yo sé no que me dejaste porque hubieses perdido la esperanza.

-Fue papá quien me obligó. Soy un chiquillo y tengo que obedecerle.

-Lo sé -dijo el viejo-. Es completamente normal.

-Papá no tiene mucha fe.

-No. Pero nosotros sí, ¿Verdad?

-Sí, dijo el muchacho-. ¿Me permite invitarle una cerveza en la Terraza[3]? Luego llevaremos las cosas a casa.

-¿Por qué no? -dijo el viejo-. Entre pescadores.

Se sentaron en la terraza. Muchos de los pescadores se reían del viejo, pero él no se molestaba. Otros, entre los más viejos, lo miraban y se ponían tristes. Pero no lo manifestaban y se referían cortésmente a la corriente y a las bondades donde habían limpiado sus agujas y las llevaban tendidas sobre dos tablas, dos hombres tambaleándose al extremo de cada tabla, a la pescadería, donde esperaban a que el camión del hielo las llevara al mercado, a La Habana. Los que habían pescado tiburones los habían llevado a la factoría de tiburones, al otro lado de la ensenada, donde eran izados en aparejos de polea; les sacaban los hígados, les cortaban las aletas y los desollaban y cortaban su carne en trozos para salarla.

Cuando el viento soplaba del Este el hedor se extendía a través del puerto, procedente de la fábrica de tiburones; pero hoy no se notaba más que un débil tufo porque el viento había vuelto al Norte y luego había dejado de soplar. Era agradable estar allí, al sol, en la Terraza.

-Santiago, -dijo el muchacho.

-Qué -dijo el viejo. Con el vaso en la mano pensaba en las cosas de hacía muchos años.

-¿Puedo ir a buscarle sardinas para mañana?

-No. Ve a jugar el béisbol[4]. Todavía puedo remar y Rogelio tirará la atarraya.

-Me gustaría ir. Si no puedo pescar con usted me gustaría servirlo de alguna manera.

-Me has pagado una cerveza -dijo el viejo-. Ya eres un hombre.

-¿Qué edad tenía cuando me llevó por primera vez en un bote?

-Cinco años. Y por poco pierdes la vida cuando subí aquel pez demasiado vivo que estuvo a punto de destrozar el bote. ¿Te acuerdas?

-Recuerdo como brincaba y pegaba coletazos, y que el banco se rompía, y el ruido de los garrotazos. Recuerdo que usted me arrojó a la proa, donde estaban los sedales mojados y enrollados. Y recuerdo que todo el bote se estremecía, y el estrépito que usted armaba dándole garrotazos, como si talara un árbol, y el pegajoso olor a sangre que me envolvía.

-¿Lo recuerdas realmente o es que yo te lo he contado?

-Lo recuerdo todo, desde la primera vez que salimos juntos.

El viejo lo miró con sus amorosos y confiados ojos quemados por el sol.

-Si fueras hijo mío, me arriesgaría a llevarte -dijo-. Pero tú eres de tu padre y de tu madre y trabajas en un bote que tiene suerte.

-¿Puedo ir a buscarle las sardinas? También sé donde conseguir cuatro carnadas.

-Tengo las mías, que me han sobrado de hoy. Las puse en sal en la caja.

-Déjeme traerle cuatro cebos frescos.

-Uno -dijo el viejo. Su fe y su esperanza no le habían fallado nunca. Pero ahora empezaban a revigorizarse como cuando se levanta la brisa.

-Dos -dijo el muchacho.

-Dos -aceptó el viejo-. ¿No los has robado?

-Lo hubiera hecho -dijo el muchacho-. Pero estos los compré.

-Gracias -dijo el viejo. Era demasiado simple para preguntarse cuando había alcanzado la humildad. Pero sabía que la había alcanzado y sabía que no era vergonzoso y que no comportaba pérdida del orgullo verdadero.

-Con esta brisa ligera, mañana va a hacer buen día -dijo.

-¿A dónde piensa ir? -le preguntó el muchacho.

-Saldré lejos para regresar cuando cambie el viento. Quiero estar fuera antes que sea de día.

-Voy a hacer que mi patrón salga lejos a trabajar -dijo el muchacho-. Si usted engancha algo realmente grande podremos ayudarle.

-A tu patrón no le gusta ir demasiado lejos.

-No -dijo el muchacho-. Pero yo veré algo que él no podrá ver: un ave trabajando, por ejemplo. Así haré que salga siguiendo a los dorados.

-¿Tan mala tiene la vista?

-Está casi ciego.

-Es extraño -dijo el viejo-. Jamás ha ido a la pesca de tortugas. Eso es lo que mata los ojos.

-Pero usted ha ido a la pesca de tortugas durante varios años, por la costa de los mosquitos, y tiene buena vista.

-Yo soy un viejo extraño.

-Pero ¿Ahora se siente bastante fuerte como para un pez realmente grande?

-Creo que sí. Y hay muchos trucos.

-Vamos a llevar las cosas a casa -dijo el muchacho-. Luego cogeré la atarraya[5] y me iré a buscar las sardinas.

Recogieron el aparejo del bote. El viejo se echó el mástil al hombro y el muchacho cargó la caja de madera de los enrollados sedales pardos de apretada malla, el bichero[6] y el arpón con su mango. La caja de las carnadas estaba bajo la popa, junto a la porra que usaba para rematar a los peces grandes cuando los arrimaba al bote. Nadie sería capaz de robarle nada al viejo, pero era mejor llevar a casa la vela y los sedales gruesos puesto que el rocío los dañaba, y aunque estaba seguro de que ninguno de la localidad le robaría nada, el viejo pensaba que el arpón y el bichero eran tentaciones y que no había porque dejarlos en el bote. Fuente: rolad557.com.

Puede leer una versión más completa, aunque menos literaria, en: http://ojoconelarte.cl

LAS RECETAS DE LA ABUELA.

Carnes de ovinos y caprinos.

La carne de cordero es muy aceptada en las diversas culturas de la tierra; posiblemente fuera la oveja uno de los primeros animales en ser domesticados por el hombre (tras el perro y el uro[7]) y es muy valorada por la producción de lana (casi un 10% de las razas la producen) y leche (empleada en la elaboración de queso). Las especies de corderos han sido seleccionadas igualmente para proporcionar diversos subproductos como puede ser la leche o la lana, además de generar ciertas características como la cola grasienta, muy apreciada culinariamente en algunas partes. El ovino está muy relacionado con las actividades de pastoreo de las sociedades nómadas. En 1996, los principales productores de carne de oveja por orden de importancia eran: China, Australia e Irán.[16] La carne de cabra es baja en grasas y resulta popular en aquellas zonas donde es importante el pastoreo. Añado: Es además una carne muy rica en proteínas y por añadidura muy digestiva. Fuente: es. wikipedia.org

clip_image003La receta de La Abuela:

Fuente: misretasnicas.com

Pierna de cordero con oporto, piñones y pasas.

Para cualquier actividad festiva, por qué no hacemos una gustosa pierna de cordero, ya que esta carne es de contextura delicada, con mucho sabor y muy digestiva.

La carne del cordero es magnífica y hay que saber condimentarla para que absorba todos los aromas de sus condimentos.

Uno de los secretos para obtener una preparación delicada y gustosa es marinar[8] (adobar) el cordero un día antes de su preparación en una fuente y taparlo bien para que los aromas impregnen la carne.

Luego hay que hornearlo con paciencia y dedicación. ...les presentamos una receta donde el oporto y el romero aromatizan la carne, la preparación queda esplendida y gustosa, ideal para cualquier fecha festiva.

Ingredientes:

1 pierna de cordero (con cortes).
1 cebolla grande o dos pequeñas.
1 vaso de 8 onzas de vino tinto, preferiblemente de oporto.
½ vaso de jugo de limón.
100 gramos de piñones, almendras o cacahuetes (manís del taino de Haití).
50 gramos de pasas.
4 o 5 granos de pimienta negra.
1 ramita de romero.
1 hoja de laurel.
2 dientes de ajo.
Sal al gusto.

Preparación:

1.- Limpiar la pierna muy bien, y dejarla escurrir.

2.-Ponerla en una fuente de cristal con el oporto, el jugo de limón, los granos de pimienta, la hoja de laurel, el romero y el ajo cortados en trocitos.

3.-Taparla y dejar en la nevera durante toda la noche (lo mejor es utilizar una tapa de cristal que hermetice bien para evitar tanto la evaporación del jugo como que el olor impregne el resto de los alimentos).

4.-Tres horas y media antes de que quiera servir la pierna, calentar el horno a 150ºC (300ºF). Abrir la fuente, darle la vuelta a la pierna, de manera que la parte que estaba en el líquido durante la noche ahora está arriba.

5.-Añadir sal y tapar el cordero de nuevo. Introducir en el horno. Bajando la temperatura a 130º C (260ºF).

6.-A la hora, sacar la fuente, y añadir la cebolla cortada en rodajas, los piñones y las pasas., Volver a introducirla en el horno tapada y subirlo a 150ºC (300ºF).

7.-Después de otra hora, sacar la fuente, abrirla y dar la vuelta a la pierna. Introducirla de nuevo en el horno, esta vez destapada, y subir la temperatura a 170ºC (340Fº).

8.-A los 45 minutos, sacar la fuente y trasladar el jugo (debe haber mucho) a un cazo teniendo cuidado que no se escapen los piñones, las pasas y la cebolla que deben quedarse con el cordero.

Volver a meter en el horno. Si el cordero está ya a su gusto, puede dejarlo en el horno con el calor apagado. Si lo prefiere más tostado arriba, dejarlo hasta que esté más hecho.

9.-Mientras tanto, pon el cazo (olla honda y pequeña) de jugo a fuego alto para que se espese un poco. Si lo desea puede echar unas gotitas de salsa de soja, zumo de manzana, o un poco de maicena disuelta en vino tinto.

10.-Debe servirse la pierna de cordero en rodajas (estará muy tierna), cada una con sus piñones tostados, cebolla y pasas, con un poco de la salsa encima. El resto de la salsa la puede poner en un jarroncito para que sus invitados la añadan a su gusto.

11.-Para acompañar el cordero, puede servirse con unas patatitas al horno con verduras al vapor y sal gorda. También con salsa de menta, como los ingleses o, si acaso, con un par de hojas de menta fresca para adornar. Fuente modificada de: venezuelatuya.com

¡Buen provecho!

DE MEDICINA, EL HOGAR Y ALGO MÁS…

Cuando publiquemos mangocoarrozdos, todavía los cubanos no estarán celebrando o recordando el 26 de Julio de 1953, el Domingo de la Santa Ana: el asalto al segundo cuartel militar de Cuba, en la ciudad de Santiago de Cuba.

Fue el inicio de la lucha armada contra la tiranía que diera un golpe de estado el 10 de marzo de 1952, a pocos meses de unas elecciones generales, libres y democráticas.

Con independencia del actual juicio que nos merezcan los hechos posteriores y en especial el tiempo transcurrido desde el triunfo de la insurrección el 1º de Enero de 1959, sólo queremos resaltar que aquella acción y la lucha subsiguiente, fue de todo el pueblo cubano. Desde clase media alta, hasta humildes limpia-coches o albañiles iletrados. Jóvenes ricos, médicos, profesionales, obreros, estudiantes y posteriormente campesinos lucharon por un mundo mejor al que le deparaba la tiranía. Sea para todos ellos y las generaciones actuales, nuestro homenaje en esta recopilación de Cubanos famosos y a la vez desconocidos realizada por el corresponsal de la BBC en Cuba, Fernando Ravsberg.

clip_image005(...) Hace pocos días, el periódico Juventud Rebelde (JR) publicó un artículo en el que recoge los nombres de una serie de cubanos prácticamente desconocidos y que, sin embargo, han estado en lugares claves en momentos importantes de la historia mundial.

Así, la prensa de la isla recordó que fueron cubanos Manuel del Socorro Rodríguez, fundador del primer periódico de Bogotá; Ramón Roa, secretario del presidente argentino Faustino Sarmiento y que el famoso pirata Diego Grillo nació en La Habana.

(...) La rigurosidad histórica en los datos sobre algunos de estos personajes es cuestionable pero eso no impide que los lectores cubanos se deleiten ante semejante presencia internacional. En Cuba pueden escasear muchos productos pero la autoestima no es uno de ellos.

Una cubana amamantó a Bolívar: "Fue ella (Doña Inés) la que en mis primeros meses me arrulló en su seno", carta de Simón Bolívar, citada por un periodista cubano.

Cuentan que la madre de Simón Bolívar estaba enferma de tuberculosis y no podía amamantar a su hijo. Acudieron entonces a Inés Mancebo, por lo que el primer alimento que recibió el Libertador provino de los pechos de una cubana.

El plan era que Simoncito recibiera la leche de la esclava Hipólita pero esta no había parido aun, así que recurrieron a su amiga Inés, una santiaguera casada con Fernando de Miyares, quien luego se convertiría en Gobernador General de Venezuela.

Algunos venezolanos cuestionan esta versión a pesar de que la propia Presidencia de la República de Colombia la confirma. Además un periodista cubano cita al propio Bolívar asegurando que Doña Inés "me alimentó como madre".

Se trata de una carta del Libertador en la que le pide a un subalterno que la proteja porque "fue ella la que en mis primeros meses me arrulló en su seno. ¿Qué más recomendación que ésta para el que sabe amar y agradecer como yo?".

clip_image007Los yernos. Pablo Lafargue fue un mulato santiaguero que conoció a Carlos Marx y se convirtió en su seguidor pero el alemán le escribió a su amigo Federico Engels que "el muchacho empezó a encariñarse conmigo, pero pronto traspasó el cariño del padre a la hija".

El joven terminó casándose con su hija y escribió un libro muy tropical, "El derecho a la pereza[9]", que la prensa cubana describe como "uno de los más difundidos de la literatura socialista mundial", aunque semejante valoración parece un tanto exagerada.

Otro yerno famoso fue Pedro Antonio Santacilia, también santiaguero. Se casó con la hija del prócer mexicano Benito Juárez, a quien había conocido en Nueva Orleans, tras fugarse de España, donde fue deportado por sus actividades contra la metrópoli.

Durante la lucha contra la invasión francesa a México, el cubano se quedó en EE.UU. cuidando a la familia del Benemérito de las Américas y enviando armas a los patriotas. Posteriormente trabajó junto a su suegro en la reconstrucción y fue elegido siete veces diputado federal.

En febrero, en la celebración del 110º aniversario de las relaciones entre Francia y Cuba, se presentó un libro del francés Paul Estrade, dedicado a Severiano de Heredia, un mulato cubano que fue alcalde de París y Ministro de Obras Públicas en el siglo XIX. Dicen que algún medio de Francia lo llamó "el negro del Elíseo".

Un periódico de Cuba asegura que el habanero Guillermo Pérez Dressler ayudó a Gustavo Eiffel en la construcción de su torre y se convirtió en su mano derecha, al grado de "corregir varios diseños". Sin embargo, es muy probable que la historia sea totalmente falsa[10].

clip_image009Lo que sí es cierto es que en 1959 emigró desde el barrio habanero de Marianao María Teresa Mestre. La joven estudió en Suiza, donde se enamoró de uno de sus compañeros, el Gran Duque Heredero de Luxemburgo. En 2000, la cubana se convirtió en monarca de ese país.

Un par de años después visitó La Habana con sus cinco hijos y expresó que "hay algo muy fuerte que he descubierto y se llama cubanía, un sentimiento que, cuando uno crece en una familia cubana, no se pierde nunca. Aunque no vivan en Cuba, crecen con Cuba, comen cubano, hablan cubano, sienten cubano y el corazón late cubano". ¡Totalmente de acuerdo!

POESÍA…

De Ramón Valdez, cuyo nombre literario es Ramón de Almagro, publicamos en el nº 128 una extensa biografía y una bella poesía suya. Sin más les ofrecemos otra de sus obras:

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Fuente: es.123rf.com

LA NIÑA DEL LAGO
La niña sentada a orillas del lago,
Leyendo poesía de su libro Azul,
Te muestra que todo, no está tan cambiado,
Están los que sueñan, lo mismo que tú.

Son los que leyendo de un mundo de ensueño,
Mundo de romance, reino del amor,
Sienten que ellos pueden también ser los dueños
De esos sentimientos que brinda el autor.

Sueñan ser amados como en la poesía,
Por seres perfectos de muy suave voz,
Que al hablar envuelven con la melodía
Que solo se escucha cuando habla el amor.

La niña del lago levanta los ojos,
Viendo que la tarde ya casi pasó,
Leyendo poesía se le hizo tan corta,
Que dubitativa... mira su reloj.

Con pena, suspiros, recoge sus sueños,
Los guarda entre hojas de su libro Azul,
Y por un sendero se nos va corriendo,
Ha vuelto este mundo, de tanta inquietud.

Fuente: biografía y poesía de: los-poetas.com

PARA REFRESCAR.

¡Preciosos hipervínculos que dan acceso a otros igualmente hermosos! Fuente: Francisco A.

Fuego en el hielo
Lo que du-Vieux Port de Montreal

Si este blog ha sido de su agrado recomiéndelo a sus amigos. Gracias. Yskra y Romel.

Colaboraciones y sugerencias a: cajetín del buzón del blog.

Por razones de espacio, algunos textos de las fuentes han sido resumidos. Si desea leer completo el tema, debe ir al original. Han sido preservados los datos esenciales. Salvo que se especifique lo contrario, las negritas, itálicas, y subrayados son de los editores. El sentido de (…) es indicar que se ha consensado el texto original. Los comentarios entre ( ) son del editor.


[1] Gulf Stream: Corriente del Golfo. Poderosa corriente del Atlántico formada por la unión de dos corrientes: la de las Antillas y de la Florida. Salida del Golfo de México, atraviesa el estrecho de la Florida y llega hasta el estrecho de Terranova. Pequeño Larousse Temático.

[2] salao: (salado) maldecido, sin suerte, con embrujos.

[3] terraza: 1. f. Sitio abierto de una casa desde el cual se puede explayar la vista. DRAE. El autor acostumbraba visitar el habanero puerto de Cojímar; una pequeña cala en la costa, lugar de pescadores “del alto”, tiburones y peces espada. En una terraza que todavía existe, se sentaba a beber con ellos y a conversar de las cosas del mar. Su nombre es “La Terraza de Cojímar”. Desde ella se contempla tanto el pueblo como la mar y los hombres en su dura faena.

[4] béisbol. (Del inglés base ball).1. m. Juego entre dos equipos, en el que los jugadores han de recorrer ciertos puestos o bases de un circuito, en combinación con el lanzamiento de una pelota desde el centro de dicho circuito. DRAE. Originario del Caribe, con variantes en América Central y México precolombino.

[5] atarraya. 1. f. esparavel (ǁ red redonda para pescar). DRAE.

[6] bichero. 1. m. Mar. Asta larga que en uno de los extremos tiene un hierro de punta y gancho, y que sirve en las embarcaciones menores para atracar y desatracar y para otros diversos usos. DRAE.

[7] uro. 1. m. Bóvido salvaje muy parecido al toro, pero de mayor tamaño, que fue abundantísimo en la Europa central en la época diluvial y se extinguió en 1627. DRAE.

[8] marinar. 1. tr. Dar cierta sazón al pescado para conservarlo. 2. tr. Conservar en crudo ciertos alimentos, especialmente pescado, con adobo de vino, vinagre, hierbas, especias, etc., a fin de que se ablanden y adquieran aroma. DRAE

[9] Paul Lafargue (Santiago de Cuba, (1842 - 1911) fue un periodista, médico, teórico político y revolucionario francés. es.wikipedia.org

Lafargue fue mucho más que lo recogido en esta reseña: participó activamente en la Comuna de París, ayudó a organizar el movimiento obrero en España, divulgando el socialismo como alternativa al anarquismo; fue senador por Francia y persona muy influyente en la I Internacional Socialista por méritos propios. Su folleto, “El derecho a la pereza” es una coña humorística. Una sátira en contra de la prédica de Proudhon*, “del derecho al trabajo”. Ciertamente, no es “de lo más difundido en la literatura socialista”, pero se disfruta como una fina ironía y una buena reflexión.

*Pierre-Joseph Proudhon (18091865), filósofo político y revolucionario francés, y, junto con Bakunin y Kropotkin uno de los padres del pensamiento anarquista y de su primera tendencia económica, el mutualismo. es.wikipedia.org

[10] Guillermo Pérez Dressler: he leído en ocasiones anteriores sobre este ingeniero y sus trabajos. Los consideraba ciertos por la abundancia y diversidad de datos que se ofrecían. En ellos, se destaca su participación en la construcción de la famosa torre, sobre todo durante el período en que Eiffel estuvo trabajando en el Canal de Panamá y de otros muchos de gran relevancia en Europa. No obstante, el artículo carece de referencias de dónde fueron tomados los datos que se ofrecen, lo cual, al menos, es poco serio. Después de investigar en diferentes fuentes considero que se trata de un bulo más, de esos que cobran vida propia y reaparecen cada cierto tiempo. No obstante, sería posible contrastar lo dicho con las supuestas obras realizadas por Dressler en Europa. Además,  los cubanos en el extranjero pueden tener información interesante que ratifique la veracidad o falsedad de lo aquí expuesto, por lo que solicitamos su cooperación

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